SOBRE
METAPOESÍA
SOBRE
METAPOESÍA
El camino hacia una antología, hacia la primera publicación
publicado el 08/08/23
Después de terminar un marzo hasta el extremo cargado de actividad creativa y literaria, tuve la maravillosa noticia a inicios de abril de que uno de mis poemas había resultado seleccionado para integrar la primera antología METAPOESÍA, a cargo del equipo editorial de FUNGA.
La convocatoria, de la que participamos unos 200 escritores de todo el país, cerró con un total de cuarenta poemas -o metapoemas- seleccionados, y una gran alegría personal al poder decir que se trata, oficialmente, de mi primera publicación en libro.
leé el poema en su página dedicada acá
Como su nombre indica, METAPOESÍA fue una convocatoria antológica cuyo objetivo es reunir producciones poéticas en las que el nivel meta sea el protagonista, es decir, en las que el propio lenguaje artístico, sus recursos asociados, y la práctica general del escribir fuesen puestos en la primera plana. Por eso, la pregunta disparadora no podía ser otra más que "¿Qué es la poesía?"
Aunque de apariencia capciosa, tenemos que reconocer que en realidad nos estamos parando ante una incógnita considerable, puesto que como todo en cualquier disciplina del arte, intentar definir un objeto cargado de tantas (y cuasi infinitas) variables es una tarea compleja por decir poco. Acá reside, considero, el valor intrínseco de la antología como proyecto, puesto que la enormidad de poemas posibles, y posteriormente seleccionados, no hace más que avalar la existencia de dicha vastedad mediante formas únicas, y además, ejemplares.
ANÁLISIS DE POEMA
"En este poema, [[𝗤𝘂𝗲́] 𝗦𝗤 [𝗲𝘀] 𝗦𝗩 [𝗹𝗮] 𝗦𝗗 [𝗽𝗼𝗲𝘀𝗶́𝗮] 𝗦𝗡 ], el autor expone una forma de entender la poesía, desde su construcción, desde una mirada casi sintáctica y estilística, a través de los recursos que puede o no formar parte de ella. Sin dudas, un metapoema que pone en manifiesto la pasión y el conocimiento de quién lo escribe."
FUNGA.
¡Pero hablemos de lo que importa! Mi poema enviado, y seleccionado, se titula "[[Qué]SQ [es]SV [la]SD [poesía]SN]". El mismo se encuentra ya disponible en el archivo y en este espacio diarístico voy a proceder a comentar cuáles son las lógicas operantes detrás de él, en celebración de mi participación de la convocatoria.
[[Qué]SQ [es]SV [la]SD [poesía]SN]
La poesía es --------------------
=
la inverosímil posibilidad
de decir
la frase más hermosa
y compleja,
pero al mismo tiempo
"Poesía eres tú"
(mientras escribo suelto una
carcajada tramposa)
La reconciliación entre
la maravilla y la gente.
El único parche
a prueba de olvido.
Una métrica precisa
-que yo no coordino-
o quizás unas palabras olvidadas,
que el tiempo destruyó.
------------------------------ No,
no es trivial nada de ésto
que digo,
alguna quietud (que no se nombra)
así lo manda:
irregular es la forma del poema,
y soltarlo para
agarrar la guitarra y
pensar qué es el poema
y la poesía se vuelve
necesario.
Porque ningún vocablo puede
realmente llamar
a las cosas, que no te engañen;
la esencia auténtica está en
lo que no se apoda;
En la bala que gana la guerra
sin dispararse,
en las letras suicidas
que inmortalizan.
y en el amor que se proclama
sin declararse,
La poesía es, incluso,
un monstruo necesario,
que no termina, nunca termina.
La clave de lectura del poema se encuentra en los espacios de transgresión hacia el nivel meta que se abren a partir de los diferentes recursos que se aplican. Es decir, la pregunta disparadora, si bien central y unificadora de la propuesta, pasa a un segundo plano con la intención de evidenciar la polimórfica anatomía del arte mediante dichos artilugios y la aparente posibilidad de dar con una respuesta a la incógnita, que al final se descubre inabarcable.
La "mirada sintáctica y estilística" que desde FUNGA percibieron en el poema es, por tanto, una observación correcta; el mismo, así, se convierte en una caja de herramientas abierta.
Desde el mismo título el poema transgrede la materialidad meramente artística hacia otro plano: el analítico. Se trata de una representación esquemática del modelo de análisis sintagmático como el que se utiliza y practica desde el paradigma científico de la lingüística chomskiana, a no ser que me hayan enseñado otra cosa (lo cual sería muy gracioso). El título simula la segmentación oracional, palabra por palabra, con la correspondiente clase sintagmática anexada a cada una (los subíndices), y el encorchetado distintivo. Esta puerta de entrada debería preparar al lector para lo que después vendrá, es la trasgresión primera.
