por Alejandro Kosak
publicado el 23/06/24
Poesía
"Vengo de ayer, no soy ayer"
Divididos
En el séptimo día,
Dios
(cierto dios, algún dios,
o los muchos singulares
que colaboran al numen)
se dio al descanso
después de dar con el acto
primitivo y conjetural
de la creación.
No menos divinos,
nosotros también,
pero nuestro siete equivale al tres
y el tres, la cábala, asciende a veinte,
que desaparece en el cinco
y en doscientos, para florecer
en el ochentinueve y converger,
modularmente,
en el siete.
Otro domingo querrá que vuelva,
hacia el domingo, a escribir estas mismas palabras,
como algo más divino que Dios
descansa en el silencio de nuestras
penas ante la luz apagada;
Véase que en la realidad hay lugar
para lo irreal y que toda forma de razón
es al final la locura.
Estudiante de letras y proyecto de escritor. Es parte del colectivo de escritores Letras&Poesía, integrante del comité editorial de la Revista Rabiosa y miembro del Centro de Estudios Teórico Literarios (CEDINTEL). A veces se olvida de respirar.
INSTAGRAM: @alejandrokosak