MANTENER EL AGUA EQUILIBRADA Y DESINFECTADA.
Cuatro son las líneas fundamentales en el equilibrio del agua y su desinfección:
Gestión del calcio y balance del Indice de Saturación Langelier (LSI)
Esta es posiblemente la línea más importante porque se trata de comprender el agua y cómo se comporta.
Los libros de texto y las clases enseñan "rangos" ideales para la química del agua. Ejemplo: "La alcalinidad debe estar entre 80-120 ppm" o "La dureza de calcio debe estar entre 200-400 ppm". Los rangos están bien si los otros factores del LSI están permitiendo un agua equilibrada pero generalmente no lo están. Por ejemplo, los rangos se desechan cuando tiene un grupo de sal (electrolisis salina) con algo de CYA. O cuando la temperatura se enfría.
Debe enfocarse el LSI como la primera prioridad e intentar alinear sus rangos en consecuencia. Una piscina de sal debe mantenerse de manera diferente. Y una piscina acondicionada para el invierno debe mantenerse de distintas formas según la temporada y la temperatura del agua. La química de rango, como objetivo general, puede conducir a problemas. Así que asegúrese de que su química se ajuste de acuerdo con el LSI.
El balance hídrico, en el contexto de piscinas y otros sistemas de agua, se trata de la saturación del carbonato cálcico. El LSI se ha adaptado para piscinas al tener en cuenta una corrección de alcalinidad para el ácido cianúrico. Volvamos al concepto de equilibrio.
La cantidad perfecta de saturación de carbonato de calcio sería 0.00 en el LSI. El "rango ideal" está entre -0.30 y +0.30, o según algunas fuentes, hasta (+-)0.50. De cualquier manera, hay un colchón de saturación ideal alrededor de 0.00 en el LSI. El agua siempre quiere estar en equilibrio. Si no está saturado (bajo LSI), buscará disolver el calcio en cualquier lugar donde pueda encontrarlo hasta que el agua esté equilibrada (0.00 en el LSI). Si el agua está sobresaturada con calcio, depositará carbonato de calcio en forma de escamas o polvo de carbonato.
Debido a que LSI y la gestión del calcio son la primera línea de la atención de piscinas. El objetivo aquí es simple: mantener un LSI ideal durante todo el año.
Residuos orgánicos y su eliminación
Esta segunda línea trata sobre hacer que el cloro sea más eficiente, tiene como objetivo simplificar la química, para que pueda entenderse más fácilmente.
La oxidación es la pérdida de electrones por un átomo, molécula o ion. A menudo, los electrones perdidos son reemplazados por oxígeno (pero no siempre). La reducción es la ganancia neta de electrones por un átomo, molécula o ion. Esto significa que los electrones se transfieren de una cosa a otra. La tasa de transferencia de electrones se puede medir en milivoltios, lo que en el negocio de piscinas conocemos como (ORP) Potencial de Oxidación-Reducción.
Confiar únicamente en el cloro para oxidar los compuestos orgánicos del agua es un error cometido por muchos. Necesitamos un residuo de cloro libre disponible en nuestra agua para el saneamiento / desinfección. Si el cloro se usa para oxidar los desechos orgánicos su capacidad puede verse afectada.
Los fosfatos en el agua de las piscinas
El denominador común invisible detrás de muchos problemas de piscinas, la elevada demanda de cloro y, a veces, incluso el agua turbia.
El paso a la acción es simple: mantener los niveles de fosfato en el agua lo más bajo posible; idealmente por debajo de 500 partes por billón (ppb).
Los fosfatos generalmente entran al agua de tres maneras:
1. Químicamente: existen productos químicos a base de fosfato como agentes secuestrantes que son populares en el negocio de piscinas para evitar las incrustaciones y las manchas de metal.
2. Orgánicamente: el clima como el viento, la lluvia, la calima sobre todo en Canarias, pueden introducir suelos y otros desechos de la naturaleza que contienen fosfatos en ellos. Piense en las plantas y el césped cerca de la piscina, algún fertilizante que pueda ser arrastrado a la piscina durante una fuerte tormenta. ¿Estás en una zona rural cerca de tierras de cultivo? Cuando sopla el viento, los fertilizantes que usan son un gran contribuyente a los fosfatos en las piscinas. Otro ejemplo de esto, aunque raro, es el hollín de los incendios forestales, que es muy rico en fósforo y nitrógeno y como no, las calimas procedentes de la zona desértica del Sahara.
3. Agua del grifo: los centros de tratamiento de agua han estado tratando el agua potable con agentes secuestrantes a base de fosfato. Lo hacen para proteger la infraestructura y las tuberías de la formación de incrustaciones y la corrosión. Y es bueno que lo hagan. Es solo un problema para las piscinas que debemos tener en cuenta. Sugerimos encarecidamente realizar pruebas de fosfatos en el agua del grifo para ver si esto es un factor en su piscina.
En las piscinas, donde podemos mantener bajos los niveles de fosfato y aumentar la eficiencia del desinfectante, nunca deberíamos tener un brote de algas.
Presencia de cianúrico (CYA) en el agua de la piscina
CYA es la abreviatura de ácido cianúrico, también llamado acondicionador o estabilizador.
La luz solar directa puede descomponer el cloro en cuestión de horas. Entonces, sin protección, el cloro no dura mucho en piscinas al aire libre. Dado que las piscinas cubiertas no tienen exposición directa a los rayos UV del sol, la estabilización del CYA es innecesaria. Y para el agua tratada con bromo, CYA no es compatible y tampoco ofrece ningún beneficio. Es realmente solo para piscinas de cloro al aire libre.
Básicamente, hay dos formas en que se puede introducir CYA en el agua:
1. Agregando CYA como aditivo granular, que es común para piscinas que no usan cloro estabilizado.
2. Usando cloro estabilizado como dicloro y tricloro como desinfectante del agua
CYA tiene un propósito importante, y en niveles bajos, es muy beneficioso. No se necesita mucho CYA para proteger el cloro libre de la luz solar y proporcionar una estabilización adecuada
Sin embargo, el problema no es la estabilización, está en la sobre-estabilización. Mientras el agua se evapora y el cloro se agota, el CYA no. Simplemente se queda en el agua. Y si sigue agregando, CYA simplemente se acumula.
