Presentación "Aproximación a la historia de Río san Juan"

Joaquim Rabella de profesión arquitecto y autor del reciente libro Aproximación a la historia de Río San Juan, llegó a Nicaragua hace 10 años. Primero trabajó en León y desde 1990 está trabajando en el proyecto de desarrollo integral de Río San Juan. Este proyecto ha abarcado desde la repatriación de Nicaragüenses en la zona, la electrificación de poblados, la construcción de escuelas y viviendas, el desarrollo ganadero y agroforestal, hasta la rehabilitación del Castillo de la Concepción, la apertura de un centro de documentación en la zona, el rescate de testimonios históricos en San Juan del Norte y la promoción del turismo ecológico. La financiación proviene del gobierno y el pueblo de España y su ejecución de dos ONG’s españolas: “Solidaridad Internacional” y “ACSUR Las Segovias” y por la “Asociación de Municipios de Río San Juan” y la ONG local ASODELCO. De todo ello nos puede dar razón Joaquim Rabella.

Este mismo año Joaquim Rabella escribió otro libro . Un diccionario de nicaragüanismos, que intenta recoger la soltura y la libertad del habla nica. Dentro de poco, concretamente dentro de tres días, más a su pesar que con ganas, se va de viaje. Vuelve a su tierra natal. No es extraño que quiera llevarse con él el Río y la Palabra y que quiera dejárnoslos, plasmados en libros, como regalo de algunas de sus mayores pasiones. Si uno de los atributos culturales que destacan en Nicaragua es la creatividad poética, en su geografía destaca el Agua. Pero, sin duda, entre todas sus Aguas, la del Río San Juan y la del lago Cocibolca es la que marca más decisivamente su historia. Por su importancia estratégica estuvo siempre en las miras de las grandes potencias y sufrieron sus consecuencias todos los pueblos de esta región. La lucha entre Inglaterra y España, la “Ruta del Tránsito” de Estados Unidos en el siglo pasado, los intereses de nuevas potencias como Japón para abrir un canal trasatlántico, la idea de un canal seco que ha rechazado Costa Rica y que según algunos sería la panacea para solucionar los graves problemas económicos que nos acechan, son una muestra clara de la importancia estratégica de la zona.

Si bien el libro nos muestra, con profusión de detalles, como la suerte de Nicaragua ha estado ligada al Río San Juan lo que a mí me gustaría resaltar son algunas anécdotas que trasparecen en el documento y que creo que despiertan en todos nosotros el alma aventurera, la curiosidad histórica y la pregunta por nosotros mismos en este fin de milenio. Por ejemplo en el 1539 se realiza la Segunda expedición de Calero y Machuca al desaguadero, en la primera no llegaron mas que a la entrada del Río, pues la tripulación se amotinó. Machuca se interna por el Río Sábalos y Calero sigue su ruta. El 21 de junio asalta el poblado de Torí, y el 24, día de San Juan, llega a la bahía donde desemboca el Río bautizándola como de San Juan Del Norte. Posteriormente, recorriendo la costa, llega hasta Panamá donde es hecho prisionero. De los 130 Españoles llegaron 9. ¿Qué fue de Machuca y de Calero después? ¿Qué ojos atónitos debían observar sus barcazas desde la orilla? ¿Era sólo el oro y el afán de poder el que les movía a seguir adelante?

En 1648 el ex-dominico inglés Thomas Gage publica a “New Survey of de West Indies” proponiendo a los ingleses “rescatar América de los españoles pecadores” y haciendo grandes elogios de la región del Río San Juan. En la nueva novela que está escribiendo Ricardo Pasos cuya protagonista es “Rafaela Herrera”, su padre indignado le dice a Rafaela que este libro es la causa de todas sus desgracias e infortunios en el Castillo, atacado una y otra vez por los ingleses. ¿Qué fascinación produjo el trópico, gracias a este libro en la fría Inglaterra? ¿Cuantos servidores de la Corona británica, cuantos piratas para los españoles lo leyeron?

En 1711 El obispo de Nicaragua Fray Benito Garret arma una pequeña flota para asaltar Monkey Point y hacer prisioneros a zambos y misquitos para utilizarlos limpiando de piedras el fondo del Río San Juan. ¿Cuanta pasión por el poder se esconde siempre tras los oficios más espirituales?

