Ya sea la edad que tengamos todos vamos a perder algo en la vida ya sea para bien o para mal. Y cuando perdemos ese “algo” nuestra vida cambia de diferentes maneras. Yo perdí 27 rosas en el proceso de mi adolescencia y quizás hemos perdido las mismas rosas, pero aquí me despediré de cada una de ellas porque a pesar de que algunas rosas me dieron felicidad y otras una tristeza fatal han sido parte de mí en algún momento de mi vida que me marcaron completamente. Hay algunas rosas que no me hubiera gustado perder, pero lamentablemente a veces los humanos no somos encargados de elegir nuestro propio destino y tal vez lo haga alguien más que resulta desconocido para nosotros. Ahora bien, he descubierto que la muerte se ha hecho amiga mía, pero a lo que le temo es quiera llevarme con ella para siempre, pero yo sé que no lo hará porque aún quiero vivir y si alguien desea vivir no se le puede negar ese deseo. Quizás siga perdiendo rosas o quizás pueda recuperar algunas, pero realmente espero tener las indicadas en este momento...