Existe abundante investigación científica disponible sobre el ácido cianúrico y su impacto en el cloro. En resumen: cuanto mayor es el CYA, más débil es el cloro, y es casi a una tasa exponencial. Citar al reconocido experto en química del agua Richard Falk:
"El principal compuesto oxidante y desinfectante es el ácido hipocloroso (HOCl), mientras que el ion hipoclorito (OCl-) y los compuestos de isocianurato (cloro unido al CYA) tienen una capacidad de oxidación o desinfección de orden de magnitud menor". Richard A. Flak
Como si su impacto sobre el cloro no fuera suficiente, hay algo más que debe saber. El ácido cianúrico tiene cierta capacidad de amortiguación, debido a su capacidad para tomar y liberar hidrógeno. La estrategia a seguir es nunca dejar que CYA se acumule demasiado en primer lugar. Use cloro no estabilizado como hipoclorito sódico o cálcico, y si elige usar estabilizador, use una pequeña cantidad y deje de agregar más después de eso. Mantener el CYA al mínimo es la cuarta línea para garantizar el equilibrio del agua y su desinfección.
Autor: Ramiro M. Rodríguez
La gestión de las piscinas, su mantenimiento y las condiciones higiénico-sanitarias del agua se están volviendo una prioridad en este verano 2020. La apertura de instalaciones a partir de la fase 2 de la denominada "nueva normalidad", hace que todo el sector unido esté en pleno trabajo para garantizar un entorno e instalaciones saludables.
Cualquier piscina es capaz de tener una claridad de agua, siempre que tenga los componentes y las prácticas de gestión adecuadas. La mayoría de las piscinas se enfrentan a problemas de turbidez al menos parte de su tiempo. las instalaciones con una claridad de agua sorprendente. ¿Qué están hacer diferente?
La apariencia y sensación de una piscina es un factor emocional para las personas, pero desde el punto de vista de la industria acuática, la claridad del agua también es un tema legítimo para abordar. La claridad del agua es una métrica en la que se puede juzgar a los operadores de las instalaciones, y de hecho, una instalación en sí misma. Para los usuarios, sin embargo, el agua limpia es un factor atractivo y a tener muy en cuenta.
Nadie quiere sumergirse en una piscina sucia y turbia. La grasa y los aceites en la parte superior del agua también son síntomas frecuentes. Si la piscina es de competición cubierta o una piscina recreativa al aire libre, si vemos una piscina desagradable, es natural querer evitarla.
La claridad del agua es uno de los signos más obvios de una piscina bien administrada. Cuando el agua está turbia, todos saben que no es buena. Y, sin embargo, el agua turbia de la piscina es tan común que la gente acaba por aceptarla. Pensamos que el agua turbia es el problema en sí, pero en realidad, el agua turbia esconde un síntoma de problemas más grandes. Problemas con la filtración, o tal vez sea una señal de que la desinfección no es adecuada, lo que en realidad es peligroso.
El agua limpia (es decir, agua saludable) se caracteriza por un nivel en desinfección y oxidación efectivas, y generalmente un alto potencial en el indice ORP El agua limpia es agua equilibrada, con un nivel de cloro libre residual correcto, bajo nivel de cloro residual combinado y sin residuos de bañistas visibles (como aceites en la superficie o lineas de espuma).
Sin embargo, el agua limpia no es necesariamente lo mismo que saludable, simplemente se ve limpia. La claridad es lo opuesto a la turbidez. Definitivamente es posible tener agua clara que lamentablemente esté fuera de balance y sea agresiva. El agua agresiva con bajo LSI se ve increíble. Cuanto más bajo es el pH, más fuerte es el cloro (porque el% de HOCl es más alto) y el agua se ve más limpia. Así que seguro, el agua se verá fantástica y clara, pero a costa del agua ácida que puede causar irritación en los ojos y la piel, así como daños permanentes en la piscina y su equipo
Aspectos para conseguir efectos sobre la claridad del agua
Filtración y recirculación efectiva
Manejo de residuos orgánicos y carbono
Rendimiento y eficacia del desinfectante
Las piscinas utilizan principalmente diversos sistemas de filtración. Independientemente del tipo que se encuentre en su piscina, la filtración efectiva se produce cuando su filtro tiene un buen dimensionamiento, caudal y presión. Los desechos orgánicos tienden a ser pegajosos y aceitosos, lo que crea una 'mugre viscosa'. La mugre viscosa atrae más partículas y se vuelve más gruesa y delgada. Parte de esta mugre y baba puede invitar a la formación de biofilm, lo cual hace altamente resistente al cloro y pueden albergar enfermedades. Además, cuando la suciedad viscosa se extiende por el medio filtrante, puede aglutinarse y hacer que la filtración sea menos efectiva. Esto puede generar problemas como la canalización del filtro, o simplemente filtros desagradables.
La sabiduría convencional en la industria de las piscinas está de acuerdo en que la gran mayoría de las enfermedades y bacterias viven en el medio filtrante, no en la piscina. Eso significa que incluso cuando el agua limpia pasa a través del filtro sucio, está tocando lo peor del sistema.
En términos de comparación de cada tipo de filtro, eso es una cuestión de diferentes opiniones. Sin embargo, una cosa es cierta: la búsqueda del mejor medio filtrante con la mayor capacidad de detección será la mejor inversión posible para conseguir una mejora en la claridad del agua y una reducción del gasto en química.
Los desechos orgánicos son introducidos al agua por bañistas o por factores climatológicos externos. Esto significa que los desechos orgánicos no solo se atascan en el filtro, también acechan en la piscina y generalmente flotan. Es difícil eliminar estos compuestos orgánicos no vivos, ya que el cloro se reduce rápidamente al oxidarlos. Claro, el cloro lo oxidará lo mejor que pueda, pero los desechos orgánicos son complejos, cuando el cloro está diseñado para matar organismos simples (como las bacterias y virus). Se necesita mucho más cloro para oxidar los desechos orgánicos que para desinfectar las bacterias.
