Mi historia 

                                                      


UN VIAJECITO POR AHÍ  

Todo sucedió en el año 2022 a mitad de septiembre de dicho año, pero, antes de comenzar comentare que yo practico karate desde el año 2020 en la ciudad de Cúcuta, en mi dojo somos una familia y somos super competitivos, retomando la historia, anualmente se realizan torneos en diferentes partes del país, en dichos torneos se compite con diferentes dojos y organizaciones a nivel nacional e internacional. En el año 2022 el campeonato se hizo en la ciudad de Medellín y mi sensei decidió asistir junto con los de mi dojo, mi asistencia al campeonato era dudosa, pero, pude asistir. El viaje fue muy improvisado por lo que una amiga y compañera de entreno y yo nos tuvimos que ir por tierra, el viaje al ser improvisado fue algo fastidioso, pero en el camino la pasamos genial, hablamos, nos reímos, jugamos, dormimos y comimos un montón. Al llegar a Bucaramanga hicimos transbordo y esperamos tres horas hasta que llegara el bus a las 5 de la mañana, llegamos a nuestro destino el cual era la casa de un sensei llamado Elvis a eso de la 1:35 del mediodía. Al llegar nos estaba esperando ahí un ex novio el cual también practicaba karate, el se fue en avión, nos recibieron y fuimos a comer. Al día siguiente nos encontramos con unas mamas las cuales eran Johana mama de Juan Carlos, Jaquel y Samuel, también llego Lili mama de Anderson. Al día siguiente fuimos a buscar un hospedaje para Lili, Johana y los niños. Pasamos pena, porque son niños en una ciudad linda muy diferente a Cúcuta además muy fresca, ellos corrían, jugaban y gritaban en el metro, fue demasiado chistoso escuchar a Lili y Johana regañando a Juan Carlos, Jaquel y Anderson.

