En el año 2010 desde el taller literario y grupo de amigos ALMA DEL VISO del cual es uno de los fundadores, logran llevar adelante un proyecto en el cual diez autores de Del Viso logran plasmar en papel sus obras, considerándose esto, un gran hito en la historia de la localidad. En Noviembre de ese año es presentada la colección Alma del Viso y en ella aparece el primer libro de autor:
Primer libro, contiene ocho cuentos y una nouvelle de quince capítulos cortos. Los cuentos contienen temas variados pasando por lo social, el policial o el terror. La nouvelle una historia de vida.
La Pregunta
Hoy me hizo la pregunta y tendré que salir a buscar otra. Yo soy coleccionista. Tengo varias colecciones, pero la que más quiero, es la de tarjetas del primer aniversario de novios.
Ellas me las devuelven cuando se van. Ya tengo doce.
Cuando cumplimos un año les regalo una tarjeta, luego las traigo aquí, a mi estancia, mi refugio. Aquí pasamos un mes solitos, pero siempre llega la pregunta. Pienso ¿no pueden sólo disfrutar?
Siempre elijo chicas solas, que no tengan familia, porque son más vulnerables, más accesibles, más queribles y hubo de todo, les digo.
La primera, por ejemplo, fue Marcela; con ella realmente conocí el amor, más tarde me traicionó, pero ya la perdoné, el tiempo y traicionar a otras hace que todo se olvide.
La segunda, Ana, y la séptima, Federica, eran hermanas. Fue un error, lo sé, pero no pude evitarlo, no sabía que Ana tenía una hermana, pero después ayudé a que se rencontraran.
Con Paola, la quinta, fue sexo a primera vista y cuando estuvimos aquí, fuera de la vista de todos, ella dijo que las ropas estaban de más. Tenía razón. Me costó recuperarme de ese mes.
Después vino Mariela, ¡Qué dulzura! Era liviana, era etérea. Su sonrisa, ¡ah! su sonrisa. Derretía a los más duros.
Hoy es el día, trece meses ya llevamos con Andrea, mi adorada, mi amada, mi soñada. Ella es la número trece.
La llevé bordeando el lago y al llegar al otro lado hizo la pregunta, casi la misma pregunta que las otras:
— ¿Qué son esas doce cruces?
— ¿Qué son esas once cruces?
— ¿Qué son esas diez cruces?
En el año 2011 gana el concurso en la Editorial Mis Escritos con su cuento: “La curva de la niña”
El premio consiste en editar un libro. El mismo contiene veintitrés cuentos y microcuentos, de temáticas diferentes, sociales, fantásticos, humor, policiales, etc.
El cuento "Esa Risa" es narrado por la narradora profesional Lucila Adela Guzmán en varios sitios, especialmente en aquellos lugares en que se atesora la memoria.
Esa risa
Da vueltas y vueltas en su cama, en el viejo Winco gira y suena, rayado, un disco: “…su risa loc…”, “…su risa loc…”, “…su risa loc”. Son las 4,30 de la madrugada, él lo sabe porque está llegando el primer tren, acompasa el ruido del tren al disco: “chaca, chac”, “chaca, chac”, “…su risa loc…”, “chaca, chac”. Recuerda las veces que acompasaban el ritmo del amor de ellos con el del tren y ambos reían.
Otra vez el tema de la risa, la de ella, que no era una risa loca. Era la que le soltaba los pájaros por las mañanas, la que entibiaba el cuarto junto a los rayos del sol que pasaban entre el paraíso y el nogal. Era esa risa, que mantenía la luz encendida y el piso lejano.
Vuelve a su memoria la noche en que se conocieron, en el club del barrio con orquesta en vivo. Ella, tímida al lado de su madre, apenas sonrió cuando él con un gesto la invitó a bailar. Luego bailaron toda la noche al ritmo firuleteado de las milongas y su risa. También, la otra noche, la más oscura, la más negra, aquella en que la barbarie loca les arrebató sus hijos, aquella en la que se perdió también esa risa para transformarse en lucha, golpear de puertas, llanto de fe. Él detrás de ella, acompañando, pero siempre detrás.
