introduccion

El ser humano por las características con que fue creado por Dios, a Su imagen y semejanza, trae consigo una fe incipiente que por la eternidad que Dios puso en su corazón le permite captar eventos, experiencias trascendentes, más no experimentar, hecho éste que está limitado al conocimiento pleno, al resultado de una relación, de la vivencia que hace personal el acontecimiento que apenas se aprecia intelectualmente.

La manifestación de esta incipiente fe se hace presente en el momento en que la persona guiada por otra o por su latente necesidad, acepta la obra redentora de Cristo en favor de su vida, reconociendo su incapacidad para relacionarse con Dios, su necesidad de perdón y libertad.

Aún éste podría considerarse un evento que da lugar al nacimiento de un proceso al cual el cristiano es invitado por Dios mismo, a vivir por fe, para ello le es menester caminar, crecer, luchar, madurar en la fe. Este proceso, sus manifestaciones y resultados son el tema central de este estudio. No podría el cristiano considerar y experimentar una vida de esplendor en la etapa de su madurez como tal, a no haber sido por el pasar en cada etapa por procesos que interna y externamente cambian sustancialmente su ser, le desarraigan de su infante naturaleza de fe, las situaciones personales y circunstanciales cambian no solo su aspecto sino también su carácter y todo lo que a través de él influye, cambiándole y cambiando o modificando la perspectiva de su entorno.

Muchos días, meses, o años después el cristiano podrá hablar de aquellas cosas que habiendo sido desarraigadas de su vida, como el dejar de Abraham, han permitido pactos, entrega, compromisos, encuentros con su Dios vivo y el resultado a más de una relación inquebrantable será el esplendor de una vida que se destaca por hacer aquello para lo cual fue creada: “vivir por fe”.

Los elementos fundamentales de este estudio se concentran en el cristiano, la fe, el ejemplo del padre de la fe: Abraham, la analogía de la metamorfosis de la mariposa y la experiencia personal que me motiva para hacerlo. El solo hecho de definir este tema, ha propiciado estudios complementarios a los que habiendo sido revelados e impartidos a través de las escrituras son a lo largo de mi existencia cristiana fundamento sólido que me permite encontrar en la fe la base para agradar a Dios, el escudo de mi vida, el fruto del Espíritu que anhelo al volar llevar en todo su esplendor. Resultado de mi experiencia es el conocimiento y valoración del proceso, entendiendo no ser algo innato en la persona sino algo conquistado en el poder de Dios para alabanza de Su nombre y exaltación suya en medio de esta generación temerosa e incapacitada por la era “light” de vivir experiencias que ayuden en el proceso a lograr los propósitos de Dios para su vida.

Es fácil captar, en un corto recorrido bíblico, lo sucedido en Abram para llegar a ser Abraham el padre de multitudes, de multitudes que en la fe de Jesucristo abrazan sus mismos elementos: Obediencia a un llamado, experiencia personal con el Dios Todopoderoso, esperanza en una promesa por venir, entrega al momento de confirmar la experiencia de años y especialmente el resultado de todos ellos: UNA FE QUE CRECIÓ... HASTA LLEGAR AL ESPLENDOR!!!