Capacitación de los empleados sobre los riesgos.
Simulaciones de phishing: Realizar simulaciones periódicas para evaluar la efectividad de la capacitación y identificar áreas de mejora.
Programas de recompensas: Incentivar a los empleados a reportar intentos de phishing o cualquier actividad sospechosa.
Actualizaciones constantes: La capacitación debe ser continua, ya que las tácticas de los atacantes evolucionan constantemente.
Creación de normas y procedimientos.
Acceso a la información: Limitar el acceso a la información confidencial solo a aquellos que la necesitan para realizar sus funciones.
Uso de dispositivos personales: Establecer políticas claras sobre el uso de dispositivos personales en el entorno laboral.
Gestión de privilegios: Implementar el principio de privilegios mínimos, otorgando a los usuarios solo los permisos necesarios para realizar sus tareas.
Buenas prácticas para crear contraseñas seguras.
Gestores de contraseñas: Recomendar el uso de gestores de contraseñas para almacenar de forma segura contraseñas complejas y únicas.
Autenticación de dos factores: Combinar contraseñas con otros factores de autenticación, como tokens o biometría.
Educación sobre contraseñas débiles: Concientizar sobre las contraseñas comunes y fáciles de adivinar.
Protección adicional para las cuentas.
Variedad de factores: Implementar diferentes factores de autenticación, como contraseñas, tokens, aplicaciones de autenticación, biometría (huella digital, reconocimiento facial) y claves de seguridad.
Adaptación a diferentes escenarios: Ofrecer opciones de autenticación multifactor para diferentes dispositivos y situaciones.
Protección de datos sensibles.
Datos en reposo y en tránsito: Encriptar tanto los datos almacenados como los datos que se transmiten por la red.
Claves de cifrado fuertes: Utilizar claves de cifrado robustas y seguras.
Recuperación de datos en caso de incidente.
Pruebas de restauración: Realizar pruebas periódicas para verificar que los respaldos se pueden restaurar correctamente.
Almacenamiento seguro: Almacenar los respaldos en un lugar seguro, preferiblemente fuera de sitio.
Planificación para responder a ataques.
Equipo de respuesta: Designar un equipo de respuesta a incidentes y establecer roles y responsabilidades claros.
Plan de respuesta detallado: Desarrollar un plan detallado que incluya procedimientos para la detección, contención, erradicación y recuperación de un incidente.
Comunicación: Establecer canales de comunicación claros para informar a los empleados y a las partes interesadas sobre un incidente.
Segmentación de redes: Dividir la red en segmentos más pequeños para limitar el impacto de un posible ataque.
Monitoreo continuo: Implementar herramientas de monitoreo para detectar anomalías en la red y los sistemas.
Actualizaciones de software: Mantener todos los sistemas y aplicaciones actualizados con los últimos parches de seguridad.
Conciencia de la marca: Proteger la marca de la empresa mediante la implementación de políticas de marca y la detección de sitios web fraudulentos.
Colaboración con proveedores: Trabajar con proveedores de servicios para garantizar que implementen medidas de seguridad adecuadas.