Se localizan en las zonas más altas de México y se encuentran especialmente en los climas templados, en atmósferas áridas y húmedas.
Dentro de los bosques de coníferas se hallan los bosques de encinos, de pinos, de abetos y de cedro. Los bosques de pinos y encinos son los más abundantes, y cubren 15% y 5% de la superficie mexicana, respectivamente.
México tiene gran parte de las especies de árboles coníferos del mundo. Son importantes por ser fuente de oxígeno y poseer mucha biodiversidad. Además, la madera de estos árboles es considerada de muy buena calidad.
Los pastizales se caracterizan por tener pocos árboles. En México cubren el 6% del territorio y se encuentran entre los 1000 y 2500 metros de altitud, aunque pueden encontrarse en toda la extensión mexicana.
Pueden alcanzar una altura de hasta 70 centímetros.
Cubren el 30% de la superficie de México, por lo cual son de los más extendidos en dicho país. Son plantas de máximo 4 metros de altura y son características de los climas áridos.
Los matorrales son muy variados entre sí: algunos tienen espinas, otros tienen hojas gruesas y otros las tienen más finas.
Son plataformas para la protección de fauna y también se utilizan en las industrias medicinal y textil.
México presente tres tipos de selva: alta, mediana y baja. Constituyen cerca del 5% de la superficie mexicana, y están conformadas por árboles de gran tamaño; algunos llegan a superar los 30 metros de altura.
Se encuentran en regiones en las que llueve durante todo el año y en las que hay una temperatura superior a los 20°C. Las selvas son ecosistemas con gran biodiversidad: desde orquídeas, guanábana y cacao, hasta venados, nutrias y cocodrilos.
Este ecosistema cumple funciones fundamentales, como regular el clima, ser hábitat de gran biodiversidad y participar activamente en el ciclo del agua, además de proveer madera de alta calidad.
Están compuestos por árboles bajos y, mayormente, con espinas. Pueden presentarse tanto en climas áridos como húmedos.
Los bosques espinosos suelen aparecer mezclados con otro tipo de bosques y ocupan cerca del 5% del territorio mexicano.
Algunos de estos árboles se utilizan para la producción de carbón vegetal o la generación de colorante natural.
Bosque muy variable en composición de especies pero con estructura y clima muy similares. Está dominado por árboles en varios estratos, con abundancia de helechos y epífitas. El follaje del 50% de sus especies de árboles se pierde durante alguna época del año. Comparten lluvias frecuentes, nubosidad, neblina y humedad atmosférica altas durante todo el año. Estos bosques han funcionado como refugios para especies durante los cambios climáticos de los últimos miles de años.
Son las comunidades vegetales más exuberantes del país, están formadas por árboles de hasta 30 m o más de alto, de muy diversas especies y que conservan su follaje todo el año. Además abundan las lianas, epífitas y palmas. Algunos árboles tienen troncos rectos con raíces tubulares con contrafuertes. La mayoría de los árboles tienen hojas grandes y duras. Se distribuyen en climas cálidos y húmedos. Son ecosistemas muy complejos con alta variación de especies de un lugar a otro.
Comunidades vegetales dominadas por árboles pequeños que pierden sus hojas durante la época seca del año. Son propias de climas cálidos con lluvias escasas. Tienen una diversidad única con gran cantidad de especies endémicas. Se ubican en zonas muy frágiles y en condiciones climáticas que favorecen la desertificación.
Ecosistema costero formados por montículos de granos de arena o de granos de origen biológico, especialmente calcáreo, producto de la desintegración de los arrecifes de coral y de conchas de moluscos. La altura de las dunas es muy variable, pueden ser de menos de un metro, hasta centenares de metros. Las formas de las dunas son muy variadas, desde los pequeños cordones de dunas los cuales se encuentran paralelos entre sí, hasta dunas con formas de media luna (parabólicas). Las dunas tienen una variedad de microambientes, por las perturbaciones de diferentes vientos y mareas en donde se desarrollan manchones de vegetación de diferentes edades. La vegetación de las dunas costeras es considerada como pionera y los principales fijadores de sustrato dando comienzo a las sucesiones ecológicas de las comunidades vegetativas terrestres.
