En un rincón de nuestra ciudad, donde las historias de trabajo y esfuerzo se entrelazan con los aromas de la tradición, nació Ñuble, una pollería que honra la experiencia, el sacrificio y el amor de una mujer extraordinaria: Doña Marcela.
Desde muy joven, Marcela encontró su vocación en las carnicerías. Durante más de 30 años, perfeccionó el arte de seleccionar las mejores piezas de carne y se ganó el respeto de su comunidad por su dedicación y su ojo experto. Pero más allá de su oficio, había algo que la hacía aún más especial: su pasión por la cocina.
Marcela no solo conocía la carne; sabía cómo transformarla en auténticos manjares. Cada domingo, después de largas jornadas en el mercado, preparaba su icónico pollo al horno. Con una marinada secreta de especias y hierbas que había aprendido de su madre, conquistó a su familia y amigos. Con el tiempo, todos coincidían: ¡Marcela, deberías abrir un lugar donde la gente pueda probar esto todos los días!
Y así nació Ñuble, una pollería que lleva el nombre de la calle donde Marcela dio sus primeros pasos en el mundo de las carnicerías. Más que un negocio, Ñuble es el resultado de décadas de esfuerzo, amor por la buena comida y el deseo de compartir ese sabor casero que evoca recuerdos y crea nuevos momentos en la mesa.
El Corazón de Ñuble
En Ñuble, la calidad no es un lujo; es un principio. Cada pollo que ofrecemos es cuidadosamente seleccionado, siguiendo los altos estándares que Marcela siempre aplicó en su carnicería. Nuestra receta estrella, el pollo al horno marinado, es un tributo a su legado, preparado con el mismo esmero que ella puso en cada comida familiar.
Además del pollo, en Ñuble encontrarás una variedad de guarniciones caseras como puré de papas, ensaladas frescas y nuestra salsa especial, una combinación única de sabores que se ha convertido en nuestro sello distintivo.
Nuestro Compromiso
En Ñuble, cada plato cuenta una historia. Una historia de trabajo incansable, de amor por la tradición y de un compromiso inquebrantable con la calidad. Queremos que cada cliente que cruce nuestras puertas sienta el calor de un hogar, el sabor de la autenticidad y el cuidado que ponemos en cada detalle.
Un Mensaje de Doña Marcela
"Trabajé toda mi vida en carnicerías, pero siempre soñé con algo más. Quería crear un lugar donde la gente no solo encontrara buena comida, sino también una conexión con los sabores de casa. En Ñuble, cada plato lleva el cariño y la dedicación con la que alimenté a mi familia durante años. Es mi forma de compartir lo mejor de mí con ustedes."
Hoy, Ñuble no es solo una pollería; es un homenaje a la vida y los valores de Doña Marcela. Es un lugar donde el pasado y el presente se encuentran, y donde cada cliente se convierte en parte de nuestra historia.
Bienvenidos a Ñuble. Bienvenidos a nuestra mesa.
Con cariño,
La Familia de Ñuble