Aquí encontrarás información sobre la quebrada visitada, así como fotografías y videos de la visita realizada el día 01 de diciembre de 2024. Finalmente, el diagnóstico ambiental realizado a partir de los resultados obtenidos.
La quebrada Campos es una fuente hídrica superficial permanente que nace en la cuchilla de Peñas Blancas, ubicada en el municipio de El Colegio (Cundinamarca), a una altitud de 2550 msnm. Esta quebrada forma parte de la cuenca media del río Bogotá y tributa sus aguas al río Calandaima. Su cuenca tiene un área aproximada de 2904 hectáreas y presenta un caudal variable que oscila entre 0.4 y 4 m³/s en la represa de Mesa de Yeguas. Aunque su caudal es permanente incluso en épocas de sequía, la demanda de agua para consumo humano ha provocado su disminución, llegando en ocasiones a desaparecer temporalmente y provocando racionamientos en los acueductos que abastece.
El área por donde fluye la quebrada recorre las veredas de Anda Lucía, La Esmeralda, Panamá, Providencia Mayor y El Cabral, desembocando finalmente en el río Calandaima. Su cuenca abastece a siete acueductos, entre ellos: El Triunfo-Anapoima, Andalucía-Panamá, Golconda-Las Pavas, Asopagolan, El Castillo, Asuarcopsa, y Aguas del Tequendama en la represa de Mesa de Yeguas.
A Continuación se muestra un mapa del sistema hidrológico del municipio de Anapoima, suministrado por la alcaldia de Anapoima, en el cuál se enmarca la quebrada 'La Campuna' y el sitio en el que se realizó el estudio.
A pesar de que sus aguas tienen bajos niveles de contaminación y son aptas para consumo humano con previo tratamiento, el ecosistema de la quebrada se ha visto afectado por actividades agrícolas y silvícolas. En su naciente, que atraviesa una zona altamente intervenida, predominan cultivos de mora y pastos que utilizan pesticidas, contaminando los drenajes iniciales. Esto ha llevado a la recomendación de desarrollar proyectos regionales que promuevan la protección de esta fuente hídrica.
La quebrada Campos recibe aportes de varios afluentes, como las quebradas La Salud, La Pedregosa, Seca, Chorritos, Berlín y Paicón. En el municipio de Anapoima, la temperatura promedio es de 24.1 °C, lo que favorece las actividades humanas y agrícolas en la región.
El punto seleccionado para el estudio se encuentra en el sector El Cabral, a 9 km de Mesitas del Colegio, donde la CAR dispone de una estación limnimétrica que forma parte de su red hidrometeorológica. Los resultados obtenidos en este sitio podrían contribuir a complementar y ampliar la información registrada en dicha estación.
Se realizó un viaje al sitio, donde se llevó a cabo un reconocimiento del lugar y un registro fotográfico inicial. Posteriormente, se seleccionaron los puntos de interés para tomar las lecturas, se exploró brevemente el área y se sumergió el equipo en los puntos seleccionados, registrando los datos obtenidos por el dispositivo.
Primera zona de quebrada donde se tomo lectura de datos.
Esta es la estación limnimétrica de la CAR de la que se habló anteriormente.
Segunda zona de quebrada donde se toma lectura de datos. Aguas estancadas con mayor turbidez.
Lecturas realizadas (Fotos tomadas en quebrada)
Condiciones térmicas:
La temperatura promedio registrada (21.61°C) se encuentra dentro de un rango moderado, típico de ecosistemas de climas cálidos tropicales, como lo es en este caso el municipio de Anapoima.
La baja variabilidad térmica (desviación estándar de 1.23°C) sugiere estabilidad térmica en la quebrada, lo que puede ser explicado porque a lo largo del cauce del río, hay muy buena vegetación de cobertura, que no permite que haya zonas que experimenten alta radiación solar en áreas sin sombra y puedan aumentar la temperatura.
Turbidez y calidad del agua:
La turbidez promedio (76.32 UNT) es relativamente alta, lo que evidencia contaminación por partículas suspendidas y sedimentos, atribuida a vertimientos puntuales no autorizados. Muchas viviendas ubicadas a lo largo del cauce descargan sus aguas residuales directamente en la quebrada, sin ningún tratamiento previo, como el uso de pozos sépticos.
Es importante destacar que, según informes de la población local, durante la fecha del estudio no se presentaron lluvias. Esto indica que la turbidez registrada representa condiciones relativamente estables, sin la influencia de arrastre de sedimentos por escorrentías superficiales. Sin embargo, en temporadas de lluvias, la turbidez puede incrementarse significativamente debido al aumento del caudal y al transporte de partículas desde áreas erosionadas cercanas. Los habitantes reportaron que, en dichas épocas, el agua suministrada por los acueductos veredales suele llegar muy 'barrosa', lo que evidencia que las fuentes de captación también son afectadas por esta alta carga de sedimentos.
Recomendaciones:
Es importante realizar análisis complementarios para obtener un diagnóstico más detallado de la calidad del agua. Para ello, se pueden incorporar sensores adicionales al prototipo que permitan medir parámetros clave relacionados con la contaminación y las características del agua. Estos sensores, aunque costosos serían de gran utilidad:
Nivel de pH: Mide la acidez o alcalinidad del agua, un factor crítico para determinar su compatibilidad con usos domésticos, agrícolas o ecológicos.
Oxígeno disuelto: Indicador esencial para evaluar la cantidad de oxígeno disponible para los organismos acuáticos. Niveles bajos suelen estar relacionados con una alta carga de materia orgánica o contaminación por aguas residuales.
Conductividad eléctrica: Permite identificar la presencia de sales y otras sustancias disueltas. Es útil para detectar contaminación química o salinidad en fuentes de agua.
Sólidos disueltos: Proporciona una medida general de la cantidad de sólidos disueltos en el agua, como minerales, sales y partículas pequeñas, lo que puede afectar su potabilidad.
Nitratos (NO3): Normalmente asociados con fertilizantes y desechos agrícolas. Altas concentraciones pueden indicar contaminación por escorrentías agrícolas o aguas residuales.
Fosfatos: Su presencia suele derivar de detergentes y fertilizantes, indicando descargas de aguas grises o desechos agrícolas. Altos niveles pueden contribuir a la eutrofización de cuerpos de agua.
Teniendo en cuenta los testimonios de algunos habitantes del sector, resulta fundamental evaluar la viabilidad de construir una Planta de Tratamiento de Agua Potable, con el objetivo de garantizar que los usuarios de los acueductos veredales dispongan de un recurso hídrico de calidad adecuada para su consumo.
Es crucial monitorear y controlar las fuentes de contaminación, tales como vertimientos no tratados y actividades agrícolas o ganaderas cercanas a la ronda hídrica de la quebrada. Además, se debe incentivar a la comunidad a implementar pozos sépticos para asegurar un tratamiento previo de las aguas residuales antes del vertimiento, con el fin de mitigar el impacto ambiental.
Es fundamental llevar a cabo campañas de sensibilización y educación ambiental dirigidas a la comunidad local, enfocándose en la importancia del cuidado del agua y el impacto de sus actividades diarias sobre la calidad del recurso hídrico. Estas campañas pueden incluir talleres, charlas y materiales educativos sobre prácticas de conservación, uso responsable del agua y la correcta disposición de residuos. Asimismo, se debe fomentar la participación activa de la comunidad en la protección de las fuentes hídricas y en la adopción de medidas sostenibles, como la instalación de sistemas adecuados de tratamiento de aguas residuales, a fin de promover un entorno más saludable y sostenible para todos.