Se encuentran en casi todas las costas arenosas del país: Baja California, Baja California Sur, Sonora, Jalisco, Tamaulipas, Veracruz, Quintana Roo, Yucatán y Campeche.
Los manglares son una formación vegetal leñosa, densa, arbórea o arbustiva de 1 a 30 metros de altura, compuesta de una o varias especies de mangle y con poca presencia de especies herbáceas y enredaderas. Las especies de mangle que lo componen son de hoja perenne, algo suculenta y de borde entero En México predominan cuatro especies de mangle (Rhizophora mangle, Laguncularia racemosa, Avicennia germinans y Conocarpus erectus). Estas especies se pueden encontrar formando asociaciones vegetales o en bosques monoespecificos.
La franja intermareal, o línea de costa, es el único lugar que se encuentra sometido al ritmo diario de las mareas. Esta zona queda completamente sin agua en mareas bajas (zona supralitoral) y totalmente sumergida en periodo de mareas altas (zona infralitoral). Dentro de la franja litoral, encontramos costas rocosas y costas arenosas:
Costas rocosas: están conformadas por diferentes tipos de rocas y formas estructurales, el clima y el oleaje son los encargados de que este tipo de costas tengan formas muy variables (empinadas, suaves, irregulares, regulares, estables e inestables).
Costas arenosas: a este tipo de costas, también se les conoce como playas arenosas, están consideradas como las más ampliamente distribuidas a lo largo de las costas mexicanas. Las playas de arena, se constituyen por una acumulación de sedimentos de origen mineral o de origen biológico, la longitud de esta es muy variable ya que pueden tener desde algunos pocos metros y hasta kilómetros.
los sistemas insulares son superficies naturales de tierra, rodeadas de agua y a nivel del mar. Son fragmentos de hábitat natural con especies y comunidades propias que se han establecido, adaptado y evolucionado.
Estos cuerpos insulares son de gran importancia por su riqueza de especies y endemismos.
Dependiendo su origen, existen diferentes tipos de islas:
Comunidad marina de aguas poco profundas cercanas a la costa, dominada por comunidades coralinas y estructuras rocosas, con una gran diversidad de especies de algas, invertebrados y peces. Pueden ser coralinos, rocosos, mixtos y artificiales. Los arrecifes están cercanamente ligados con otros ecosistemas, ya que estas grandes estructuras coralinas o rocosas, cambian la dirección y velocidad de las corrientes marinas y ayudan en el establecimiento de otros ecosistemas costeros como manglares y pastos marinos. Entre estos ecosistemas existe una relación muy importante donde organismos juveniles de peces e invertebrados de diferentes especies pasan su periodo de larva y juvenil en zonas de manglares y pastos marinos. Una vez que llegan a la etapa adulta, migran a los arrecifes en donde se reproducen y liberan sus huevecillos. Pocas horas después las pequeñas larvas harán su viaje a los manglares y pastos en donde crecerán hasta alcanzar el tamaño necesario para poder regresar al arrecife y el ciclo vuelve a repetirse.
Las praderas de pastos marinos son ecosistemas dominados por plantas angiospermas (del griego, angíon, vaso y del latín sperma, semilla) sumergidas bajo el agua marina. Los pastos marinos crecen fijándose a diferentes tipos de sustratos como lodo, arena, arcilla y en ocasiones sobre las rocas. En el mundo se han registrados 12 géneros de espermatofitas (antes conocidas como fanerógamas) marinas con 49 especies. En México se han registrado 9 especies dentro de 6 géneros: pastos marinos (Zostera marina, Phyllospadix scouleri, Phyllospadix torreyi), hierba de tortuga (Thalassia testudinum), pastos marinos (Halodule wrightii, Halodule beaudettei), hierba de manatí (Syringodium filiforme), pasto marino (Halophila decipiens) y pasto estrella (Halophila engelmanni).
Los pastos marinos aumentan el sustrato disponible para la fijación de organismos de diferentes tipos. También reducen el movimiento del agua creado por las corrientes y las olas, permitiendo condiciones de calma en el interior de las praderas. Las hojas de los pastos reducen el exceso de iluminación durante el día, protegiendo el fondo de la insolación y permitiendo el desarrollo de un microambiente en la base de los pastos.