Los compuestos orgánicos no vivos son prácticamente inevitables, especialmente en piscinas exteriores. Depender únicamente del cloro para manejarlos es ineficiente, costoso y puede que ni siquiera haga el trabajo. Recordar siempre, el cloro no está diseñado para controlar los deshechos orgánicos. Agregar más no cambia este problema.
De los problemas relacionados con la química que conducen al agua turbia, tener un desinfectante eficiente puede resolver muchos de los problemas. El cloro todavía no está diseñado para desechos orgánicos, pero es la mejor línea de defensa contra la reproducción de microorganismos como las algas. El cloro también puede oxidarse a través de compuestos de nitrógeno como la urea y el amoníaco más rápido que si se reduce con otros oxidantes. El concepto es simple: liberar al cloro para que pueda manejar lo que necesita. Ayudar al cloro a delegar sus responsabilidades cuando sea posible.
Mantener el pH en un buen rango para mantener el equilibrio de LSI, pero lo suficientemente bajo para una resistencia óptima al cloro (↑% HOCl) es un buen comienzo. También puede eliminar los fosfatos, que alimentan el crecimiento de contaminantes. Si bien eliminar los fosfatos no matará nada, le da al cloro una mejor oportunidad de adelantarse a un brote de algas en la piscina.
Por supuesto existen sistemas secundarios de desinfectante y oxidante. Un tratamiento dual con cloro y alternativas de oxidación en base a productos alternativos no clorados será una apuesta que hará de tú piscina, ...infinitamente saludable.
Autor: Ramiro M. Rodríguez
La nitrificación es un proceso natural de conversión de amoníaco y otros compuestos nitrogenados en nitrato, y puede ocurrir en cualquier cuerpo de agua que contenga materia orgánica, como las piscinas. Este proceso puede tener un impacto significativo en la calidad del agua y la salud de los bañistas.
El amoníaco en el agua de la piscina puede provenir de la orina, el sudor y otros fluidos corporales, así como de los productos químicos utilizados para tratar el agua de la piscina. Si el nivel de cloro o desinfectante residual en la piscina no es suficiente, las bacterias pueden convertir el amoníaco en nitrito y luego en nitrato a través de la nitrificación.
La nitrificación en una piscina puede conducir a la formación de algas y otros microorganismos no deseados, así como a la disminución del cloro residual, lo que puede hacer que el agua de la piscina sea menos segura y menos agradable para nadar. Para evitar la nitrificación en una piscina, se recomienda mantener niveles adecuados de cloro residual y otros desinfectantes, y controlar los niveles de materia orgánica en el agua de la piscina mediante la limpieza regular y el mantenimiento adecuado del sistema de filtración.
Los altos niveles de nitratos pueden estimular el crecimiento de algas y otros microorganismos, lo que puede hacer que el agua de la piscina se vuelva turbia y desagradable.
Además, la nitrificación puede producir cloroaminas, un compuesto químico que se forma cuando el cloro reacciona con el amoníaco. Las cloroaminas son irritantes para los ojos y las vías respiratorias, y pueden ser especialmente problemáticas para las personas con alergias o asma.
Para controlar la nitrificación en el agua de la piscina, es importante seguir las siguientes recomendaciones:
Mantén los niveles adecuados de cloro: El cloro es el principal desinfectante utilizado en las piscinas, y es importante mantener los niveles adecuados de cloro para evitar la proliferación de microorganismos y reducir la cantidad de amoníaco en el agua.
Limpia regularmente la piscina: Es importante limpiar regularmente la piscina para eliminar los desechos orgánicos y otros contaminantes que pueden contribuir a la nitrificación. También es importante limpiar los filtros y los skimmers para asegurarse de que están funcionando adecuadamente.
Monitorea los niveles de nitratos: Es importante monitorear los niveles de nitratos en el agua de la piscina para asegurarse de que no están alcanzando niveles peligrosos. Si los niveles son demasiado altos, se puede reducir el uso de productos químicos que contengan nitrógeno y aumentar la frecuencia de las limpiezas.
Controla la cantidad de bañistas: La cantidad de bañistas también puede tener un impacto en la nitrificación. Si hay demasiados bañistas en la piscina, se puede producir una cantidad excesiva de desechos orgánicos y otros contaminantes que pueden contribuir a la nitrificación.
El proceso de nitrificación es catalizado por dos grupos principales de microorganismos: las bacterias Nitrosomonas y Nitrobacter.
Las bacterias Nitrosomonas son responsables de la oxidación del amoníaco a nitrito. Estas bacterias utilizan la enzima amoníaco monooxigenasa para convertir el amoníaco en nitrito, produciendo energía para su propia supervivencia y crecimiento.
Las bacterias Nitrobacter son responsables de la oxidación del nitrito a nitrato. Estas bacterias utilizan la enzima nitrito oxidasa para convertir el nitrito en nitrato, produciendo energía para su propia supervivencia y crecimiento.
Ambas etapas de la nitrificación son esenciales para la conversión completa de amoníaco a nitrato, un proceso importante para la eliminación de la urea y otros compuestos nitrogenados del agua. También es importante destacar que otros microorganismos pueden contribuir a la conversión de nitrato a gas nitrógeno, un proceso conocido como desnitrificación, lo que puede reducir los niveles de nitrato en el agua.
Autor: Ramiro M. Rodríguez
Recién publicada la Orden SND/414/2020, de 16 de mayo, para la flexibilización de determinadas restricciones de ámbito nacional establecidas tras la declaración del estado de alarma en aplicación de la fase 2 del Plan para la transición hacia una nueva normalidad.
En ella se indican las condiciones de reapertura de las piscinas para uso deportivo, así como las condiciones para la apertura al público de las piscinas recreativas.
Artículo 43.