En 1734 El Castellano de la Inmaculada pide ser relevado de su cargo por “sufrir fiebres tercianas” y por no haber cobrado el sueldo desde 1731. Tres años sin cobrar llevaba la guarnición en el Castillo. ¿Era la disciplina, era la fe, eran las promesas, qué les podía hacer aguardar tres años para una paga?

En 1745 Díaz Navarro nos informa que “Indios infieles de las montañas vecinas” visitan el Castillo y pese a que el Castellano y el capellán les “hablan muchas veces de la Cristiandad” no quieren admitirla, “viniendo esto de la libertad en que viven”. Parece que durante los siglos XVIII y XIX aún subsistieron en la zona grupos de Melchoras y Guatusos. Según Coronel Urtecho la última de las melchoras se llamaba Juana Serpa. Cuando los primeros alemanes. Italianos y Granadinos en los años 14 instalaron sus fincas de ganado en el Río San Juan, se fue a terminar sus días en las Islas de Solentiname. ¿Cómo recordaba su cultura y su pueblo?

En 1762 Rafaela Herrera, de 19 años, recientemente muerto su padre el castellano logra detener una expedición de 2000 soldados británicos y Miskitos del Rey Jorge I. ¿Quien es la verdadera Rafaela Herrera? ¿Cómo transcurrieron sus días entre las paredes humedad del Castillo?

Durante los siglos XVI y XVII pareció creerse en la existencia de un paso natural entre el pacífico y el Atlántico por Nicaragua. Aún en el siglo XVIII se conserva la fuente de un espía inglés que afirma haber descubierto este paso natural por el Río Papagayos en Rivas, paso que los españoles mantenían, según él, en celoso secreto. En 1777. Inglaterra aprueba un plan de invasión para apoderarse del Estrecho y se prepara la mayor expedición de guerra en el Río. ¿Cuantas vidas humanas subyugan los mitos poderosos?

En 1780 una flota con 3000 hombres, al mando de Polson y Nelson, invade el Castillo. Después de varios días de lucha se rinde Aysa con todos los honores. Mas de 100 prisioneros son enviados a Jamaica. Sorprendidos por un huracán y después de mil peripecias llegan a la Habana sólo cuatro supervivientes. Finalmente en 1781 Aysa logra volver a Nicaragua y terminará sus días como castellano de la fortaleza de San Carlos. ¿Qué le hizo volver? ¿Aysa amaba ya estos lugares?.

En 1848 los ingleses se apoderan de San Juan del Norte, El castillo y San Carlos. Nicaragua se ve forzada a reconocer la ocupación británica de San Juan del Norte que pasa a llamarse Grey Town y a ondear en ella la bandera del reino Misquito. En 1854, justo en el momento en que Nicaragua se proclama nación, hay un incidente público en Grey Town provocado por un norteamericano y el ministro de Estados Unidos en Nicaragua y que acaba con un muerto local. Se da un tumulto popular y el bergantín norteamericano Cyane bombardea y arrasa grey Town. ¿No se prefigura ya aquí el nuevo orden internacional que determinará en buena medida los sucesivos acontecimientos políticos Nicaragüenses?

El 13 de octubre de 1977 un puñado de campesinos de Solentiname atacan el cuartel de San Carlos de la guardia Somocista. Hoy que 365 personas en el mundo poseen los mismos recursos que el 40% de la humanidad más pobre parece más urgente y necesario que nunca la realización del sueño de aquellos campesinos. ¿Cómo reavivarlos? ¿Cómo hacerlos posibles?

Además de las anécdotas y de las múltiples sugerencias históricas e incitaciones al estudio destacaría del libro su cuidadosa, amorosa edición, el esmero con que se han elaborado los mapas. y la infinidad de interesantes detalles que pueden reseguirse a través de sus ilustraciones. Como muy bien simboliza la hoja de canela del final del libro, cuyo cultivo se está promoviendo desde los proyectos de Desarrollo Integral del Río, no constituye éste una mera recopilación de datos históricos sino una invitación a la construcción de un futuro menos violento con mayor igualdad, participación y respeto cultural en todos los órdenes..

