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Cuaderno de trabajo
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Sitio web de la congregación: LaMennais.org
CRECER 200 años con el espíritu de La Mennais
En nuestra sesión hemos visto un fragmento de este maravilloso video.
El rally de los Ángeles
El sueño de José
El ángel se le aparece
Lo reconoce por su nombre y linaje: “José, hijo de David”
Le interpreta lo sucedido, se lo explica, lo ayuda.
Lo reconforta: “No temas”
Lo guía, le indica qué hacer
Reflexión
El Ángel nos puede interpretar la realidad para que podamos comprenderla correctamente. Además, nos puede transmitir una promesa, una buena noticia.
Nos señala
cuando algo nuevo quiere nacer en nosotros.
El Ángel de nuestros sueños acompaña nuestro camino interior y exterior. Nos dice cuándo debemos buscar nuevos caminos y cuándo debemos regresar. A menudo nos
muestra este Ángel una vida totalmente diferente a la nuestra, llena de vida y de colores, una vida en la cual pueden sentirse libres y llenos de fantasías. El sueño nos muestra nuestro tesoro
interno que nadie puede robarnos. Y a menudo puede proporcionar esperanza.
La liberación de Pedro
El ángel se presenta por la noche, con un resplandor
Lo toca, lo despierta
Le indica qué hacer
Lo libera de las cadenas, hacia la libertad
Lo guía en la oscuridad
Le abre las puertas de su prisión.
Reflexión
Muchos nos sentimos como Pedro encerrados en una cárcel, sin
ninguna oportunidad. La cárcel son nuestros miedos que nos atan y encierran. O una relación muy absorbente o nuestros propios límites. Uno tiene la impresión de que no puede salir de sí mismo, encerrados llenos de bloqueos e impedimentos.
Cuando un Ángel se nos
presenta, a menudo no sabemos si es realidad o sueño. Pero también el sueño es una realidad que tiene
influencia sobre la realidad exterior. Si en sueños nos liberamos de nuestras cadenas, seremos también en la
vida real más libres. Lo que sucede en el inconsciente influye sobre la conciencia. Si soñamos que perdemos a nuestros perseguidores, estamos en la realidad un paso más cerca en el camino a nuestra libertad y
realización.
Pero aún con todo este apoyo, cada uno, debe levantarse solo y actuar.
Elías en el desierto
El ángel lo tocó, lo despertó
Le dio de beber
Le dio nuevas fuerzas para seguir
Lo tocó y le dijo: come y bebe, te falta mucho por caminar.
Le muestra una fuerza externa
Lo despierta una segunda vez
Reflexión
El Ángel que nos despierta de nuestro sueño letal puede ser tan sólo una palabra que escuchamos o leemos en algún lado. Quizás ya la hemos leído muchas veces, pero de pronto la releemos y nos impacta de otra manera.
Puede ser una experiencia de paz interior que de repente llegamos a sentir. El Ángel puede estar en nosotros mismos y nos puede mostrar distintas posibilidades que hemos ignorado. O bien deja en nosotros una sensación especial que nos hace salir de ese sueño permanente en que nos encontramos. A menudo no
sabemos de dónde viene el Ángel. De repente sentimos su presencia y nos despertamos. O bien es una
experiencia espiritual con la que nos topamos en medio de largas meditaciones, un paseo en soledad o mientras contemplamos un atardecer. De pronto todo nos resulta claro y podemos levantarnos y comenzar
nuestro camino.
Agar e Ismael son expulsados
El ángel no los deja solos
La llama por su nombre
La tranquiliza: “No temas”
La alienta a levantarse y la anima a seguir
Le abre los ojos para que vea la fuente de agua fresca… cerca.
Le recuerda la promesa de Dios
Reflexión
Este Ángel nos demuestra cómo, a pesar de todo lo que pasamos no estamos solos. Acude siempre a nuestro llanto para consolarnos.
Es un Ángel que además de escuchar nuestros gritos, nos muestra la fuente que nos salvará. Allí donde lloramos y gritamos
desesperadamente sin ver una salida, se encuentra siempre cerca una fuente de la cual podemos beber y recuperar fuerzas para seguir. Quizás solos no la podamos ver. Necesitamos un Ángel que nos abra los ojos
para que no nos ceguemos en nuestra desesperación y podamos reconocer la ayuda que se encuentra a nuestro alcance. Pueden ser personas que nos rodean o algún lugar donde nos sintamos seguros. Puede ser también una fuente en nuestro interior con la que logremos conectarnos y entonces nuestra vida vuelve a florecer.