Apertura de piscinas para uso deportivo. 1. Se podrá proceder a la apertura de las piscinas al aire libre o cubiertas para la realización de actividades deportivas con las limitaciones que recoge este artículo. 2. Podrán acceder a las mismas cualquier persona, teniendo carácter preferente el acceso de los deportistas integrados, a través de la correspondiente licencia, en la federación deportiva cuyas modalidades y especialidades deportivas se desarrollen en el medio acuático; natación, salvamento y socorrismo, triatlón, pentalón moderno y actividades subacuáticas. 3. La actividad deportiva requerirá la concertación de cita previa con la entidad gestora de la instalación. Para ello, se organizarán turnos horarios, fuera de los cuales no se podrá permanecer en la instalación. 4. En las piscinas se podrá permitir la práctica deportiva individual o aquellas prácticas que se puedan desarrollar por un máximo de dos personas en el caso de modalidades así practicadas, siempre sin contacto físico manteniendo las debidas medidas de seguridad y protección, y en todo caso la distancia de seguridad de dos metros. Asimismo, se respetará el límite del treinta por ciento de capacidad de aforo de uso deportivo en cada piscina, tanto en lo relativo al acceso, como durante la propia práctica, excepto cuando la piscina se divida por calles de entrenamiento, situación en la que sólo podrá ejercer actividad un deportista por calle, habilitándose un sistema de acceso que evite la acumulación de personas y que cumpla con las medidas de seguridad y protección sanitaria. 5. Únicamente podrá acceder con los deportistas un entrenador en el caso de que resulte necesario, circunstancia que deberá acreditarse debidamente, con excepción de las personas con discapacidad o menores que requieran la presencia de un acompañante. 6. Se podrán utilizar los vestuarios, respetando lo dispuesto al efecto en las medidas generales de prevención e higiene frente al COVID-19 indicadas por las autoridades sanitarias. 7. Se procederá a la limpieza y desinfección de acuerdo con lo señalado en los artículos 44 y 45. Asimismo, a la finalización de cada turno se procederá a la limpieza de la playa de la piscina y de las zonas comunes y, en cada turno, se deberá limpiar y desinfectar el material compartido después de cada uso. Al finalizar la jornada se procederá a la limpieza de la instalación, reduciéndose la permanencia del personal al número mínimo suficiente para la prestación adecuada del servicio. 8. En todo caso, los titulares de la instalación deberán cumplir con las normas básicas de protección sanitaria del Ministerio de Sanidad. Si en la instalación deportiva se realizan otras actividades, o se prestan otros servicios adicionales no deportivos, deberán cumplir con la normativa específica que en cada caso corresponda.
CAPÍTULO X
Condiciones para la reapertura al público de las piscinas recreativas y uso de las playas Artículo 44.
Reapertura al público de las piscinas recreativas. 1. Se podrá proceder a la apertura al público de las piscinas recreativas, quedando permitido el acceso a las mismas por parte de cualquier persona. El aforo máximo permitido será del treinta por ciento de la capacidad de la instalación, siempre que sea posible respetar la distancia de seguridad entre usuarios de dos metros. En caso contrario se reducirá dicho aforo a efectos de cumplir con la distancia de seguridad. 2. Para poder acceder a la piscina se requerirá la concertación de cita previa con la entidad gestora de la instalación. Para ello, se organizarán horarios por turnos, fuera de los cuales no se podrá permanecer en la instalación. 3. Con carácter previo a su apertura se deberá llevar a cabo la limpieza y desinfección de las instalaciones con especial atención a los espacios cerrados como vestuarios o baños. Asimismo, se deberán limpiar y desinfectar los diferentes equipos y materiales como, vaso, corcheras, material auxiliar de clases, rejilla perimetral, botiquín, taquillas, así como cualquier otro en contacto con los usuarios, que forme parte de la instalación. Los biocidas a utilizar para la desinfección de superficies serán aquellos del tipo de producto 2, referidos en el anexo V del Reglamento (UE) n.º 528/2012 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de mayo de 2012, relativo a la comercialización y el uso de los biocidas. Asimismo, se podrán utilizar desinfectantes como diluciones de lejía 1:50 recién preparada o cualquiera de los desinfectantes con actividad virucida que se encuentran en el mercado y que han sido autorizados y registrados por el Ministerio de Sanidad. 4. Lo previsto en este artículo se entiende sin perjuicio de las operaciones de depuración física y química del agua necesarias para obtener una calidad del agua de los vasos adecuada conforme a los anexos I y II del Real Decreto 742/2013, de 27 de septiembre, por el que se establecen los criterios técnico-sanitarios de las piscinas, con la realización de los controles pertinentes, así como del cumplimiento del resto de normativa aplicable.
Artículo 45.
Medidas de higiene y prevención aplicables a las piscinas recreativas. 1. Se procederá a la limpieza y desinfección diaria de la instalación de acuerdo con lo señalado en el artículo 6. No obstante, en aquellas superficies en contacto frecuente con las manos de los usuarios, como pomos de las puertas de los vestuarios, o barandillas, se deberá llevar a cabo una limpieza y desinfección, al menos tres veces al día. 2. Se recordará a los usuarios por medios de cartelería visible o mensajes de megafonía las normas de higiene y prevención a observar, señalando la necesidad de abandonar la instalación ante cualquier síntoma compatible con el COVID-19. 3. En las zonas de estancia de los usuarios, se debe establecer una distribución espacial para garantizar la distancia de seguridad de al menos dos metros entre los usuarios mediante señales en el suelo limitando los espacios. Todos los objetos personales, como toallas, deben permanecer dentro del perímetro de seguridad de dos metros establecido, evitando contacto con el resto de usuarios. 4. El uso y limpieza de los aseos se llevará a cabo de conformidad con lo previsto en el artículo 6.5. Asimismo, se deberá verificar que, en todo momento, estén dotados de jabón y/ o geles hidroalcohólicos o desinfectantes con actividad viricida autorizados y registrados por el Ministerio de Sanidad. 5. No se podrá hacer uso de las duchas de los vestuarios ni de las fuentes de agua.
https://www.boe.es/boe/dias/2020/05/16/ Puedes consultar el Boletín Oficial del Estado pinchando el enlace
Autor: Ramiro M. Rodríguez
La desinfección del agua en las piscinas es un proceso esencial para mantener el agua limpia y segura para los bañistas. Sin embargo, a medida que los productos químicos de desinfección interactúan con los contaminantes en el agua, se forman subproductos de desinfección (DBP, por sus siglas en inglés).
