En el salón, el silencio y la concentración se rompen cuando en la puerta unos golpecitos y una voz anuncian que ya es tiempo, inicia la Clase de Educación Física. La emoción explota y con gran velocidad inicia la transformación y la competencia por ser los primeros en llegar a la formación.
La mochila queda a punto de reventar por la ropa que es guardada, los cierres pueden dar vuelta por el pequeño hueco que ha dejado la imprescindible botella de agua. En el trayecto se escuchan voces y risas, pero es notable que la inquietud se incrementa cuando la vista encuentra las cuerdas o las pelotas que están esperando las manos que van a jugar con ellas.
El juego y los retos son el medio para aprender, los errores son vistos como una oportunidad para mejorar y las voces de ¡SI SE PUEDE! el impulso para llegar más lejos. Los valores aprendidos se fortalecen y se viven con el trabajo en equipo.
Parece muy sencillo el lanzar una pelota y atraparla, pero internamente cada intento va reuniendo información en un maravilloso banco de datos.
Respiremos ha terminado la clase, es tiempo de lavar nuestras manos y pasar lista, es momento de regresar al salón de clases con las palabras que nos invitan a lograr los retos: Libros, mapas y esferas, libros, mapas y esferas, Francisco Díaz Covarrubias la Casa de las Estrellas.
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