Somos una fundación sin fines de lucro que busca aportar a la plenitud y dignidad para la vida de todos los seres humanos a través del desarrollo de la escritura creativa y terapéutica.
Educación y salud son derechos que hoy no son accesibles para todes, nos vemos obligados a comprender la educación y la salud de otra manera, no como un derecho que alguien nos concede sino como un ejercicio de darnos/crearnos lo que el sistema nos niega o dificulta.
Estamos hablando de asumir auto educación y auto sanación como acciones concretas para aportar a un futuro sano para la humanidad.
La organización social es y ha sido siempre en Chile una escuela, al igual que las iglesias o la poesía. Son culturas con sus propias metodologías y místicas. La escritura no les cambiará nada de su esencia, solo les permitirá desarrollarse y tomar forma para su propio contenido, las técnicas de escritura son vacías de contenido y pueden ser usadas como herramientas de expresión por diversos grupos.
Los grupos se fortalecen cuando sus miembros desarrollan su mundo interior a través de la escritura. Si los colegios tuvieran la costumbre de destinar 10 minutos al día para escribir en cuaderno a mano verían en muy poco tiempo cómo cambia la convivencia y verían mejorar las competencias del lenguaje.
En especial desde la infancia se hace necesario facilitar la escritura creativa para desarrollar la imaginación en un entorno amable y receptivo. Esta experiencia cognitiva y afectiva puede ser determinante para el futuro escolar del niño, niña y niñe.
Si la experiencia es negativa, se puede producir un bloqueo que hace el aprendizaje difícil, sino imposible. Este bloqueo se puede sanar con técnicas de escritura creativa.
El mundo post pandemia ha transformado la mayoría de nuestras experiencias hacia estar mediadas por lo digital y las redes sociales, tenemos experiencias virtuales, no reales. No demonizamos la tecnología pero somos escépticos. ¿Cuáles serán los efectos de la educación virtual y de la adicción al celular en niñes y jóvenes? Por lo menos se les están reduciendo la posibilidad de elaborar saberes propios, toda vez que en la era de la información, su educación consiste en consumir.
La escritura es una herramienta de expresión poderosa que permite elaborar saberes. Está al alcance, se aprende con la práctica, se desarrolla a la par del intelecto, la imaginación y el pensamiento crítico. Solo hace falta tiempo, cuaderno, un lápiz y una pregunta o dos palabras. Se puede hacer solo o en grupo, siendo esta última posibilidad mucho mejor porque se pueden compartir los textos y encontrar recepción.
Defendemos la escritura a mano como una reivindicación del cuerpo y la presencia que la realidad virtual hace desaparecer. La mano es la acción de la conciencia en el material. Ciertas técnicas de escritura inducen a estados de salud o nos permiten pensar mientras escribimos. Si perdemos la escritura a mano millones de conexiones neuronales se echarán a morir.
Nuestros beneficiarios son todas las personas que requieran de nuestros servicios para desarrollarse en la escritura ya sea en educación como en procesos terapéuticos o de creación. En especial se verán beneficiados estudiantes y profesores, así como personas que se desarrollen en humanidades, ciencias, creación y publicidad.
Sin embargo, nuestro objetivo principal será llevar la escritura hacia los sectores más vulnerables de la sociedad, sectores excluidos y marginales, ya sea por el territorio, el género, la clase o el nivel socio-cultural. La escritura puede ser usada indistintamente por personas discapacitadas, privadas de libertad o jóvenes; para fines de autoconocimiento, de catarsis, de regulación emocional, desarrollo creativo, estético y filosófico.
¿Y por qué no? El arte y el pensamiento no son exclusivos de una elite sino componente de la vida de todo aquel o aquella que pueda imaginar (o sea, todes).
También tenemos derecho a la inspiración o al relajo. Nuestra fundación quiere facilitar condiciones para que la población más vulnerable pueda ejercer estos derechos.
Queremos que las personas puedan experimentar el gozo de crear, el alivio de purgar, la energía tras ordenar, la alegría de relatar, de dialogar, de crear hipótesis, de investigar en sí mismxs, de inventar el mundo de nuevo. Que tengan la posibilidad de enriquecerse por el espíritu lúdico que atraviesa la escritura creativa. La oportunidad de reflexionar sobre sus vidas con la autobiografía o de darse cuenta con la poesiaterapia.
Las palabras pueden sanar y también pueden enfermar. Son un pharmakon neutro, un veneno sagrado. Depende de la intención con que lo usemos, atentos a la dosificación, es que será letal o santo. La poesía es maldita o bendita: una misma fuente, dos intenciones.
La poesía es la escuela del futuro. Es una tecnología intuitiva que heredamos del inicio de los tiempos y que hoy se muestra como inmenso complemento de trabajo para la ascensión de la humanidad.