Los DBP son sustancias químicas que se forman cuando los productos químicos de desinfección, como el cloro, reaccionan con los contaminantes en el agua, como sudor, orina, aceites corporales y otros productos químicos. Los DBP pueden tener efectos negativos en la salud de las personas expuestas a ellos, como irritación de la piel y los ojos, problemas respiratorios y efectos carcinogénicos a largo plazo.
Uno de los DBP más comunes que se encuentran en las piscinas es el cloruro de trihalometano (THM). El THM se forma cuando el cloro reacciona con la materia orgánica en el agua. Los THM se han relacionado con un mayor riesgo de cáncer de vejiga y otros efectos negativos para la salud.
Otro DBP común es el ácido dicloroacético (DCAA), que se forma cuando el cloro reacciona con los ácidos orgánicos en el agua. El DCAA se ha relacionado con la toxicidad hepática y la disminución de la función renal.
Además de los THM y DCAA, existen otros DBP que pueden formarse en el agua de las piscinas, como los ácidos haloacéticos (HAA), los aldehídos y los ácidos carboxílicos. La concentración y el tipo de DBP que se forman en el agua de la piscina dependen de varios factores, incluyendo la cantidad de cloro que se agrega al agua, el pH del agua, la temperatura y el tiempo de exposición al sol.
Para reducir la formación de DBP en el agua de la piscina, es importante mantener los niveles de cloro adecuados y monitorear regularmente el pH del agua. También se recomienda limitar la cantidad de contaminantes en el agua, fomentar la ducha antes de entrar en la piscina y limitar la cantidad de bañistas en relación al volumen de agua.
En resumen, la desinfección del agua en las piscinas es esencial para mantener un ambiente seguro y saludable para los bañistas, pero la formación de subproductos de desinfección es un riesgo que no se puede ignorar. Es importante monitorear regularmente la calidad del agua y tomar medidas para limitar la cantidad de contaminantes en el agua y reducir la formación de DBP en el agua de la piscina.
Autor: Ramiro M. Rodríguez
En este post os hablaré sobre la microbiología del agua de las piscinas, es decir, los microorganismos que habitan en el agua de las piscinas y que pueden afectar la salud de los bañistas.
Las piscinas son un ambiente propicio para el crecimiento de microorganismos, especialmente aquellos que se alimentan de materia orgánica y pueden causar enfermedades en los humanos. Algunos de los microorganismos que se encuentran comúnmente en el agua de las piscinas son:
Bacterias: Las bacterias pueden ser patógenas o no patógenas. Las patógenas pueden causar enfermedades como infecciones del oído, del tracto urinario, gastroenteritis, y otros problemas de salud. Las bacterias no patógenas pueden ser beneficiosas para el ecosistema de la piscina.
Virus: Los virus pueden ser transmitidos por el agua y pueden causar enfermedades como hepatitis A, infecciones oculares, y otras enfermedades.
Hongos: Los hongos son comunes en las piscinas y pueden causar infecciones de la piel y las uñas.
Algas: Las algas son microorganismos que crecen en el agua y pueden causar problemas estéticos como el cambio del color del agua, la aparición de manchas verdes en las paredes y el fondo de la piscina, y la obstrucción de los filtros.
Para mantener el agua de la piscina libre de microorganismos patógenos, es importante seguir los siguientes consejos:
Controlar los niveles de cloro: El cloro es el principal desinfectante utilizado en las piscinas y es importante mantener los niveles adecuados de cloro para matar los microorganismos patógenos. Los niveles de cloro deben estar entre 1 y 3 partes por millón (ppm).
Mantener los niveles adecuados de pH: El pH es una medida de la acidez del agua. Los niveles adecuados de pH son entre 7,2 y 7,8. Un pH demasiado alto o demasiado bajo puede afectar la eficacia del cloro y permitir el crecimiento de microorganismos.
Limpieza regular de la piscina: Es importante limpiar regularmente la piscina para eliminar los desechos orgánicos y otros contaminantes que pueden alimentar el crecimiento de microorganismos.
Filtración del agua: Los filtros de la piscina ayudan a eliminar los contaminantes y las partículas en suspensión en el agua, lo que reduce el crecimiento de microorganismos.
En resumen, la microbiología del agua de las piscinas es un aspecto importante para la salud de los bañistas. Mantener los niveles adecuados de cloro y pH, limpiar regularmente la piscina, y utilizar filtros efectivos son medidas fundamentales para garantizar una piscina segura y saludable para todos.
Autor: Ramiro M. Rodríguez
La huella hídrica es una medida que se utiliza para evaluar el consumo de agua de una actividad o producto en particular. En el caso de las instalaciones acuáticas, como piscinas y parques acuáticos, la huella hídrica es especialmente relevante debido a la cantidad de agua que se utiliza en estas instalaciones. En este post, lanzamos una mirada a la importancia de la huella hídrica en las instalaciones acuáticas y cómo se puede reducir este impacto.
Las instalaciones acuáticas consumen una gran cantidad de agua. Las piscinas, por ejemplo, requieren un suministro constante de agua para mantener los niveles adecuados de operatividad. Además, el agua se evapora naturalmente y también se pierde cuando los nadadores salen de la piscina. Los parques acuáticos también utilizan grandes cantidades de agua para sus atracciones, como toboganes y piscinas de olas.
El consumo de agua en las instalaciones acuáticas no solo tiene un impacto ambiental, sino que también puede tener un impacto económico significativo. El costo del agua y su tratamiento puede ser una parte importante del presupuesto operativo de una instalación acuática. Además, si una instalación acuática utiliza demasiada agua, puede haber problemas de suministro y presión de agua en la comunidad local.
