Esta dinámica es una idea de Lourdes Domenech para la lectura de Wonder
Se forman 4 grupos de 4 alumnos.
Dos de los grupos se colocan en un extremo de la clase y en el extremo opuesto se colocan lo otros dos.
Los dos grupos alternarán los papeles: mientras uno desarrolla la dinámica de discusión, el otro asume el papel de observador. Primero inicia la dinámica un grupo: 4 participantes se sientan alrededor de una mesa, sobre la cual hay dos barajas (una con conceptos y otra con citas).
Primero se reparten las cartas de los conceptos (6 para cada participante).
Segundo, se colocan las cartas de las citas en el centro de la mesa y boca abajo.
A continuación, un participante asume el papel de iniciador, esto es, levanta una carta de la baraja de las citas y la lee en voz alta. Después, se cronometra medio minuto o un minuto, tiempo durante el cual cada miembro debe considerar qué palabras de las que les han tocado se pueden relacionar con lo que dice la cita. Transcurrido este tiempo, se abre un debate a partir de la cita, que puede girar sobre cualquier aspecto de la obra. El objetivo es que los alumnos construyan un discurso ordenado y coherente, y demuestren haber hecho una buena comprensión de la obra. La ronda finaliza cuando se han comentado cuatro citas, es decir, cuando cada miembro ha levantado y leído una de ellas. En cada ronda, se puede descartar solo una cita, en el caso de que no sea lo suficientemente inspiradora.
Las citas comentadas se descartan, de manera que en cada ronda se debate sobre citas distintas.
Una vez terminada la ronda, se cambian los papeles. Los participantes pasan a desempeñar el papel de observadores. Estos últimos, tomarán nota de los aspectos comentados y puntuarán las intervenciones con una escala de valoración de tres colores: óptimo (verde) - aceptable (azul) - mejorable (rojo).
Una baraja de cartas con palabras asociadas a objetos, lugares o momentos de la serie (accidente, casco, fiesta,, puñetazo, fotografía...)
Se extiende la baraja con las cartas boca abajo. Un voluntario elige una carta, lee la palabra e inicia el comentario a partir de aquello que le inspira. La baraja ayuda a romper el hielo y a evitar la dispersión de temas que inicialmente se produce en las tertulias, sobre todo cuando son grupos con ratios elevadas. Las cartas pueden seguir usándose, cuando la participación decae, pero también puede prescindirse de las mismas, si los comentarios de los lectores fluyen sin necesidad de elementos motivadores.