Había un billete de 5 euros que había sido lanzado a la circulación hace muchos años en una ciudad pequeña de Europa. En un principio, no era como cualquier otro billete. No tenía marcas de uso, no había sido arrugado ni manoseado. Era como si hubiera salido directamente de la impresora.
Pero algo extraño sucedió con ese billete. Comenzó a tener una vida propia. Se dice que una noche, mientras un joven llamado Tomás estaba caminando por la ciudad, encontró el billete en el suelo. Al principio, pensó que era un billete normal y lo guardó en su billetera.
Pero pronto, Tomás empezó a notar algo raro. La gente que utilizaba el billete parecía tener malas suerte. Algunos se peleaban con sus amigos, otros perdían sus trabajos o incluso se quedaban sin hogar.
Tomás no sabía qué pasaba, pero se dio cuenta de que el billete era la conexión común entre todos los incidentes negativos. Un día, decidió investigar y descubrió que el billete tenía una historia oscura.
Según la leyenda, el billete había sido creado por un artista frustrado y misógino que se había obsesionado con la idea de matar a las mujeres. Había impreso un tipo especial de billete que contenía una maldición. Cada vez que alguien lo utilizaba, la maldición se activaba y causaba desafortunados eventos en la vida de aquella persona.
Tomás decidió destruir el billete, pero no sabía cómo hacerlo. La maldición parecía ser muy poderosa y resistió todos sus intentos. Finalmente, decidió entregarlo a una iglesia local y pedir ayuda a los sacerdotes.
Ellos descubrieron que la maldición era real y trabajaron para desactivarla. Después de una ceremonia especial y un ritual de purificación, el billete perdió su poder malvado.
Tomás se sintió aliviado y feliz de haber podido liberar a la sociedad del poder del billete malvado. Y desde ese día, comenzó a usar otro billete de 5 euros normal y corriente.