Por lo tanto, es importante que las instalaciones acuáticas sean conscientes de su huella hídrica y tomen medidas para reducirla. Aquí expongo algunas formas en que las instalaciones acuáticas pueden reducir su consumo de agua:
Utilizar tecnologías de recirculación y tratamiento de agua: Las instalaciones acuáticas pueden utilizar tecnologías como los sistemas de recirculación de agua y los sistemas de tratamiento de agua para reutilizar y recircular el agua en lugar de descargarla constantemente.
Instalar dispositivos de ahorro de agua: Los dispositivos como los cabezales de ducha de bajo flujo y los inodoros de doble descarga pueden ayudar a reducir el consumo de agua en las áreas de la instalación que requieren agua corriente.
Programar adecuadamente el mantenimiento y la limpieza: El mantenimiento y la limpieza son importantes para la seguridad y la higiene de las instalaciones acuáticas, pero pueden requerir grandes cantidades de agua. Programar estas actividades de manera efectiva y eficiente puede ayudar a reducir el consumo de agua.
Educación y conciencia: La educación y conciencia sobre el consumo de agua y la huella hídrica en las instalaciones acuáticas pueden ayudar a crear un cambio de comportamiento en los empleados y los visitantes, lo que puede tener un impacto significativo en la reducción del consumo de agua.
En resumen, la huella hídrica es un problema importante en las instalaciones acuáticas debido a la gran cantidad de agua que se utiliza. Las instalaciones acuáticas pueden tomar medidas para reducir su consumo de agua, lo que no solo es importante desde una perspectiva ambiental, sino también desde una perspectiva económica. Implementar tecnologías de recirculación y tratamiento de agua, instalar dispositivos de ahorro de agua, programar adecuadamente el mantenimiento y la limpieza, y educar y concientizar son algunas de las formas en que las instalaciones acuáticas pueden reducir su huella hídrica.
Educación y concienciación hídrica en las instalaciones.
Es importante que los usuarios de estas instalaciones sean conscientes de la importancia del uso responsable del agua para garantizar su disponibilidad a largo plazo. A continuación vemos la importancia de educar a los usuarios de las instalaciones acuáticas sobre el uso responsable del agua.
El agua es un recurso limitado y valioso, y su uso responsable es esencial para garantizar su disponibilidad a largo plazo. En las instalaciones acuáticas, el uso del agua es fundamental para mantener la seguridad y la higiene, pero es importante que los usuarios entiendan la importancia de utilizar el agua de manera responsable y reducir su huella hídrica.
La educación sobre la importancia del uso responsable del agua puede llevarse a cabo de diversas formas, como la colocación de carteles informativos en las instalaciones acuáticas y la promoción de prácticas de conservación del agua. Aquí expongo algunas formas en que los usuarios de las instalaciones acuáticas pueden ser educados sobre la importancia del uso responsable del agua:
Promover prácticas de conservación del agua: Las instalaciones acuáticas pueden promover prácticas de conservación del agua, como ducharse antes de entrar en la piscina, no dejar correr el agua innecesariamente, y no usar la piscina como bañera. Estas prácticas pueden ayudar a reducir el consumo de agua y crear una cultura de uso responsable del agua.
Colocar carteles informativos: Las instalaciones acuáticas pueden colocar carteles informativos que expliquen la importancia del uso responsable del agua y cómo los usuarios pueden contribuir a reducir su huella hídrica. Estos carteles pueden incluir consejos útiles, como apagar los grifos cuando no se estén usando, y cuánto agua se utiliza en diferentes actividades.
Capacitar al personal: El personal de las instalaciones acuáticas puede ser capacitado en prácticas de conservación del agua y en la importancia del uso responsable del agua. El personal puede servir como modelo a seguir para los usuarios y puede ayudar a fomentar una cultura de uso responsable del agua en la instalación.
Fomentar la responsabilidad personal: Es importante que los usuarios de las instalaciones acuáticas se sientan responsables del uso del agua y se les anime a tomar medidas para reducir su huella hídrica. Se pueden proporcionar consejos prácticos y fáciles de seguir para que los usuarios puedan implementarlos en su vida diaria.
En resumen, la educación sobre la importancia del uso responsable del agua es esencial en las instalaciones acuáticas para garantizar la disponibilidad a largo plazo de este recurso limitado. Al promover prácticas de conservación del agua, colocar carteles informativos, capacitar al personal y fomentar la responsabilidad personal, los usuarios pueden ser educados sobre cómo reducir su huella hídrica y contribuir a un uso más responsable del agua.
Autor: Ramiro M. Rodríguez
La fotocatálisis es una tecnología avanzada de tratamiento de agua que se utiliza cada vez más en piscinas para mejorar la calidad del agua. Esta tecnología aprovecha la energía de la luz solar o de la radiación ultravioleta para activar un fotocatalizador, generalmente dióxido de titanio (TiO2), que descompone y oxida los contaminantes orgánicos y microorganismos presentes en el agua de la piscina.
¿Cómo funciona la fotocatálisis en el agua de piscinas?
En la fotocatálisis, el dióxido de titanio se adhiere a la superficie de las partículas y materia orgánica presentes en el agua de la piscina. Cuando la radiación UV o la luz solar incide sobre la superficie del dióxido de titanio, los electrones de valencia se excitan y se mueven al nivel de conducción, formando electrones y huecos electrónicos. Estos huecos electrónicos reaccionan con las moléculas de agua en la superficie del dióxido de titanio para crear radicales hidroxilo altamente oxidantes y muy reactivos. Estos radicales hidroxilo pueden descomponer y oxidar la materia orgánica y los microorganismos presentes en el agua de la piscina.
¿Cómo se implementa la fotocatálisis en una piscina?
