La mediación escolar es un proceso de resolución de conflictos en el que una figura imparcial facilita el diálogo entre las partes involucradas para que lleguen a un acuerdo mutuo. Se basa en principios como la imparcialidad, la confidencialidad y la voluntariedad, y busca transformar los conflictos en oportunidades de aprendizaje. Este enfoque se enmarca dentro de modelos restaurativos, que priorizan la reparación del daño y la reconciliación sobre las sanciones punitivas. Además, la mediación escolar fomenta el desarrollo de habilidades socioemocionales en los estudiantes, como la empatía, la gestión emocional y la comunicación efectiva, contribuyendo así a la creación de un ambiente escolar más pacífico y respetuoso.