DEPORTES

FÚTBOL FEMENINO EN CORRIENTES 

A 4 años de la profesionalización: ¿Avances o retrocesos?

El 16 de marzo de 2019, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) anunció la profesionalización del fútbol femenino en el país. Ocho contratos en cada uno de los 16 clubes que componían la Liga de Primera División debían profesionalizarse. Años después, en nuestra provincia: ¿avances o retrocesos en el camino recorrido hasta hoy?

Por María Inés Freiberger

El fútbol femenino en Argentina vivió un hecho histórico el 16 de marzo de 2019 al anunciarse la creación de la Liga Profesional de Fútbol Femenino (LPFF). La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) firmaron un acuerdo para profesionalizar el fútbol femenino en el país, que consistía en la suscripción de ocho contratos en cada uno de los 16 clubes que componen la Liga de Primera División. 


El 9 de mayo de 1931 se profesionalizó el fútbol masculino en nuestro país, recién en el 2019 dio ese paso el fútbol femenino. En ambas situaciones, huelgas y protestas de jugadores y jugadoras fueron la antesala a la decisión de cambios e innovaciones. Mientras que el primero ha tenido adelantos significativamente extraordinarios, las futbolistas aún continúan en tiempos de lucha. 

Vanina Correa, actual arquera y capitana de la selección argentina declaró este año con respecto a los salarios antes del mundial: “Queremos dejarle algo a las nenas que vienen atrás que van a ser el futuro del fútbol en la Argentina, para que puedan vivir de eso”. Créditos: Mikeila Borgia.

En detalle, el Artículo 2° del Convenio Colectivo de Trabajo N°557/09, suscripto entre la AFA y FAA, define al futbolista profesional como “aquel que se obligue por tiempo determinado a jugar al fútbol integrando equipos de una entidad deportiva que participe en torneos profesionales, a cambio de una remuneración; lo que podrá acreditarse por los medios autorizados por las leyes procesales y lo previsto en el artículo 23 de la LCT”.

La doctora Melisa García, presidenta y fundadora de la primera asociación de abogadas feministas del país (Abofem Argentina), en su trabajo “Profesionalización del fútbol femenino en Argentina. Una conquista de derechos e igualdad aparente”, publicado en la Revista Electrónica del Instituto de Investigaciones Ambrosio L. Gioja (2022), señala que “el hecho de que las mujeres sean consideradas jugadores profesionales no es una cuestión de falta de normas, sino de género, de un sesgo machista y patriarcal”.

El Plan Estratégico Integral del Fútbol Femenino 2021-2026 de la AFA detalla que “una jugadora de Primera División A percibirá un salario igual que el de un jugador varón de la Primera División C”. Es decir, una jugadora percibirá $37.800 pesos brutos, la categoría más baja del fútbol profesional masculino.  En Argentina, la actualización del Salario Mínimo, Vital y Móvil en mayo de 2023 lo establece en $87.987 y, actualmente, solo 5 (Boca, River, San Lorenzo, Racing y Gimnasia de La Plata) de los 21 equipos de la primera división tienen más de 20 jugadoras profesionales. 

 “El hecho de que las mujeres sean consideradas jugadores profesionales no es una cuestión de falta de normas, sino de género, de un sesgo machista y patriarcal” 

La Liga Provincial de Fútbol Femenino en Capital está dividida en 2 categorías: A y B. Las integran los equipos de Curupay, Boca Unidos, Mandiyú, Sportivo Corrientes, Libertad, Jaguareté, Popular, Ferro, Barrio Quilmes, Lipton, Robinson, Ferroviario, Peñarol, Empedrado, entre otros. Quienes compiten en la “Liguilla” (Torneo Provincial Oficial) quedaron eliminados rápidamente. 

Para conocer la situación en Corrientes, dialogamos con Mariana Ocampo Acuña, bien señalada por quienes la conocen como “la mujer que más sabe de fútbol femenino en Corrientes”. Tiene 42 años, ex jugadora y DT certificada, actualmente es dirigente del Club Sportivo de nuestra Ciudad e integrante del equipo formador de categorías inferiores, con más de 25 años de respaldo y trayectoria. Está casada y tiene 2 hijos. Y fue recientemente elegida DT de la Selección Correntina de Futsal entre 5 hombres.

“Estoy desde el 2015 en el ambiente del fútbol once, que fue cuando se estableció como exigencia a los clubes de Liga que tengan equipos femeninos. Acá en Capital, no hay avance. Si te vas al interior en lo que se refiere a torneos provinciales la situación es diferente. Son los más fuertes”, expresó. 

Las condiciones de entrenamiento y preparación física varían según sea equipo de Capital o del interior.  La socióloga Gabriela Garton, en su trabajo “La profesionalización del fútbol femenino argentino: entre la resistencia y la manutención del orden”, publicado en la Revista Ensambles Otoños (2020), alude al concepto de “fútbol de potrero” o “de barrio” y los señala como “aquellos espacios informales e irregulares de tierra…que se opone a los espacios organizados como las canchas oficiales, las escuelas, los clubes”. 

“En Goya, por ejemplo, entrenan a la siesta todos los días, como pasa acá con la primera de los hombres. Acá hay que pelear para que medianamente te den cancha, 2 o 3 días a la semana, no esperés más, o alquilar por fuera. No hay entrenamiento. Hay equipos de barrio que no poseen instalaciones en sí, pero sí compiten en diferentes torneos no oficiales. En su mayoría las jugadoras son “adolescentes”, señaló Ocampo Acuña, quien posee en Corrientes la única Licencia Pro como DT que la habilita a dirigir a nivel nacional e internacional. 

