Soy una persona entregada a lo que hace. Para mí, el masaje no es solo una técnica, sino una forma de presencia, de respeto, y de conexión con quien tengo delante.
Me considero un chico sencillo, natural, amable. Disfruto de los pequeños detalles: una conversación honesta, un silencio cómodo, un ambiente limpio y cuidado.
Me gusta conectar con la naturaleza —en todas sus formas—, con la energía de cada cuerpo, con el momento presente.
Trabajo desde un enfoque tranquilo, sin juicios ni etiquetas, donde cada persona puede sentirse libre de ser como es.
Creo que el bienestar no viene solo de soltar tensiones físicas, sino también de sentirte visto, respetado y en paz.
Por eso, más allá del masaje, te ofrezco un espacio donde puedas descansar, reconectar contigo mismo y salir renovado.