El poema está inaugurado después por una tentativa de respuesta a la duda motora que se anula automáticamente, y que se representa por el tachado (en este blog, tuve que reemplazarlo por las líneas de guiones: "------"). Esta negativa, este silencio, es una simulación del procedimiento escritural del boceto y de los borradores. Borradores que, en este caso, persisten para construir identidad. La idea o inspiración la tuve después de recordar mi lectura de Historial de un libro de Luis Cernuda, prólogo a sus obras completas en el que el poeta menciona que en uno de sus libros logró escribir a la primera sus textos, sin cambios, directamente en su versión final. A partir de esa tremenda exageración digna únicamente de él, propuse un espacio en el que todo el proceso es parte del poema, incluso lo que no se queda o se descarta.
También en el principio tenemos una cita: "poesía eres tú". Frase icónica por lo genérica que circula principalmente como slogan estereotípico respecto a la escritura poética y una banalización de la misma hasta el extremo. Según mi conocimiento, o al menos revisitando mi trayectoria lectora, el origen de esta sentencia se lo tendríamos que atribuir a Bécquer, quien por supuesto elabora un marco mucho más amplio para ella. Por todo eso, la inclusión de la frase pretende apelar directamente a conocimientos externos al poema, directamente al conocimiento previo del lector y un poco a esta "cultura general" de la que se alimentan los memes y el internet.
El siguiente artilugio meta se esconde detrás de otros símbolos, el signo igual (=) y los dos puntos (:). Ambos son el puente, o el punto de entrada, hacia definiciones. Como dije, no son más que definiciones que quedan incompletas, inconclusas, o que se siguen ampliando, pero estos signos operan además sus efectos sobre la forma y estructura misma del poema. Después de que cada uno aparece los siguientes versos se subordinan a ellos, y la métrica se ordena "jerárquicamente", a la manera del diccionario.
Después contamos con la inclusión de no uno, sino tres elementos textuales diferentes que dictaminan de maneras exclusivas el funcionamiento de la unidad poema, haciéndola corresponder con las propias lógicas que se enuncian sobre ésta. Comenzando con la primera estrofa, la poesía y el poema es una "inverosímil posibilidad (...) de decir -A- (...) y al mismo tiempo -B-" en la que múltiples cosas son posibles, como la existencia misma de este caso. Luego hace presencia (¿o ausencia?) "la métrica precisa", como una manera de delatar el contraejemplo, lo que no se hace, las convenciones poéticas a las que el poema no se adhiere. El tercero es el más evidente: "irregular es la forma del poema" refiere a la estructura misma de la forma poética y a la temática intencionadamente variable.
Otro recurso de capital importancia es el de la aparición de los paréntesis "()". Acá la intencionalidad no radica únicamente en introducir meros comentarios; dichos comentarios son espacios para la introducción del "yo" (siempre problematizable) del escritor, momentos en los que el autor toma directamente la palabra más allá del contenido enunciado, es decir, se vuelve él mismo contenido de poema. Es más evidente en el primer caso de la carcajada que se suelta ante la inverosímil posibilidad del arte. Como ocurre con el caso de los tachados, se trata de un elemento externo a lo estrictamente poético que ingresa a reafirmar su participación, su lugar de pertenencia, en el proceso mismo de construir y concluir el poema.
Finalmente, el más importante de todos estos mecanismos, a mi criterio autoral, está en el cierre del poema, que actúa más bien como una anti-conclusión. Como comentaba al principio, el objetivo era demostrar la imposibilidad de definir con certeza qué sería la poesía, de modo que el prólogo no podía ser sino la continuación de esa imposibilidad. Pero no tanto por la sentencia del monstruo que nunca se termina, que también acentúa dicha intención, como por la presencia central del "incluso", que convierte al poema en lo que me atrevería a llamar una falsa lista. Una enumeración, primero irreverente, y segundo declaradamente incompleta, puesto que el adverbio clausura toda posibilidad de cierre auténtica y no deja otra opción que no sea continuar rastreando el carácter del monstruo poético.
Con todo lo dicho, repitiéndome otra vez, hablar de poesía sin demostrar que no se puede hablar tan fácilmente de poesía es al mismo tiempo la materia prima y el objetivo de mi escritura. De verdad espero que mi búsqueda por lograr esta unidad coherente y significada, por construir y desarrollar una justificación para mi proceso creativo, no quede maleada por mi inexperiencia para explicarme a mí mismo. Sea como fuese, la alegría de poder decir, de nuevo, que hoy me encuentro oficialmente presente en las páginas de un libro es una fuerza que opaca toda negatividad en este momento.
Por supuesto, no quiero no elevar mi infinita gratitud al equipo editorial por permitirme a mí y a 39 escritores más hacer posible un libro tan hermoso como el presente, y a todas mis amistades y familia por el apoyo, el cariño y la recepción fervorosa del mismo.
Estudiante de letras y proyecto de escritor. Es parte del colectivo de escritores Letras&Poesía, integrante del comité editorial de la Revista Rabiosa y miembro del Centro de Estudios Teórico Literarios (CEDINTEL). A veces se olvida de respirar.
INSTAGRAM: @alejandrokosak
Editorial independiente, biomaterialista y sustentable radicada en Chaco.
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