Y agrega: “Por decirlo de alguna manera es un éxito el fútbol femenino en el interior y acá cuesta mucho. Nosotros (por el Club Sportivo) tenemos el apoyo de la dirigencia, pero por ejemplo Ferro es solo el nombre porque las jugadoras son del barrio Dr Montaña y zonas aledañas y quizás de 10 equipos de Capital, 5 tal vez tienen apoyo de tener canchas. No hay preparación física adecuada para competir y suceden muchas otras irregularidades al momento de competir”. 

Hay una lucha por la visibilidad y re categorización del fútbol femenino en la provincia y la región a pesar de la informalidad en su práctica y desarrollo. Es clave el recambio generacional en la dirigencia de clubes para trabajar aspectos que aspiren al desarrollo integral del fútbol femenino en Corrientes. 

Pablo Alonso, actual titular de la Liga Correntina de Fútbol, fue elegido (por unanimidad) presidente de la Federación Provincial de Fútbol, puesto clave para la representación de Corrientes en el Consejo Federal. Aseguró que en su primer año de gestión se cumplieron objetivos. “Se levantó la imagen de la Liga que estaba deteriorada y se logró jugar más partidos en todas las divisiones”, manifestó.

A nivel Municipal, el Honorable Concejo Deliberante (HCD) sancionó la ordenanza que implementa el Programa de Promoción de Fútbol Femenino (PROFEM) destinado a fomentar, promover, difundir, visibilizar y estimular la práctica del fútbol por parte de las mujeres.

Bien señala la directora de Abofem Argentina: “Hay una igualdad aparente pero una desigualdad histórica y estructural que persiste. En este sentido, las “diferencias” son discriminatorias, ya que no hay igualdad de oportunidades ni derechos. Cerrar esta brecha es fundamental para un pleno desarrollo de los derechos humanos”, mientras que Garton describe que: “La mayoría de los clubes del torneo femenino no contaban (y todavía no cuentan) con las condiciones básicas – espacios para entrenar, materiales adecuados, cuidado médico, cuerpo técnico completo- para mantener un plantel profesional, ni tampoco con las divisiones y torneos juveniles como para desarrollar el nivel futbolístico a largo plazo”.

En el 2019, hubo anuncios, salario para jugadoras, firma de contratos con sponsors y televisación, pero ninguna deportista puede vivir de la práctica de este deporte. No hay contratos para todas y por ello la mayoría de las jugadoras deben tener dos trabajos o más para llegar a fin de mes. Melisa García señala que: “El grado de desigualdad que están inmersas data de la histórica idea de que el fútbol es para varones: si las mujeres quieren practicarlo, el amateurismo es la regla, y si quieren ser profesionales, deberán demostrar, además, aptitudes equivalentes a las de un varón; así y todo, no serán igualadas las condiciones laborales”. 

El anuncio en junio, por parte de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), de dar una retribución económica a cada jugadora de fútbol que participó del Mundial femenino Australia-Nueva Zelanda 2023, jugado del 20 de julio al 20 de agosto en Oceanía, siembra esperanza. Aunque en realidad, hay un abismo de distancia. Un nuevo modelo redistributivo de la renta se propone y podrá hacerse fuerte en la medida del cambio generacional en la dirigencia de los clubes. 

Bien señala la ONU Mujeres, en un posteo del 14 de julio del 2022: “En Argentina, el 55% de las mujeres futbolistas de primera división son profesionales, pero sus sueldos no llegan ni al 2% de lo que ganan los hombres”.

A pesar de que el fútbol es semiprofesional desde 2019 y debería haber al menos 15 jugadoras con contrato, no todas lo tienen. A nivel generaly no sólo en el fútbol  en Argentina en 2023 las mujeres ganan 27.7% menos que los hombres según el Ministerio de Economía. Créditos: Confederación Argentina del Deporte. 

En Corrientes, ninguna futbolista recibe un salario. En Chaco, a algunas futbolistas se les paga según sus condiciones deportivas. “He tenido jugadoras que dejaron de jugar acá, por irse al Chaco. Allá le dan $3mil, $5mil u $8 mil pesos dependiendo de la calidad de jugadora que es, mientras que las categorías A y B donde compiten, cada una tiene más de 15 equipos compitiendo. Si “cruzando a Chaco” nada más, la situación es así, lo mucho que nos falta a nosotros”, reflexiona Ocampo Acuña.

Recientemente, el Ministerio de Obras y Servicios Públicos de la Provincia, a través de la Dirección de Planificación y Obras (DPO), anunció mejoras en infraestructura en clubes de la Ciudad. Ellos son: Sportivo Corrientes, Rivadavia, Alvear, Libertad, Lipton y Ferroviario. Según la información oficial, el objetivo es mejorar la infraestructura deportiva con que cuentan estos clubes capitalinos a fin de afianzar el desarrollo y la práctica adecuada de tan importante deporte, haciendo hincapié especialmente en las cuestiones de seguridad.

Mientras tanto, Mariana en la Ciudad, trabaja intensamente por cambiar condiciones mínimas de trabajo y comodidades para su plantel y para el fútbol femenino en general.

“En los últimos años, insistí mucho en que nos den equipos de vestimentas adecuadas, que las condiciones de alojamiento y comida en los viajes mejoren. Fundamental es sumar un preparador físico y kinesióloga al equipo técnico de los equipos. Hay mucho trabajo por hacer y el camino es largo. Lo importante es haber comenzado este proceso y seguir transitando”, concluyó.