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El mes de María es una buena oportunidad para reflexionar sobre el protagonismo de la mujer en el ámbito eclesial y social. Celebrar a María, mujer creyente, primera discípula y misionera, nos tiene que llevar a poner la mirada en tantas mujeres que cotidianamente son testigos del Resucitado. Hoy más que nunca es fundamental hablar de la mujer pero sin caer en los lugares comunes sino visibilizando otros lugares en los que ya están hace mucho tiempo. Y en especial, como salesianos y salesianas, pronunciarnos contra todo tipo de violencia de género y de los numerosos femicidios.

En el sueño de los nueve años de Juanito encontramos una clave de lectura sobre María, a través de la cual enfatiza el lugar teologal de ella. Es Jesús mismo quien le presenta a María como su maestra con quien adquirirá la sabiduría y le mostrará la misión pastoral. En tiempo de tanta incertidumbre recurrir a María para que nos brinde alguna señal en el camino nos viene muy bien. Cuando parece que los caminos están cerrados, anulados o atascados Ella abre caminos.

Inspirados en la clave que nos brinda este sueño podemos pensar en la cantidad de “maestras” que nos ha dado y nos sigue brindando Jesús a través de la vida, esperanza y sabiduría que ellas aportan. Ellas como María en el sueño de Juanito nos acercan a Jesús, metáfora del Dios de la vida y de la historia.

María se manifiesta hoy en infinidad de rostros de todas las edades y en los distintos territorios, culturas, etnias, religiones y comunidades. Acercarnos a los diversos modos de sororidad nos ayuda a pensar que la mujer no es solo un rol o una función dentro de nuestras comunidades.

Es interesante preguntarnos por la mujer dentro del carisma salesiano, en este sentido el sueño nos muestra una clave de entrada a la participación y al espacio eclesial de la mujer: el protagonismo. Este se vive y se enriquece junto a otros y otras dentro de una comunidad. En el sueño encontramos el punto álgido del protagonismo de María y por lo tanto de la mujer: dice quién es Jesús y cuál es el campo de la misión. Por ello el sueño es de alguna manera contracultural para el momento en el que surge y cuestionador para la iglesia de ese momento.

Para vivir, profundizar, celebrar y festejar el mes de María Auxiliadora les presentamos cuatro ejes que si bien tienen inspiración en el sueño de los nueve años no son una exégesis del mismo, sino claves de lectura de nuestra realidad. Los ejes serán abordados a partir de videos que narran breves y profundas experiencias que buscan rescatar los hilos de sentido que cada comunidad va viviendo.