Desde pequeño, siempre me ha interesado cómo los alimentos pueden influir en nuestra salud. Esta curiosidad me llevó a explorar más sobre nutrición y, finalmente, a hacer de ella mi vocación. Saber que a través de la comida podemos mejorar nuestra calidad de vida y nuestro bienestar fue una motivación constante en mis estudios y en mi vida profesional.
Durante la carrera, decidí especializarme en nutrición deportiva, enfocándome en el rendimiento para deportes de resistencia, como el running o el ciclismo, una disciplina que también practico. Este conocimiento me permitió entender mejor cómo los nutrientes actúan en nuestro organismo durante el ejercicio y cómo pueden optimizar nuestro rendimiento y recuperación.
Más adelante, sentí la necesidad de ampliar mis conocimientos en otros ámbitos de la salud, lo que me llevó a realizar el Máster de Nutrición Clínica en la Universidad Europea. Quería tener una formación completa que me permitiera ayudar a las personas a mejorar su salud digestiva, especialmente en casos cuyos síntomas que pueden beneficiarse de un enfoque nutricional adecuado.
Como profesional, mi objetivo es que las personas que acuden a mi consulta encuentren en la alimentación una herramienta de bienestar, sin dietas extremas ni soluciones milagrosas. Trabajo con un enfoque empático, escuchando y adaptando cada plan a las necesidades y estilo de vida de cada persona, siempre con el respaldo de la evidencia científica.