pudimos encontrar un alojamiento para ellos y Alexandra y yo hicimos ese día la cena para todos, la experiencia de cocinar para quienes quieres y apreciar es muy reconfortante. Los niños repitieron y dijeron que cocinaba mejor que la mama, fue chistoso. Después de eso Alexandra, Abraham (ex novio) y yo nos fuimos al apartamento del sensei Elvis, esperamos que ellos cenaran y bajamos al estacionamiento a practicar algo de kata, era necesario ya que la competencia era al día siguiente y debíamos adaptarnos a la altitud de la cuidad, eso afecta el rendimiento de un deportista, aunque no lo crean muchas personas, esto es debido a que los pulmones buscan mas oxigeno y al ser una ciudad alta el oxigeno es u poco mas escaso. Al día siguiente nos fuimos con toda la energía al torneo ya que nos correspondía participar a Samuel, Alexandra, Abraham y yo. Nuestra categoría comenzó a pasar alrededor de las 2 o 4 de la tarde la primera e competir fui yo y la verdad no me fue bien, no me quiero justificar, pero el nivel deportivo de la liga de karate en Medellín es totalmente superior esto se debe al apoyo que hay por parte de la alcaldía a los deportes, algo que en Cúcuta no existe. Después de mi paso Alexandra, ella gano medalla de bronce en combate y creo que, en kata igual, Abraham pasó y creo que tampoco gano medallas y después pasó Samuel y ganó medalla de bronce en combate, nos jugó mal la respiración y nos cansamos muy rápido. Al irnos nos fuimos decepcionados, pero, a la vez me fui feliz de haber visto competir atletas de talla nacional y mundial compitiendo conmigo, muchas de las chicas con las que competí fueron a campeonato mundial de karate en Turquía. Al día siguiente les correspondía competir a los niños, Anderson y Juan Carlos. Ellos se destacaron, ganaron una buena cantidad de medallas además de eso se ganaron el interés de la liga de karate antioqueña, por otra parte, abriré un pequeño paréntesis para hablar de mi relación con Abraham durante esos días. Para hablar de ellos haré una pequeña introducción sobre la relación, Abraham y yo nos conocimos en el dojo y sentí amor a primera vista, con el tiempo nos hicimos pareja y ya para el viaje teníamos 10 meses juntos, fueron los mejores días para la relación y para nosotros se sintió mágico, con el simple hecho de que despertara junto a el todas las mañanas me hace pensar que quisiera quedarme a vivir en ese recuerdo por siempre, convivimos juntos 24/7 durante 5 días, días en los que lo conocía aún más, lo amaba mas que nunca durante esos días, sé que tanto él como yo durante esos días fuimos los pubertos más felices del mundo, nos tomamos muchísimas fotos durante el viaje, hubo un momento en el que fantaseamos con irnos a vivir a Medellín juntos en algún momento de nuestras vidas y ahí formar nuestras vidas y tener nuestra familia, simplemente es el mejor recuerdo que tengo en mi vida hasta este momento. (En el momento en el que estoy escribiendo esto recuerdo todo y sé con certeza que no sentiré dos veces eso, él fue el amor de mi vida y recuerdo esos días como los más bonitos de la relación los guardare siempre en lo mas profundo de mi corazón y lo amo muchísimo hasta e sol de hoy). Al finalizar la categoría de los niños comenzó la categoría de senséis, tengo la suerte de tener al mejor sensei del mundo y es muy buen competidor, obviamente él y el sensei Elvis ganaron medallas de oro en cada una de las categorías en las que compitieron. Al finalizar fuimos al apartamento, nos relajamos y pedimos pizza, esa cena fue increíble, nos reímos un montón, mi sensei nos hizo reír demasiado contándonos anécdotas y chistes en conjunto con el sensei Elvis. Al día siguiente fuimos a pasear por el poblado, centros comerciales y nos metimos en un parque de juegos, ahí nos cansamos de jugar en los carritos chocones, lo malo es que todos se iban en contra de mí, también hubo un momento en el que me quede sentada en un jueguito analizando a un señor asiático que solo jugaba y jugaba en una sola maquina y era muy bueno, ganaba y ganaba tickets, me tomaron fotos observando a ese señor, pero es que la verdad si estaba muy concentrada viéndolo, me causó curiosidad el hecho de que no se movía de esa máquina después nos fuimos al apartamento, y nos acostamos, creo que al día siguiente fuimos al hospedaje a pasar la mañana  y almorzar allá, recuerdo haber cocinado junto con Abraham fue muy lindo, porque a todos les gusto mi comida y Abraham me ayudó, además de eso pasamos bien ese rato, todos almorzamos y nos fuimos al apartamento, pero hubo un pequeño inconveniente el cual era que ninguno había llevado talco, todos teníamos pecueca, fue algo desagradable pero ahora lo recuerdo y me da risa. Al día siguiente nos devolvíamos a Cúcuta y era el cumpleaños de Abraham, lloré un poquito cuando se fue, pero al menos estuve toda la madrugada con el y parte de la mañana. Alexandra y yo teníamos un problema, nos quedamos sin dinero, y mi papá pudo consignarme y a ella sus hermanas, con eso nos fuimos a eso de las 6 pm, de hecho, nos sobró dinero, el viaje de regreso a Cúcuta fue mas agotador ya que se demoro mucho más que el anterior, debido a las lluvias y unos accidentes que se presentaron debido a esto, Alexandra y yo nos entretuvimos viendo películas y comiendo, también dormimos muchísimo. Después de un rato nos percatamos de que en el puesto de adelante había unos pasajeros con un perrito, para ser especifica era un bulldog francés, aún era un bebé, la niña me lo prestó un ratito y me tomaron fotos con el perrito fue muy muy tierno estar con ese perrito. Al llegar a Cúcuta Abraham nos fue a recoger a la terminal de buses y me acompañó a la casa, sé que cuando llegué estaba super cansada del viaje y lavé toda esa ropa que traía desde Medellín. Si dios me da la oportunidad de volver no la desperdiciaría, el estar allá con las personas que quiero me hizo muy feliz y sin dudarlo devolvería el tiempo para disfrutar esos días mucho más de lo que lo hice. Para mi Medellín se volvió la ciudad del amor a la colombiana y allí aprendí a conocer mas a las personas que me rodeaban, sin más que decir acabo esta linda anécdota de mi vida espero no olvidarla y les deseo a los demás que pueda vivir un viaje, un amor y una pasión tan linda en sus vidas también, puede que no haya ganado nada n ese torneo, pero, no me arrepiento de las vivencias que tuve en ese lugar.