Para implementar la fotocatálisis en una piscina, se necesita un fotocatalizador, generalmente dióxido de titanio, que se agrega al agua de la piscina. El fotocatalizador se activa mediante la exposición a la luz solar o a la radiación ultravioleta, que puede provenir de una lámpara UV. Es importante tener en cuenta que la fotocatálisis no debe ser el único método de tratamiento de agua utilizado en una piscina. Se recomienda combinar la fotocatálisis con otros métodos de tratamiento de agua, como la desinfección química y la filtración para proporcionar un tratamiento completo y seguro del agua de la piscina.
¿Qué beneficios tiene la fotocatálisis en el agua de piscinas?
Cuando se utiliza dióxido de titanio (TiO2) como un fotocatalizador en el agua de la piscina, sucede lo siguiente:
Adsorción: El dióxido de titanio se adhiere a la superficie de las partículas y materia orgánica en el agua de la piscina.
Excitación: La radiación ultravioleta o luz solar excita al dióxido de titanio y hace que sus electrones se muevan desde el nivel de valencia al nivel de conducción, lo que forma electrones y huecos electrónicos.
Producción de radicales libres: Los huecos electrónicos del dióxido de titanio reaccionan con las moléculas de agua en la superficie del material, creando radicales hidroxilo (OH•) altamente oxidantes y muy reactivos. Estos radicales hidroxilo pueden descomponer y oxidar la materia orgánica y los microorganismos en el agua de la piscina.
Descomposición de contaminantes: Los radicales hidroxilo atacan y descomponen los contaminantes orgánicos en el agua de la piscina en compuestos más pequeños como dióxido de carbono y agua.
Prevención de crecimiento de microorganismos: La fotocatálisis también puede ayudar a prevenir el crecimiento de microorganismos, como algas, en el agua de la piscina, ya que los radicales hidroxilo producidos pueden atacar y oxidar sus células.
La cantidad de dióxido de titanio (TiO2) que se puede utilizar en el agua de una piscina depende de varios factores, como el tamaño de la piscina, el nivel de contaminantes presentes en el agua y la calidad del agua de entrada.
El dióxido de titanio es seguro y se considera no tóxico en cantidades pequeñas, pero se recomienda usarlo en concentraciones bajas para evitar cualquier posible impacto en la salud y seguridad de los bañistas. Las concentraciones de dióxido de titanio en el agua de la piscina que se utilizan para la fotocatálisis generalmente varían de 0,01 a 0,1 partes por millón (ppm).
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la concentración óptima de dióxido de titanio dependerá de muchos factores, como la calidad del agua, la exposición a la luz solar, el tiempo de tratamiento y otros tratamientos utilizados en combinación con la fotocatálisis. Por lo tanto, se recomienda que se realice una evaluación y prueba adecuada antes de implementar la fotocatálisis en una piscina y siempre seguir las instrucciones del fabricante del producto.
Autor: Ramiro M. Rodríguez
La desinfección del agua de las piscinas es una tarea fundamental para garantizar la seguridad e higiene de los bañistas. Existen diferentes métodos para desinfectar el agua de las piscinas, como la cloración, la ozonización o la radiación ultravioleta. Sin embargo, hoy en día, la electroporación se presenta como una alternativa avanzada y eficiente para la desinfección del agua de piscinas.
Cuando se aplica un campo eléctrico de alta intensidad, se produce un cambio en el potencial eléctrico de la membrana celular de los microorganismos, creando poros en ella y permitiendo que el contenido celular se escape y se desintegre. De esta manera, se logra una eliminación efectiva de los virus y bacterias presentes en el agua.
Es una técnica muy efectiva ya que es capaz de eliminar microorganismos resistentes a otros métodos de desinfección, como los virus del norovirus y adenovirus. Además, su acción es inmediata, lo que significa que los microorganismos son eliminados en el momento en que se aplica el campo eléctrico. Estos pulsos eléctricos crean una corriente que provoca la ruptura de las membranas celulares de los microorganismos, como las bacterias y los virus, lo que impide su reproducción y supervivencia. De esta manera, se consigue una desinfección efectiva del agua sin necesidad de utilizar productos químicos, lo que la convierte en una alternativa sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Además, la electroporación tiene otras ventajas frente a otros métodos de desinfección del agua de las piscinas. En primer lugar, es un proceso rápido y eficiente, que puede desinfectar grandes volúmenes de agua en poco tiempo. También es un proceso seguro, ya que no produce subproductos tóxicos ni residuos peligrosos. Y, por último, es un proceso económico, ya que requiere un bajo mantenimiento y un bajo consumo energético.
En definitiva, la electroporación se presenta como una alternativa avanzada y eficiente para la desinfección del agua de piscinas, que permite conseguir una desinfección efectiva sin utilizar productos químicos, de manera rápida, segura y económica. Si estás interesado en este sistema de desinfección para tu piscina, no dudes en contactar con profesionales especializados en electroporación para conocer más sobre esta tecnología innovadora.
Autor: Ramiro M. Rodríguez
El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado el Real Decreto 46/2022, de 18 de enero, por el que se establecen determinadas cualificaciones profesionales de las familias profesionales, entre ellas la de mantenimiento de piscinas y otras instalaciones acuáticas (Anexo 12 del RD), que se engloba dentro de la ‘Familia Profesional Seguridad y Medio Ambiente’.
Según se indica en la normativa, las comunidades autónomas han participado en el elaboración y actualización de las cualificaciones profesionales que se anexan a la presente norma, a través del Consejo General de Formación Profesional, en las fases de solicitud de expertos para la configuración del Grupo de Trabajo de Cualificaciones, contraste externo y en la emisión del informe positivo que de las mismas realiza el propio Consejo General de Formación Profesional, necesario y previo a su tramitación como real decreto.
En el caso del sector de la piscina, la patronal española, ASOFAP, ha estado trabajando con el Ministerio de Educación en los dos últimos años. Por ello afirma que “esta cualificación profesional ha sido una demanda histórica del sector empresarial profesional que representa ASOFAP, con el fin de que hubiera un currículum formativo acorde a los requisitos que debe tener un profesional del mantenimiento de piscinas y, consecuentemente, un certificado oficial que acredite que dicho profesional dispone de tales conocimientos y competencias, y así combatir el intrusismo profesional que frecuentemente hay en el sector. Una cuestión que beneficia al sector y a los titulares de las instalaciones”.
