El relato se deriva de la guerra interminable y desoladora entre los filisteos y los israelitas provocada por la invasión de las tierras de Israel por parte de los filisteos y el levantamiento del ejército comandado por el Rey Saúl para atacar a los invasores.

Los ejércitos se encontraban acampando en dos montes cerca del Valle de Ela en Judá. Cada mañana durante 40 días un gigante filisteo bajaba el valle para atemorizar a los israelitas y les decía:

“¡Tráiganme a un hombre para que luche conmigo! ¿Quién podrá contra mí?”

Pero ninguno se atrevía a pelear contra el gigante Goliat de Gat.

Su estatura era de seis codos y un palmo. Traía en su cabeza un morrión de bronce, e iba vestido de una coraza escamada, del mismo metal, que pesaba cinco mil siclos; botas de bronce cubrían sus piernas y defendía sus hombros un escudo de dicho metal. El astil de su lanza era grueso como el enjullo de un telar, y el hierro de la misma pesaba seiscientos siclos e iba delante de él su escudero” ..Sam. 17, 4-6 .

Su armadura de bronce producía un ruido estruendoso. Su lanza larga hacía que todos tuvieran duda y miedo. Aún el más fuerte de los Israelitas estaba espantado ante la presencia de Goliat. Pero un día David, que era apenas un joven pastor el cual, según la biblia, había sido elegido como rey por Dios, voluntariamente se ofreció a luchar contra el gigante diciendo:

“¡Goliat se burla de nuestro Dios! ¿Cómo es posible que nadie confíe que Dios cuidará de su ejército en tiempo de necesidad? ¡Yo mismo lucharé contra ese gigante!”

El mismo Rey Saúl se rió del joven David. Sin embargo éste prosiguió a luchar contra Goliat estando seguro de que Dios lo ayudaría a derrotarlo. El rey Saúl dio su escudo y su armadura a David, pero éste no era lo suficiente fuerte para sostener el escudo por lo que prefirió utilizar únicamente su honda y unas piedras que había recogido del suelo como armas.

David se acercó al lugar de donde solía estar el gigante. Goliat se rió y dijo que un niño no lo derribaría nunca. David el joven pastor, con una expresión de desprecio y una risa malvada, tomó una de sus piedras y la lanzó con su honda, dando justo en la cabeza a Goliat. Éste tambaleó y cayó muerto directamente.

Entonces David tomó la espada de Goliat y le cortó la cabeza. Posteriormente David reemplazó a Saúl como comandante del ejército y después como rey.

EXTRAIDO DE: https://losdavids.wordpress.com/relato-de-david-y-goliat/ (última visita 10/Mayo/2020)