Estas hasta cuando no estoy

Una noche ya rendidos de encontrar a nuestro gato, escuchamos maullidos cerca y al asomarnos a la ventana vimos una gata siamesa muy delgada. Ella misma entró y se acostó en el bar, se dejaba acariciar y parecía que ya era nuestra, le dimos comida, pero esa misma noche se fue

Pasaron los días y ella a veces nos visitaba, pero mi madre hermano y yo ya hasta la habíamos nombrado Mocca y queríamos que se quedara. Así que un día la secuestramos

Al poco tiempo nos enteramos que no solo habíamos secuestrado a un gato, debían de ser más, pues Mocca aunque estuviera hasta los huesos, tenía una barriga de mamá.  

A las dos semanas una noche mi hermano y yo salimos a comprar pizza, de vuelta a casa nos encontramos un gatito carey en una esquina y también nos la llevamos. El nombre azul, mi rayo de luz.

La primera noche después de un baño para azul nos acostamos a dormir, ella se arruncho en mi pecho y descansamos. Hasta las 2 de la mañana del día siguiente que nos llama mi madre para informarnos que Mocca al fin tendría sus gaticos. La emoción nos consumía, moríamos por ver cuántos y de qué color serian. Al fin fueron cuatro crías, todos igual, negros con machas blancas. A los 15 días y con un poco más de fuerzas ya habían abiertos sus ojitos, mientras que la tía azul se iba en sus tiempos libres a cuidarlos para que Mocca se diera un descanso.Aunque no fue una decisión fácil de tomar, decidimos quedarnos con los 6 gatos para mantener la familia unida y ya era hora de darles un nombre a los pequeños.

Nombramos Oreo al único macho, se distingue por la mancha que tiene en medio de su cara, Perla a la gemela de Oreo por tener la misma mancha blanca pero un poco más delgada, Niebla a la más pequeña que se distingue por tener botas blancas y Mavis la gemela de Niebla, pero un poco más pesada y amargada No suficiente con 6 , poco nos enteramos que un amigo de la familia tenía una gata que también había tenido crías y nos pidió el favor de ayudarle a dar en adopción a uno, cuando conseguimos quien lo adoptará esa persona ya cuando ya teníamos a él gatito en la casa se retractó y tuvimos quedarnos con él. Era igual pero diferente, era blanco con manchas blancas y muy peludo, lo llamamos Valentín.

Pasaron los meses y cada uno iba creciendo y mostraron su verdadera personalidad.  Todos muy diferentes, lo único que tenían en común era el amor por nosotros, diferentes formas de expresarlo, pero al mismo nivel.

No todo fue color de rosas, pasamos por un momento difícil en el que algunos iban enfermando, tenían heridas en sus rostros y aunque pudimos controlarlos bien al principio, Mavis el paso mal, le creció algo en su pecho y no teníamos mucha esperanza de que sobreviviera, nos dolía mucho verla sufrir y entre todos nos turnábamos para cuidarla. Habíamos tomado la decisión de dormirla. Al día siguiente al verla, estaba como nueva, pudimos salvarlos a todos. Aunque todos volvimos a la normalidad se puede ver en Mavis su desconfianza con la gente y que no volvió a ser la misma gata Actualmente ya los 7 están grandes y Mocca en una de sus escapadas se volvió a preñar. El 5 de septiembre tuvo 3 gatos negros, quedara en incógnita lo que pase con ellos.