ALGUNOS DE MIS DIAS FAVORITOS
Mi día favorito de pequeña era cuando iba el trabajo de mi papá, él es nutricionista en el hospital de San Cristóbal de Venezuela, se encargaba de la composición de los alimentos y los procesos de producción y transformación y se encarga de hacer las recetas de cada paciente y qué comida podían consumir y que no, yo le ayudaba a repartir la comida a los pacientes me gustaba pasar por pediatría veía a muchos niños ya sea con enfermedades terminales o con simples resfriados acompañados de sus padres. En pediatría debes en cuando venían payasos al hospital a animar a los niños, haciéndolos reír.
La comida era muy balanceada dependiendo de lo que podías comer, el hospital era como un laberinto, pasar por cada corredizo las paredes blancas y subir y bajar por el ascensor era divertido y el frío en el hospital era agradable. Muchas veces tuve que ir sobre todo por enfermedades o consultas, ya sea ir al dentista y al otorrinolaringólogo, ya que sufría mucho de hemorragias nasales, a la final no era nada grave.
A los 8 años, Salí de madrugada al hospital con mis padres por vómito, ingresé por emergencias a pediatría, fue un proceso difícil, me diagnosticaron dengue hemorrágico, cada rato me cambiaban el suero y los miles de veces que ingresaron una aguja por mi brazo sentía un fatigo y una sensación de cansancio, ahora era a mí la que traían la comida mi papa pasaba a traerla, en mi caso tuve mucha hidratación y una dieta estricta, mi madre me acompaña en este proceso. No poder caminar era lo peor, me desplazaba en una silla de ruedas, permanecí una semana en el hospital, en el último día, me hicieron exámenes de plaquetas para verificar si había mejorado, esperaba no volver al hospital como paciente, sino acompañar a mi papá en su trabajo.
Creo que tener que trabajar en un hospital sería muy agobiante ver a todas las personas que les darán un diagnóstico, ya sea malo o bueno y tratarlos con la mejor actitud, pero es una profesión que salva vidas, ayudan a las personas, de pequeña veía a los doctores como héroes y que podían salvar a todos de cualquier dificultad. Mi padre me habla de sus experiencias en el amor, sobre todo en el área de oncología pediátrica, ya que es una experiencia muy apegada a la esperanza
Mi padre tiene mucha pasión por su trabajo y cómo funciona el cuerpo humano y también es restaurador de carros antiguos, le interesa mucho los autos antiguos y de todo un poco de los años 50 y 80, creo que yo también tengo un alma vieja, por el hecho de que amo la música antigua y clásica.
Al entrar en vacaciones asistía a un plan vacacional que proporcionaba el hospital podía ir a divertirme toda la semana me entusiasmaba por conocer nuevas personas y divertirme hacer actividades como ir al cine, la piscina, etc. Un día cuando fuimos a la piscina por alguna razón al tirarme me choque con un niño y paso algo tan singular literalmente me mordió la frente yo ni pendiente me había dado de cuenta cuando una de las personas que nos estaban cuidando se dio de cuenta que me sangraba la frente solo me cargo y me llevo a que me atendiera todo parecía un caos, ya que no llevaban los implementos para coserme una herida entonces toco con una aguja ni sentí los dos puntos que me pusieron y al terminar el día volvía al hospital y regresaba con mi papá.
En vacaciones íbamos a la playa viajábamos con mi papá y mi mamá en el bus, nos gustan las playas el camino hacia allá daba muchas vueltas los días eran tan soleados nos quedamos en un hotel y al día siguiente íbamos temprano a la playa porque notros somos andinos lo cual estamos propensos a la insuficiencia del yodo a enfermedades tiroideas y bocio endémico lo cual las horas tempranas en la playa es enriquecedora en salitre y yodo los cuales nos hace prevenir estas enfermedades según mi papá y, ya que quedaba tan cerca solo caminábamos muy poco, sentir arena en los pies y las pequeñas piedras que hay es muy satisfactorio se siente una sensación de bienestar a mí me encanta recolectar caracoles que encontraba en la arena me gustaba hacer castillos de arena y ver como los derrumbaba con el agua.
Enterrar a mi papá en la arena era divertido y al ver las olas del mar moverse al compás me hace sentir una oleada de calma el agua era cristalina, tan clara que podían ver las pequeñas rocas y la arena en mis pies, nos llevara a otra playa nos cruzaban en bote, era maravillo escuchar el incesante golpeteo de las olas hacia el bote se sentía que en cualquier momento nos caeríamos, al bajarnos había una escultura y puestos de comida durábamos hasta las cinco y luego volvíamos al bote para que nos devolviera a la orilla pasamos una semana en la playa y regresamos a la casa, pero aseguro que estas fueron unas de las mejores vacaciones.