SPAGNOLO

MANUEL DE FALLA

BIOGRAFIA (Italiano)

Manuel De Falla

È una delle figure più importanti della storia della musica spagnola: appartiene al genere dell’orchestra e della musica classica. Lo strumento in cui è specializzato è il pianoforte. Manuel de Falla nacque nel 1876 a Cadice (Andalusia). Prima di divenire musicista, si sentì scrittore. Frutto della sua iniziale inquietudine letteraria furono le riviste che Falla creò con la collaborazione di alcuni amici, tra il 1889 e il 1891: “El Burlón” e “El Cascabel”. L’immaginazione e la sensibilità del giovane portarono Falla a creare un mondo alla sua portata, un eden, un’utopia: la città di Colón, che governa nella sua fantasia e che difende dal mondo esterno. A causa della precaria situazione economica della famiglia, cominciò ad impartire lezioni di pianoforte. Realizzó le sue prime opere di zarzuela, come “La Juana y la Petra” o “La casa de tócame Roque”. Nel 1902 inaugurò, nel Teatro Comico di Madrid, “Los amores de la Inés”. Con l’adolescenza, ebbe la definitiva vocazione: “A partire da questo momento qualcosa come una convinzione profonda mi spinse a lasciare tutto per dedicarmi completamente allo studio della composizione. Tale vocazione fu così forte che provai addirittura paura perché temevo di non essere in grado. Non lo dico da un punto di vista puramente tecnico ma faccio riferimento all’ISPIRAZIONE nel vero significato della parola. Questa forza misteriosa senza la quale non si può realizzare niente di veramente utile, e di ciò io mi sentivo già incapace.” A vent’anni Falla viveva tra Cadice e Madrid. Due ambiti musicali diversi reclamavano la sua attenzione. La sua città natale, il salone della musica della casa familiare di Salvador Viniegra, servì da scenario ad alcune delle sue prime opere (tra il 1897 e il 1899), è il caso di “Melodía” e “Romanza”, entrambe per il violoncello e il pianoforte, dedicate da Falla a Salvador Viniegra. Falla realizza gli studi musicali nel Conservatorio de Madrid, dove avrà José Tragó come maestro di pianoforte, ultimandoli nel 1899 fino ad ottenere il primo premio di pianoforte. Falla difendeva l’importanza del folclore populare spagnolo, che ispirò la maggior parte delle sue composizioni, e rifiutava l’influenza della musica tedesca e italiana nell’opera di Spagna. Tra le sue composizioni spiccano i ballet “El amor brujo” (1915) e “El sombrero de tres picos” (1919), “La vida breve” (1913), per orchestra e pianoforte “Noches en los jardines de España” (1915), e altre. In concreto, si tratta della “Danza ritual del fuego”, inclusa nel ballet “El amor brujo”, che ebbe un grande successo agli inizi del XX secolo, alla pari di altre opere di Falla. Terminó la composizione del Concerto per clarinetto e orchestra da camera, che fu presentato il 5 novembre nel Palazzo della Musica di Barcelona per Wanda Landowska. Si tratta dell’ultima opera importante che arrivò al termine, e l’ultima che comunque è populare. Ricevette l’appellativo di "figlio adottivo" della città di Siviglia il 20 marzo e "figlio prediletto" della città di Cadice ad aprile. A Barcellona, il 17 marzo ci fu in suo onore il "Festival Falla", al quale il compositore presenziò. Il mese seguente partecipò al riconoscimento che l’Ateneo di Granada fece al compositore tedesco Ludwig van Beethoven. Nel 1939, poco dopo la Guerra Civile Spagnola, si esiliò in Argentina, dove morì nel 1946.

Analisi musicale e stile

Le sue opere più celebri sono: la “Pantomima”, “El amor brujo”, “El sombrero de tres picos”, le “Siete canciones populares españolas" per voce e pianoforte, la “Fantasía Baetica” per il piano e “Noches en los jardines de España”. Il suo stile evolse dal nazionalismo folclorista, inspirato a temi, melodie, ritmi e giri andalusi o castigliani, fino ad un nazionalismo che cercava la sua ispirazione nella tradizione musicale del Secolo d’Oro spagnolo e il "Concierto para clave y cinco instrumentos". La maturità creativa di Falla cominciò con il suo ritorno in Spagna, nell’anno 1914.

Nelle opere “El retablo de Maese Pedro” e il concerto per clavicembalo e orchestra da camera del 1926 si percepisce come l’influenza folcloristica è meno visibile della riuscita del neoclassicismo allo stile di ĺgor Stravinski. Mentre nelle sue opere precedenti Falla dava prova di un’estesa varietà sonora, ereditata direttamente della scuola francese, in queste composizioni, il suo stile divenne più austero e coinciso, e in modo speciale nel Concierto. Gli ultimi vent’anni della sua vita, Manuel de Falla li trascorse lavorando in quella che considerava essere l’opera della sua vita: la cantata scenica “Atlántida”, su un poema del poeta in lingua catalana Jacinto Vedaguer, che lo aveva ossessionato dall’infanzia e in cui vedeva riflesse tutte le sue preoccupazioni filosofiche, religiose e umanistiche. Quando morì, il suo discepolo Ernesto Halffter la terminò.