La patronal califica la publicación de esta cualificación profesional como “un paso muy importante para el sector, que abre el camino a nuevos pasos que ahora deberemos hacer, tales como definir los materiales de los programas de formación de esta disciplina y, sobre todo, una vez se publique el certificado de profesionalidad correspondiente, el acceso a la certificación para los profesionales que ya están en activo en el sector”. “Con hitos como estos se evidencia la importancia de disponer de una patronal como ASOFAP. Y el compromiso de sus empresas asociadas con el progreso técnico y económico de este sector”, asevera.
Contenido
Recogida en el Anexo XII del RD 46/2022, la propia cualificación profesional para mantenimiento de piscinas y de otras instalaciones acuáticas define que su competencia general es “operar en los procesos de limpieza, tratamiento del agua y mantenimiento de piscinas y otras instalaciones acuáticas, cumpliendo la normativa relativa a protección medioambiental, planificación de la actividad preventiva, salud púbica, la utilización de biocidas y los estándares de calidad”. Y como unidades de competencia apunta:
Realizar los procesos de limpieza, mantenimiento de equipos y tratamiento del agua de vasos de piscinas y otras instalaciones acuáticas.
Llevar a cabo operaciones de preparación y traslado de utensilios, equipos, productos, precursores de productos biocidas y artículos tratados empleados en los servicios de control de organismos nocivos.
Realizar las funciones de nivel básico para la prevención de riesgos laborales.
También se define el ámbito laboral, como el que “desarrolla su actividad profesional en el área de gestión ambiental, dedicado a la seguridad y medio ambiente en actividades de limpieza, tratamiento del agua y mantenimiento de piscinas y otras instalaciones acuáticas en entidades de naturaleza pública o privada, en grandes, medianas y pequeñas empresas, tanto por cuenta propia como ajena con independencia de su forma jurídica. Desarrolla su actividad dependiendo en su caso, funcional y/o jerárquicamente de un superior. Su actividad profesional está sometida a regulación por la administración competente. En el desarrollo de la actividad profesional se aplican los principios de accesibilidad universal y diseño universal para todas las personas de acuerdo con la normativa aplicable”. Se señalan las ocupaciones y puestos de trabajo relevantes: aplicadores y operadores para el mantenimiento y tratamiento de la calidad del agua y control del aire en piscinas y otras instalaciones acuáticas; aplicadores y operadores de piscinas-parques acuáticos; aplicadores de biocidas; y limpiadores y mantenedores de piscinas y otras instalaciones acuáticas.
Módulos formativos
Y, por último antes de entrar en detalle sobre las realizaciones profesionales y criterios de realización, se apuntan los módulos formativos correspondientes a esta cualificación:
Limpieza, mantenimiento de equipos y tratamiento del agua de vasos de piscinas y otras instalaciones acuáticas (240 horas).
Aplicación de operaciones de preparación y traslado de utensilios, equipos, productos, precursores de productos biocidas y artículos tratados empleados en los servicios de control de organismos nocivos (60 horas).
Gestión a nivel básico de la prevención de riesgos laborales (60 horas).
El RD 46/2022 se puede descargar en el siguiente enlace (Anexo XII, páginas 512- 555).
Una investigación de la UAB demuestra que utilizar CO2 en lugar de ácido clorhídrico en las piscinas reduce los compuestos nocivos presentes en el aire, manteniendo la eficacia como reductor del pH del agua. Además, el CO2 tiene ventajas ambientales, dado que su uso en el agua reduce el balance de emisiones de gas de efecto invernadero y el agua de renovación, una vez desechada al medio, es menos nociva para los organismos. La investigación ha sido publicada en la revista Chemosphere.
Investigadores de la UAB han analizado el efecto de utilizar dióxido de carbono (CO2) en substitución del ácido clorhídrico (HCl) para controlar la acidez (pH) del agua en las piscinas, en combinación con el hipoclorito sódico (NaClO) para la desinfección. La investigación se ha llevado a cabo experimentalmente a lo largo de 4 años en dos piscinas de la UAB y en una piscina del Consell Català de l’Esport, en Barcelona. El agua de las piscinas era tratada con CO2 y con HCl en períodos alternativos, y los científicos examinaban la composición del agua y del aire más cercano a la superfície (el que respiran los bañistas).
Los resultados, publicados en la revista Chemosphere, han puesto de manifiesto que el CO2 tiene ventajas muy claras respecto al ácido clorhídrico. La primera de las ventajas, la que motivó la investigación, es que utilizando CO2 se evita la posibilidad de mezclar accidentalmente ácido clorhídrico e hipoclorito sódico, provocando una reacción que libera gran cantidad de gas tóxico y que supone un riesgo tanto para el personal que manipula estos compuestos como para los usuarios de la piscina.
Pero los científicos han observado una ventaja adicional inesperada: el uso de CO2 reduce la formación de substancias oxidantes, cloraminas y trialometanos, substancias nocivas para la salud producidas al reaccionar el hipoclorito sódico con los restos orgánicos del agua, y que producen el característico olor a cloro en las piscinas.
Además, la incorporación del CO2 en el agua tiene ventajas ambientales. Por un lado, se reduce la emisión global del gas de efecto invernadero de la instalación y hace disminuir su “huella ecológica”. Por otro lado, el gas no cambia la conductividad eléctrica del agua, algo que sí sucede cuando se utiliza ácido clorhídrico y que afecta a los organismos vivos una vez el agua de la piscina es rechazada al medio como agua residual.
En la investigación han participado Anton Gomà, del Servicio de Actividad Física de la UAB; Albert Guisasola, Carlota Tayà, Juan A. Baeza, Albert Bartrolí y Javier Lafuente, del Departamento de Ingeniería Química de la UAB; y Mireia Baeza y Jordi Bartrolí, del Departamento de Química de la UAB.
Fuente: Universitat Autònoma de Barcelona
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