¡Únete a la Jam de Improvisación de Danza!

Te invitamos a participar en una experiencia única de movimiento y creatividad. No importa tu nivel de habilidad, ven a explorar y disfrutar de la danza en un ambiente libre y acogedor. Comparte con otros entusiastas, aprende nuevas técnicas y déjate llevar por la música, el movimiento y la improvisación.

¡Ven a mover tu cuerpo y a dejarte inspirar! ¡Te esperamos!

La improvisación es un camino directo hacia la composición que estimula la imaginación y la exploración del mundo interno y externo a través del sistema sensorial, manifestándose desde lo físico.

La improvisación en danza utiliza el movimiento como elemento principal de creación. Se basa en la escucha y en la posibilidad de jugar y crear con los movimientos y estímulos presentes y elegidos para cada improvisación.

Dos factores cruciales durante una Jam de improvisación son la escucha hacia uno mismo y la escucha hacia el exterior.

La escucha hacia uno mismo consiste en facilitar un ambiente donde el participante pueda conectarse con sus sentimientos, sensaciones e imágenes internas, es decir, con su mundo interior. El objetivo es alcanzar un estado corporal de mayor vitalidad y consciencia donde la energía fluya y la creatividad se manifieste de manera natural, permitiendo un continuo fluir con los cambios.

En la danza improvisación se trabaja desde el aquí y el ahora, poniendo atención en la persona y su entorno: las personas que acompañan en el viaje de movimiento, el espacio/tiempo en el que se desarrolla la danza. Así, se crea una danza fruto del diálogo entre cada bailarín y su entorno, una composición efímera que nace y muere en ese preciso momento.

La danza improvisación es un intercambio continuo de información entre los participantes. Es un sistema de comunicación física que se origina en el centro de cada uno y se conecta con los demás y con el contexto de la danza.

Cada participante, cada improvisador, es único. Su universo interior, su forma de relacionarse con el mundo, su historia personal, sus posibilidades y limitaciones, y su momento actual, todo esto contribuye a una danza personal e intransferible en constante evolución. Se desarrolla una gran capacidad de alerta y atención, la habilidad de estar en el aquí y ahora, y la intuición. Se integran lo mental con lo sensorial, la motricidad y lo emocional, la intención y el movimiento, expandiendo la conciencia. Se trabaja eliminando la tensión innecesaria y ajustando el tono necesario para cada momento, convirtiéndose en una meditación en movimiento.

La danza improvisación propone un ambiente para explorar y jugar con todos los elementos disponibles, donde cada uno puede probar e investigar lo que le interesa, apasiona y mueve. Cualquier estímulo puede servir para crear: una sensación, una idea, un sentimiento, un concepto, un elemento, un objeto, una imagen, un movimiento, una cualidad.