Y es que en estos últimos tiempos muchas cosas han cambiado en el Río San Juan. El Río San Juan no es sólo cuna y ocasión de la violencia y el conflicto histórico. En él se gestan heroínas como Rafaela Herrera que se convertirá en símbolo de la identidad nacional Nicaragüense. En el Río y con el río se fraguan poetas y escritores como Coronel Urtecho, Ernesto Cardenal, Silva, Aburto y Ángel Martínez. Su reserva ecológica, su reciente infraestructura turística nos hablan de otras posibilidades para Nicaragua y su zona tradicionalmente considerada más pobre.

Para bien o para mal, y esperemos que sea más para bien que para mal muchas cosas han cambiado desde que en 1966 Coronel Urtecho describiera la región del siguiente modo: “San Carlos un puertecito nicaragüense de aspecto abigarrado. entre chino y caribe, intermitentemente activo y muerto -sólo llegan dos embarcaciones dos veces por semana- es el único centro de comercio lacustre y fluvial de la zona. Ir de San Carlos a Granada en las embarcaciones ordinarias significa pasar una noche casi siempre de mala navegación, sin poderse bajar de una hamaca, porque no caben ya más pasajeros, ni es posible colgar más hamacas, ni se puede dormir a no ser que se esté acostumbrado al motor que palpita, la madera que cruje, las cosas que se vuelcan en el vaivén, las cortinas de lonas batidas, el estruendo del agua, sacudidos por recios nortes y violentos chubascos y aun a veces bañados por las olas que rompen sobre los canastos de las vivanderas....Para la gente de esta zona no existen carreteras...Los jornaleros viajan a pie, como los cortadores de raicilla, pero el viaje pro tierra a través de la selva, siguiendo el abra ganadera y los caminos y veredas de los baqueanos, se tiene aquí como imposible en la estación lluviosa que dura más de la mitad del año...La población de Río San Juan ha sido una población de pasajeros, descubridores, exploradores, conquistadores, mercaderes, soldados, contrabandistas, invasores, emigrantes, filibusteros, aventureros, investigadores, especuladores, canaleros, cartógrafos, agrimensores, traficantes, viajeros, trabajadores, solicitante, desocupados, vagos, inútiles, perseguidos, refugiados, literalmente una población flotante......

Remontándose en los siglos Coronel nos recuerda “que los hombres del pueblo español que conquistaron América nunca encontraban, conquistaban o descubrían aquello que buscaban...En Centroamérica no recuerdo -dice Coronel- a ningún español que haya quedado contento o satisfecho.” Pero muy otra es la experiencia de Joaquim Rabella y de tantos otros hombres y mujeres de la península que encontraron mucho más en estas tierras de lo que jamás soñaron. Entre ellos destacaría al poeta Navarro Ángel Martínez, Ángel del Río, como gustaba en llamarse después que el Río San Juan dejara una huella indeleble en su persona:

Así dice una de sus poesías de Río hasta el fin:

!Que no quiero, que no quiero!

y al fin ya estás embarcado

y no en un barco velero:

Sin velas anda tu barco.

Cómo me tira la ausencia

¡De las cosas que he dejado¡

Con su presencia en desorden

El corazón se ha enredado.

-pero aquí lo tienes todo:

Sí, mi corazón parado

entre el azul de dos sueños

frente a un horizonte intacto;

Un agua azul casi negra,

y un cielo azul, casi blanco.

Y el alma abre al par las alas

bajo el cielo y sobre el lago.

Joaquim Rabella, hecho ya a Nicaragua, nostálgico antes de irse, prendado del Río y de tantas acciones en la que ha estado involucrado, suscribiría probablemente las palabras de Ángel Martínez cuando le hicieron las siguientes preguntas.

¿Es usted español?

Y Nicaragüense

¿Cómo?

Nací en Navarra España y renací en Nicaragua. Eres de allí donde sueñas, amas, vives y mueres. Vine por el mar a renacer en el lago y luego en el Río. Yo no canto a Nicaragua. Nicaragua canta en mí.

Gracias por el regalo de tus libros.

Jordi Corominas. Managua. Noviembre 1995.