¿A quién consultar?

La tarea de este especialista consiste en compensar por medio de medicamentos este desbalance y llevarlos a niveles normales que devuelvan la sensación de bienestar a la persona. Estos medicamentos, salvo cuadros crónicos y muy específicos, no deberían ser permanentes.

Si la persona solamente solicita atención Psiquiátrica/farmacológica llegará el momento en que se sienta recuperado, el malestar habrá pasado, confiando en ello abandonará los fármacos o bien le será dada el alta por el Psiquiatra. Pasado un tiempo las molestias se volverán a sentir ya que no ha resuelto el problema que lo llevó a consultar, sólo "adormeció" la molestia y esto llevará a retomar el tratamiento farmacológico hasta llegar a sentir que no puede vivir sin los medicamentos y de ese modo se hará dependiente de estos. Por ello, le corresponde al Psiquiatra DERIVAR por medio de una Inter-Consulta al Psicólogo, para que en ese espacio Psicoterapéutico genere las herramientas necesarias. 

Así mismo, la Psicología es una especialidad dirigida a diagnosticar y tratar a personas con problemáticas psico-emocionales en sus diversas y respectivas etapas del desarrollo. La tarea de este especialista es ayudar a su paciente desarrollar herramientas para afrontar sus problemas.

Otra de las tareas del Psicólogo Clínico es el DERIVAR por medio de una Inter-Consulta al Psiquiatra, si considera que su paciente lo necesita. En estos casos el fármaco o medicamento cumple la función de apoyo mientras la persona desarrolla herramientas por medio de la psicoterapia.

Es importante señalar que la atención que ofrece el psicólogo siempre es una atenta y neutral escucha que facilita encontrarse con uno mismo, es un espacio propio, especial y confidencial donde cada persona puede hablar y llegar a conocerse a sí mismo, entender lo que le pasa y porque le pasa, un espacio donde desarrollará herramientas que le permitirán tener una mejor calidad de vida.

Un punto relevante mencionar; para mantener la neutralidad que facilita el trabajo terapéutico y que a su vez permita alcanzar los cambios deseados el terapeuta no puede incorporarse a la "cotidianeidad" del consultante, es decir, no pueden estar involucrados ni social ni afectivamente, he aquí por qué el terapeuta no atiende a familiares o amistades.