Mi historia
Un viaje de luces y sombras
Mi amanecer era igual que todos días desde que empecé a sentir una gran vanidad que ya estabas dentro de mi solo que no la había descubierto todas las mañanas me levantaba me lava la cara y me miraba al espejo y empezaba y empezaba con mi maquillaje desde que me levantaba a maquillarme y solía durar horas en el espejo mirando lo que me gustaba y lo que no me gustaba aún que al frente de cualquier persona yo me sentía que no tenía ningún defecto y así caerles mal alas personas por qué no me interesaba tener ningún tipo de habla. En ese momento trate de tener una relación con una persona pero solamente.
Pensaba era en mi en lo que necesitaría nunca me pregunte que necesitaba esa persona o si se sentía mal al igual era así con mis padres y mi hermana podría tener pero solo pensaba en mi pensé que ser así era lo mejor era importante ya que siempre me iba a mantener con autoestima alto y siempre buscaría de verme bien siempre tendría amor propio si ¿Pero quién tendría amor o querer por mi? Empecé a preguntarme a dudar quien podría querer una persona como yo que solo pensaba en ella misma en todos los sentidos de querer y amor un día como todos como digo yo como todos los días que solía ser así conocí a una persona que era idéntica Ami me hice amiga de ella claro cuando tú eres así una amistad así es lo mejor ya que las 2 se entiende en el comienzo era todo bien espejo,Maquillaje, que arreglarse solo que la diferencia de esa persona ala mía era un poco diferente ya que era escandalosa para que la escucharán era ofensiva al frente de los demás a veces solía decir cosas de mi que me molestaban como tú tienes tu no tienes era estresante pero trataba de tolerar la pero un día decidí no hablarle más no dije nada no le dije por qué simplemente la miraba y la ignoraba pero nunca llegué hacer mala persona con su físico y otras cosas empecé trate de dejar un poquito mi vanidad por qué digo que también es bueno tenerla que las personas me vean como soy y no importarme como me vean como soy y no importarme que digan y piensen de mi estoy empezando a pensar en mis padres y en mi hermana todavía no en los demás me cuesta aún pero ya está dentro de mi y son mis pensamientos durante muchos años mi vida güiro en torno ala vanidad desde muy joven me obsesione con mi apariencia física y siempre buscaba la aprobación de los demás atravesó de mi aspecto pasaba horas frente al espejo y buscaba en cada perfección detalles .
En un principio me proporcionó ciertos beneficios me sentía segura y poderosa cuando recibía un cumplidos y a tensión por mi apariencia me daba una autoestima superficial , pero al menos me sentía valiosa a los ojos de los demás sin embargo esa alegría efímera y superficial pronto se convirtió en una trampa en la que me encontraba atrapada a medida que pasaban los años comencé A percibir los efectos negativos de mi obsesión por la belleza empecé a perder tiempo y dinero buscando productos para mantenerme y verme bien me volví dependiente de la aprobación externa y eso me llevo a sentirme insegura y desvalorizada cuando no cumplía con los estándares impuestos ante la sociedad mi relación. Con los demás también se vio afectada me preocupaba más como me veía a los demás por lo que me dificultaba establecer conexiones genuinas y significativas perdí la capacidad de valorar alas personas por sus cualidades internas y me quedé con una superficialidad que me dejaba insatisfecha y sola pero un día algo en mi cambio mire mi reflejo en el espejo y me di cuenta que mi vanidad me Estaba Consumiendo me di cuenta de que había más en la vida que el aspecto físico y que había estado desperdiciando energía persiguiendo una imagen perfecta que en realidad era inalcanzable decidí embarcarme en un viaje de autoconocimiento personal me sumergí en la lectura de libro que promovían una belleza real y me rodeo de personas que valoran mis cualidades mi inteligencia mis gustos mi forma de ser en lo que me gustaba hacer aprendí a ser más compasiva conmigo misma ya que siempre me criticaba y exigía cosas de mi que no tenia y aprecia mi valor más allá de la apariencia física poco a poco me di cuenta de que la vanidad es un arma de doble filo me Permitió experimentar ciertos momentos de confianza , y aceptación ,pero al mismo tiempo me llevo , a perderme a mi misma a descuidar aspectos más importantes de mi vida hoy en día sigo cuidando mi apariencia pero desde una perspectiva más saludable equilibrada , me enfoco en mi bienestar emocional y en cultivar relaciones auténticas me aceptó total y como soy con mis virtudes y defectos me esfuerzo con ser una persona compasiva y empática mi historia es un recordatorio que la vanidad puede tener beneficios temporales, pero también puede llevarnos por un camino de insatisfacción.