BIOGRAFÍA (Español)

Manuel De Falla

Es una de las figuras más importantes de la historia de la música española: pertenece al género de la orquesta y música clásica. El instrumento que lo caracteriza es el Teclado Jankó. Manuel de Falla y Matheu nació en 1876 en Cádiz (Andalucía). Antes que músico, Falla se sintió escritor. Fruto de su inicial inquietud literaria fueron las revistas manuscritas que Falla crea, con la colaboración de algunos amigos, entre los años 1889 y 1891: “El Burlón” y “El Cascabel”. La imaginación y la sensibilidad del joven Falla le llevaron a crear un mundo a su medida, un edén, una utopía: la ciudad de Colón, que él puebla y gobierna en su fantasía a la par que la defiende del mundo exterior. Debido a la precaria situación económica de la familia, comenzó a impartir clases de piano. Realizó sus primeras obras de zarzuela, como “La Juana y la Petra” o “La casa de tócame Roque”. En 1902 estrenó, en el Teatro Cómico de Madrid, “Los amores de la Inés”. Con la adolescencia, despertará la definitiva vocación: “A partir de ese momento algo como una convicción tan temerosa como profunda me impulsaba a dejarlo todo para dedicarme completamente al estudio de la composición. Y esta vocación se hizo tan fuerte que llegué a sentir incluso miedo, ya que las ilusiones que despertaba en mí estaban muy por encima de aquello que yo me creía capaz de hacer. No lo digo desde un punto de vista puramente técnico sino en cuanto a la INSPIRACIÓN, en el verdadero y más alto sentido de la palabra. Esa fuerza misteriosa sin la cual no se puede realizar nada verdaderamente útil, y de ello yo me sentía incapaz.” A sus veinte años Falla vivía a caballo entre Cádiz y Madrid. Dos ámbitos musicales diferenciados reclamaban su atención. En su ciudad natal, el salón de música de la casa familiar de Salvador Viniegra sirvió de escenario a alguno de los estrenos (entre 1897 y 1899) de sus primeras obras, caso de “Melodía”y también de “Romanza”, ambas para violonchelo y piano, dedicadas por Falla a Salvador Viniegra. Falla realiza los estudios musicales en el Conservatorio de Madrid, donde tendrá a José Tragó como maestro de piano, finalizándolos en 1899 tras obtener el primer premio de piano de dicho centro. Falla defendía la importancia del folclore popular español, que inspiró la mayor parte de sus composiciones, y rechazaba la influencia de la música alemana e italiana en la ópera de España. Entre sus composiciones destacan los ballets “El amor brujo”(1915) y “El sombrero de tres picos” (1919), “La vida breve” (1913), la pieza para orquesta y piano “Noches en los jardines de España” (1915), y otras. En concreto, se trata de la “Danza ritual del fuego”, incluida en el ballet “El amor brujo”, que logró un gran éxito cuando se estrenó a principios del siglo XX, al igual que otras muchas obras de Falla. Terminó la composición del Concerto para clavecín y orquesta de cámara, que fue estrenado el 5 de noviembre en el Palacio de la Música de Barcelona por Wanda Landowska. Se trata de la última obra importante que llegó a acabar, y la última que todavía es popular. Fue homenajeado con motivo de su quincuagésimo aniversario y recibió la distinción de "hijo adoptivo" de la ciudad de Sevilla el 20 de marzo e "hijo predilecto" de la ciudad de Cádiz en abril. En Barcelona, el 17 de marzo tuvo lugar el "Festival Falla", que contó con la presencia del compositor. El mes siguiente, Falla se unió al homenaje que el Ateneo de Granada rindió al compositor alemán Ludwig van Beethoven. En 1939, un poco después de la Guerra Civil Española, Manuel de Falla se exilió en Argentina donde falleció en 1946.

Análisis musical y estilo

Sus obras más célebres son: la “Pantomima”, “El amor brujo”, “El sombrero de tres picos”, las “Siete canciones populares españolas" para voz y piano, la “Fantasía Baetica” para piano y “Noches en los jardines de España”. Su estilo fue evolucionando a través de estas composiciones desde el nacionalismo folclorista que revelan estas primeras partituras, inspiradas en temas, melodías, ritmos y giros andaluces o castellanos, hasta un nacionalismo que buscaba su inspiración en la tradición musical del Siglo de Oro español y el "Concierto para clave y cinco instrumentos". La madurez creativa de Falla comenzó con su regreso a España, en el año 1914.

En las obras “El retablo de Maese Pedro” y el concierto para clavecín y orquesta de cámara de 1926 se percibe cómo la influencia de la música folclórica es menos visible que una suerte de neoclasicismo al estilo de ĺgor Stravinski. Mientras que en sus obras anteriores Falla hacía gala de una extensa paleta sonora, heredada directamente de la escuela francesa, en estas últimas composiciones, su estilo fue haciéndose más austero y conciso, y de manera especial en el Concierto. Los últimos veinte años de su vida, Manuel de Falla los pasó trabajando en la que consideraba había de ser la obra de su vida: la cantata escénica “Atlántida”, sobre un poema del poeta en lengua catalana Jacinto Vedaguer, que le había obsesionado desde su infancia y en el cual veía reflejadas todas sus preocupaciones filosóficas, religiosas y humanísticas. Cuando murió con la obra inacabada, su discípulo Ernesto Halffter se encargó de acabarla.

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DANZA RITUAL DEL FUEGO

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