Dibujar ha sido mi vocación oculta, tal vez porque en mis tiempos no había carreras de diseño o tal vez, porque en la familia no se consideraba que fuera una profesión de provecho, sino un hobby. No me considero ilustradora, lo mío es un pasatiempo desestresante, algo que hago simplemente para colorear mi mundo y los espacios de los demás. Ese espacio ha sido siempre la escuela, tan democrático que permite que cualquier "amateur" pueda plasmar en sus paredes algo que divierta, enseñe y mejore. Entré a la convocatoria por un amigo y sin duda, por mi compromiso con la niñez de México. Es sin duda, un sueño cumplido, la esperanza para nuestra escuela y para nuestros niños la posibilidad de alcanzar lo que se pensaba inalcanzable. Para mis niños con cariño!!!!