El peritaje informático forense se ha convertido en una herramienta esencial en la resolución de delitos digitales y ciberataques. Su objetivo principal es identificar, preservar, analizar y presentar evidencia digital en un entorno legal. En este artículo, te explicamos las claves de este proceso y la metodología que siguen los expertos en informática forense.
El peritaje informático forense es una disciplina que se enfoca en la recopilación y análisis de evidencia digital en casos de delitos cibernéticos o cualquier otra actividad ilícita que involucre el uso de dispositivos electrónicos, como ordenadores, smartphones, servidores y redes. Los expertos en esta área, conocidos como peritos informáticos forenses, son responsables de asegurar que los datos recopilados se mantengan íntegros para que puedan ser utilizados en juicios o investigaciones.
Este tipo de peritaje abarca casos como fraudes electrónicos, violaciones de la privacidad, ciberacoso, robo de información confidencial, y acceso no autorizado a sistemas, entre otros.
El éxito del peritaje informático forense depende de una serie de factores clave que garantizan la validez de las pruebas presentadas. Estos son algunos de los aspectos más importantes:
Integridad de la evidencia: Uno de los principios fundamentales del peritaje informático es la preservación de la integridad de la evidencia. Cualquier alteración de los datos podría comprometer la validez de la prueba ante un tribunal. Por ello, los peritos deben utilizar herramientas y técnicas que garanticen que los datos se mantengan intactos.
Cadena de custodia: La cadena de custodia se refiere al proceso documentado de manejo de la evidencia digital, desde su recolección hasta su presentación en juicio. Esto incluye quién accede a los datos, cuándo y cómo se manejan, para asegurar que no haya posibilidad de manipulación o pérdida de la información.
Legalidad del proceso: Es crucial que el peritaje se realice dentro del marco legal correspondiente. Los peritos deben cumplir con las leyes de protección de datos y respetar los derechos de las personas involucradas para que la evidencia pueda ser aceptada en un juicio.
El proceso de peritaje informático forense sigue una serie de pasos estructurados para garantizar la validez de las pruebas. La metodología incluye las siguientes fases:
Identificación: El primer paso es la identificación de las fuentes de información o dispositivos electrónicos que pueden contener la evidencia relevante. Esto puede incluir discos duros, dispositivos móviles, correos electrónicos o registros de servidores.
Preservación: A continuación, se asegura la preservación de los datos, creando copias exactas (clonación de discos) de los dispositivos originales, sin alterar los datos en ellos. Para esto se usan herramientas forenses especializadas que garantizan que la información copiada sea idéntica a la original.
Análisis: Esta fase implica un análisis exhaustivo de los datos, buscando rastros de actividad sospechosa, archivos eliminados, correos electrónicos, historial de navegación o cualquier otro dato que pueda ser relevante para el caso.
Documentación: Durante todo el proceso, el perito debe documentar cada paso que realiza, creando informes detallados sobre los hallazgos. Esta documentación es fundamental para presentar la evidencia en un tribunal.
Presentación de pruebas: Finalmente, el perito presenta sus conclusiones ante los abogados, jueces o investigadores. Este informe debe ser claro, detallado y comprensible para personas que no sean expertas en informática.
Saber que es un perito informático, es esencial para comprender que el peritaje informático forense es un proceso riguroso y fundamental en la lucha contra los delitos cibernéticos. A través de una metodología clara y respetando principios como la preservación de la evidencia y la cadena de custodia, los peritos garantizan que los datos digitales puedan ser utilizados de manera efectiva en juicios e investigaciones legales.