El personal de la educación de cualquier nivel y ámbito (de docencia, tutoría, pedagogía, psicopedagogía, psicología, educación y trabajo social, etc.), responsables de recursos humanos y otros profesionales de la ayuda (de la medicina, enfermería, abogacía y otros) interactúan continuamente con otras personas en situaciones delicadas en las que las emociones están a flor de piel y pueden ser motivo de conflicto. Para ejercer estas profesiones se necesita un equilibrio emocional que va más allá de la preparación técnica. Es necesario tener presente que muchas de las situaciones adversas actuales (como estrés, depresión, conductas adictivas, violencia, conflictos, etc.) tienen que ver con las emociones.

Este postgrado contribuye al desarrollo de las competencias emocionales que todo y toda profesional necesita, pero en particular, los y las profesionales de la educación y de la ayuda. Adicionalmente, tiene como objetivo preparar a las personas para que puedan aplicar la educación emocional.