Piensa que cuando bailaban y cantaban los tangos, él siempre pensó que no la merecía, y tenía miedo de ser abandonado, de quedarse solo. Pero, eso no pasó, todo se transformó en un cambalache gigante, uno que ni Discépolo imaginó. Y nadie escribió un tango con lo que sucedió. ¿Cómo? ¿Cómo describir aquella terrible pérdida? Cómo hacer para contar la infinita cantidad de veces, en que una sonrisa de esperanza aparecía en sus rostros al sentir un toque o un llamado en la puerta, y desvanecerse inmediatamente porque no eran ellos, no eran ellos.
Ella tampoco duerme, la siente en la cocina, preparando una tarta invertida de manzanas, por el olor lo sabe. Escucha el ruido de cacharros, está lavando y limpiando todo por enésima vez y no porque esté sucio, sino porque algo tiene que hacer mientras espera que llegue la mañana.
Esa cita.
A las nueve, les dijeron.
Van a pasar a buscarlos.
Ella va, después de treinta y tantos años a recuperar un nieto. Él, además, una risa. Esa risa.
En el año 2013, ya dedicado definitivamente a la microficción, la editorial Macedonia Ediciones confía en él y le publica el libro: “Un hilo de imaginación y otros cuentos pendulares”. Este libro cuenta con un texto y una imagen en cada página siendo su coautora: Soledad Trinidad. Dicho libro ha sido utilizado por la coordinadora de talleres literarios Claudia Cortalezzi con sus alumnos y por el profesor Hernán Nemi en colegios secundarios y en la Universidad de Morón, materia: Metodología de análisis y producción literaria. Carrera: Traductorado público de Inglés.
Post partido
Al dragón de fuego no lo dejaban jugar al fútbol porque les quemaba la pelota, pero era el encargado de preparar el asadito a las llamas.
En febrero de 2019 reedita, cambiando algunos cuentos y volviendo a corregir otros el libro: La curva de la niña, (y en este caso se subtitula “Cuentos y microcuentos”
Esta nueva edición, con tapa renovada, contiene veintidós cuentos y microcuentos. Se han cambiado algunos y corregido nuevamente otros. Las temáticas siguen siendo iguales, fantástico, terror, policial, humor y social.
0-4
Para Elsa y Ernesto
Hoy amanecí mal, casi, casi, te diría, como quedaron estos después del 0-4 del sábado. Así. No podía levantar las patas, ni salir a comer, tenía una fiaca… Me estiraba en mi cama y los huesos me sonaban. Entonces me acordé y supe lo que había pasado.
Fue ayer a la nochecita, yo andaba dando vueltas por el patio y vi un movimiento muy extraño pasando la pileta de natación, un poco antes del cañaveral. Por supuesto, como es mi deber, me acerqué.
Superbatracius estaba allí. Parado en sus cuatro patas, listo a saltar. En su cabeza llevaba una especie de vincha con lo que a mí me pareció, eran leds de colores. En su espalda, sujeta por un arnés muy ingenioso traía una especie de tubo de ensayo, de aluminio, con una tapa que él podría abrir mediante una soga, que llevaba atada a su pata delantera. Supe entonces que era un nuevo ataque bacteriológico a la pileta, por lo que intercepté su paso. Él me iluminó con sus leds, y sentí como si fuera un golpe en los músculos, pero, pudo más el instinto que uno tiene adentro, ése, que lo lleva a cometer las mayores locuras, en pos de defender lo que se quiere. Así que, con toda la fuerza que tengo, lo saqué corriendo. Hubieras visto los saltos que daba. Pensé que, en cualquier momento, se le podría abrir el tubo y, quién sabe qué podría suceder. En la huida, pasó por la parte del jardín en donde están las azaleas, pero, yo no tenía tiempo de pensar en eso. En mi mente, lo único que existía, era la certeza de que, si no lo echaba, algo grave iba a pasar con la pileta. Al terminar de pasar por allí, sentí un grito atroz llamándome:
—¡YAGO!
Superbatracius había desaparecido en el cañaveral, y al dar la vuelta vi todas las azaleas destruidas y a mi humano que venía enojadísimo, con un palo en la mano y me encerró en mi cucha.
Y ahora sé porque me duele tanto todo. Me queda una duda: ¿Habrá sido por el arma de Superbatracius o los palos de mi humano?
Además, tengo mucha bronca, yo los defiendo y ellos no se dan cuenta. Bien merecido se tienen el 0-4.
