Cinco años de coral Trujillo

Como una estrella luminosa en el opaco mundo cultural de una ciudad de casi un millón de habitantes, Coral Trujillo y su directora nos siguen deslumbrando con su trabajo.

25 de febrero del 2023

GERARDO

CAILLOMA


gcailloma@gmail.com


Una de las artes que me apasionó desde la infancia fue la música. Por herencia materna, heredamos el gusto por el canto y por padre, la atracción por toda forma musical popular que lo hizo un gran consumidor de los famosos discos LP. En mi casa era usual oír música, sea por mi madre quien poseía una voz de mezzo, sea por mi padre quien solía llevar amigos músicos a casa y compró un piano por ver si alguno de sus hijos se hubiera inclinado por tocar un instrumento. Por mi madre, algunos de nosotros nos dedicamos al canto y, durante mi larga estancia en Lima, participé en diversos coros en los cuales cultivé buena amistad con muchos coreutas  con los que pasamos peripecias y medias como las que puede pasar en el mundo de la música. Esa amistad perdura hasta nuestros días. A través del canto también me fui abriendo otros horizontes musicales en la música culta y popular; además que conocíamos lugares diversos como la bella Capilla de la O en la iglesia de San Pedro o los grandes claustros de Santo Domingo; y el haber cantado en el Teatro Municipal del Centro Histórico de Lima fue toda una experiencia cuando escuchaba las anécdotas de Luis Alva (Luigi) conformando los cuerpos corales de óperas como Così fan tutte, Aída, Otello o Pagliacci. Tiempos geniales que recuerdo con añoranza y soñando con la posibilidad de ver u oír una ópera en Trujillo. Una vez afincado aquí, quise retomar mis actividades corales, pero múltiples responsabilidades me alejaron de la música como persona activa. 


Sin embargo, por una u otra razón, y siempre ligado a la actividad cultural de nuestra ciudad, logré integrarme indirectamente al canto. En el año 1994 con un grupo de amigos, se trajo al grupo alemán Sine Nomine de Braunschweig, el que se presentó en diversos lugares de la ciudad para todo segmento social y grupos etarios. Se presentaron en La Esperanza, para alumnos de diversos colegios, en El Golf, Teatro Municipal; fue diverso. Toda una fiesta musical y fraternal, pues se hospedaron en diversas casas. Luego, con la Hermandad Trujillo Metepec y la Asociación Cultural Amigos de la Música se hicieron varios eventos y me viene a la memoria el que realizamos en la iglesia de Huanchaco. Por la Alianza Francesa, nos visitó un coro de niños, Les Petits Chanteurs de Saint Louis de París, entonces dirigido por el director argentino Ariel Alonso y su asistente, una chica peruana con la que había cantado hacía muchos en Lima con el coro Gaudemus dirigido por Oswaldo Kwan.


Por azares del destino, conocí a Yesenia Giorffino en el mundo escolar. Este acercamiento generó una bonita amistad compartiendo ideas descabelladas de actividades corales en nuestra ciudad. Yesenia ha participado en diversos eventos como directora y la acompañé para la despedida de un ciclo (una década) con sus cantantes del Coro Juvenil de Núcleo Trujillo (he aquí lo que escribí por esa ocasión: https://sites.google.com/view/paginaeldetectorwebdetrujillo/columnistas/cultura/Despedidas-entranables). Y en una de esas locuras persistentes de Yesenia conformó con un grupo de coreutas trujillanos, La Coral Trujillo. Esto reza como texto introductorio a modo de presentación: “La Coral Trujillo es una Asociación Cultural sin fines de lucro constituida desde el 2018 por un grupo de amigos en la música que decidieron formar una organización que promueva la cultura musical trujillana a través del Canto Coral y de esta manera para fortalecer lazos y disolver diferencias dentro de la sociedad a nivel local, nacional e internacional”. Pero es la perseverancia de sus integrantes y de Yesenia lo que les ha permitido llegar a este primer lustro. Los acompañé en muchas presentaciones y actividades que toda asociación debe de organizar. A pesar de la pandemia, hicieron una celebración de Semana Santa que permitió convocar a diversos coros del mundo con sus diversas propuestas (https://www.facebook.com/watch/?v=6039704416054959), el grupo se reinventó y aprovechó las ventajas de la virtualidad. Esta situación le permitió tener conversatorios con músicos trujillanos que decidieron hacer sus vidas en otras partes del mundo como Australia, USA, Chile, Ecuador o Argentina. O un conversatorio con maestros peruanos y argentinos sobre el trabajo coral en nuestro país, sus logros y desafíos. Ha participado en diversos eventos tanto religiosos (Semana Santa o Navidad) así como festividades nacionales como la celebración de Fiestas Patrias del año pasado con un espectáculo en el que vimos danza, baile folclórico, declamación y, por supuesto, canto (https://www.facebook.com/watch/live/?ref=watch_permalink&v=1047085155940950).  Como una estrella luminosa en el opaco mundo cultural de una ciudad de casi un millón de habitantes, Coral Trujillo y su directora nos siguen deslumbrando con su trabajo. 


Larga vida al canto y a Coral Trujillo. Nos toca poner el hombro. 

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