“Entornos de Color para la Vida” es una estrategia cultural de alto impacto diseñada por el Museo MULI para transformar territorios mediante el arte, la estética y la participación comunitaria. Esta iniciativa convierte los espacios vulnerables en entornos vibrantes, seguros y esperanzadores, consolidando un modelo replicable de desarrollo social.
El programa se desarrolla en un proceso de intervención comunitaria de largo plazo, con duración de tres años, a través de siete fases estructuradas: Investigación → Diagnóstico → Socialización → Acción comunitaria → Capacitación → Empoderamiento → Seguimiento. Se implementa en ciclos de embellecimiento de fachadas, jardines, espacios interiores, cocinas y baños en territorios con alta vulnerabilidad.
Esta iniciativa articula a la comunidad local, los comités de Entornos para la Vida y actores públicos y privados (como la Alcaldía, FUNDACIÓN CORONA, Ejército, Universidad Javeriana, entre otros) para resignificar colectivamente el territorio. El caso del Parque Los Mandarinos ejemplifica esta estrategia: con participación de 200 voluntarios se transformó el espacio urbano usando una paleta cromática simbólica (ocre, naranja, crema, verdes y azules) que conecta muralismo, memoria comunitaria y paisaje Pintuco.
Entornos de Color para la Vida está alineado con políticas de salud pública y enfoque comunitario. Como miembro técnico del Comité Municipal “Entornos para la Vida” desde 2013, el programa refleja cómo el arte y el color pueden incidir positivamente en la salud ambiental, calidad de vida, autocuidado comunitario y fortalecimiento cultural territorial. Este enfoque permite impactar políticas públicas y estilos de vida saludables, mediante alianzas interinstitucionales