La culpa es una de las emociones que puede aparecer al emigrar. En general la culpa surge cuando creemos que le hicimos daño a alguien más, hicimos algo que está mal o que podríamos haberlo hecho mejor.
“Por sentir que mi familia me necesita”
“Saber que no puedo estar si pasa algo”
“Por que mis padres están grandes”
“Por privar a mi hija de compartir con sus abuelos y familia. Y a ellos de verla crecer”
“Por no extrañar”
Sentimiento de abandono: Podés sentir que estás abandonando tu país, tus seres queridos y tu cultura, lo cual puede generar un conflicto interno.
La separación de familiares y amigos cercanos puede generar sentimientos de culpa, especialmente si sentís que “te necesitan”.
Expectativas y responsabilidades familiares: Si tu familia tenía ciertas expectativas sobre vos y tu rol dentro de la unidad familiar, emigrar puede hacerte sentir que estás fallando en cumplir con esas expectativas.
Desafíos de adaptación: Adaptarse a una nueva cultura y entorno puede ser difícil y puede llevar a cuestionarte si la decisión de emigrar fue la correcta, generando culpa.
Comparación con quienes se quedan: Si tus amigos o familiares no tienen la oportunidad de emigrar/viajar y vos sí, podés sentirte culpable por haber tenido una oportunidad que otros no tienen.
Presión por tener éxito: La expectativa de que emigrar debe llevar a una mejora significativa en tu calidad de vida puede generar estrés y culpa si sientes que no estás alcanzando esos objetivos rápidamente.
Me gustaría recordarte:
✨ Este es tu proceso, y es importante que tus decisiones estén basadas en tu deseo y en lo que vos crees que es lo mejor.
🗣️ Que estás haciendo lo mejor posible, y que no podemos responsabilizarnos o hacernos cargo del bienestar/felicidad de todas las personas que nos rodean. Contentar a todos es imposible.
💻 A veces, asociamos el “estar” con la presencialidad física. Y no es el único formato en el que podemos hacernos presentes, en el que podemos estar.
🤗 Es importante validar nuestro “acompañar a la distancia”. Tal vez no es el formato que sentís que es el mejor, pero es un formato válido, en el que hasta muchas veces logramos acompañar a la distancia de una forma mucho más cercana a nuestros seres queridos.
Estos sentimientos son normales y muchas personas que emigran los experimentan en algún momento del proceso migratorio. Es importante reconocerlos y, si es necesario, buscar apoyo emocional.