Nota: Lo del 0-4 es el resultado del partido Argentina vs Alemania en el Mundial de Fútbol del año 2010.
En junio de 2019 en una autoedición lanza el primer libro dedicado a la infancia. A pedido de Dolores Anahí Ciancio, su nieta, y con dibujos de la misma nace: La niña que quería ser árbol.
Este es un libro con un cuento en el que se desarrollan valores y emociones a través de una historia de vida contada por un abuelo a su nieta y la relación con los árboles de su infancia. Las características de cada árbol dan pie para lograr identificar a los niños con esa cualidad y a su vez también sirve para concientizar sobre el cuidado de la naturaleza.
—Abuelo… ¡¡Abuelo!!
— ¿Eh? ¿Qué pasa?
— ¿Hacemos un cuento juntos?
— ¿Y de qué se trataría? ¿Tenés idea?
—Tengo el título.
— ¿Ah sí? ¿Cuál es ese título?
—La niña que quería ser árbol.
— ¡Qué lindo título! Y ¿de qué trataría?
—Y… de eso, abuelo, de una niña que quiere ser árbol.
— ¡Ah! Qué fácil, qué pícara. ¿Y yo tengo que pensarlo? ¿Qué tipo de árbol y por qué?
—Ah, no sé, abuelo. Ahí tenés que saber vos, que sos el que escribís.
—Eso sí que está bueno, ¿Vos tirás el título y yo escribo?
—Sí y después yo hago los dibujos, lo publicamos y lo vendemos.
Continúa...
En septiembre de 2021 con edición de El bodegón Ediciones lanza su quinto libro personal dedicado íntegramente a la microficción, el mismo se titula Micromanía y contiene más de ciento veinte microcuentos con una variedad de temas. Así lo cuenta Juan José Panno en el prólogo del mismo:
Prólogo Caperucita, El Principito, el Lobo Feroz, el Hombre Lobo, Ulises, Gregorio Samsa, El dinosaurio de Monterroso, Juan Rulfo, el Fantasma del descenso, Los Tres Chanchitos, Charly García, Caloi, Galeano, la Oveja Negra y otros entrañables personajes, literariamente maquillados, desfilan en las páginas que siguen en una desbordante muestra de imaginación. Disfruté mucho de la privilegiada lectura porque seguí los consejos de esa enorme maestra de la microficción que es Ana María Shua: “Las buenas microficciones son como bombones deliciosos; no hay que devorarlos en la lectura porque pueden empalagar”, dice ella. Fui saboreando entonces, de a poquito, los textos del amigo Omar Zárate. En el viaje que propone el autor, se puede circular libremente desde la prehistoria hasta la actualidad. Me parecieron fascinantes muchos microcuentos. La serie sobre los hilos de la imaginación y su lucha con los hilos conductores, por ejemplo. O los que muestran al autor como un machirulo en vías de deconstrucción. O este doble homenaje a Charly García y Augusto Monterroso, en el marco de la pandemia:
“Hoy estamos yendo de la cama al living. Eso sí, si llegamos a vencer a la peste, los dinosaurios seguirán estando ahí”. Una joyita Dicen que cuando un artista disfruta de lo que hace, el público siempre se da cuenta y lo agradece. Estoy seguro de que Omar Zárate disfrutó mucho delineando estas historias; los lectores, agradecidos.
ANTOLOGÌA DE MICROFICCIÒN ANTOLOGADOR: OMAR JULIO ZÀRATE
Como parte de la Quinta Jornada de Microficciòn Pilar en corto realizada en Septiembre de 2022 se lanzò la Antologìa de Microficciòn Pilar en corto. La misma fue antologada por Omar Julio Zàrate y participaron quince escritores del partido de Pilar, Provincia de Buenos Aires. Los mismos forman parte del colectivo cultural Autores Locales de Pilar, de la cual el antologador es socio fundador.
Autores participantes: Débora Mendez, Jésica Galeano Jarcousky, Rubén Faustino Cabrera, Elsa Beatriz Lanfranco, María Haydée Lemos, Lucila Adela Guzmàn, Viviana Sampedro, Matías Bonfiglio, Juan José Fabiano, Mariela Palermo, Beatriz Novaro, Silvia Almada, Abel Maciel, Norman Engel y el antologador.