Presentación Diakonia74 1995

Jordi Corominas y Juan Albert Vicens

Los documentos que ofrece este numero de DIAKONIA contribuyeron a los debates sobre "El orden mundial y la liberación" organizados el 14 y 15 de enero de 1995 por los Comités Oscar Romero de Cataluña, abiertos a militantes de partidos de izquierda, movimientos de cristianos de base, comités de solidaridad y diversas ONGs españolas. Para preparar el encuentro se utilizó el número de DIAKONIA "Orden mundial y liberación" que se envió previamente a cada uno de los participantes. Es importante que el lector de este ejemplar esté avisado de que se trata de la continuación de aquel otro número aparecido en setiembre de 1994. Las jornadas se estructuraron a partir de las ponencias de Antonio González, profesor de filosofía en la Universidad Simeón Cañas (UCA) de San Salvador, sobre los hechos que configuran la nueva sociedad mundial, las perspectivas teóricas desde las que pueden ser abordados y las nuevas pistas de la lucha liberadora. En diciembre de 1993 ya se había realizado con Antonio González un debate sobre las mismas temáticas en la UCA de Managua que resultó apasionante ante el escepticismo, cansancio y falta de perspectivas en Centroamérica después de tantos años de lucha y el continuo aumento de la miseria. Los Comités Oscar Romero de Cataluña piensan dar continuidad a este tipo de debates; asimismo, en la UCA de Managua, se realizará en diciembre de este año el II Encuentro Mesoamericano de Filosofía cuyo eje vertebrador será la mundialización.

Los asistentes a los jornadas coincidieron en cuatro cuestiones fundamentales:

1) Hay que mantener la esperanza. Las dificultades del momento, el aparente triunfo neoliberal, la desorientación de la izquierda no ocultan la situación de las mayorías oprimidas y excluidas. La pobreza de tantos miles de millones de mujeres y hombres no es fruto de la necesidad histórica, la liberación no es una imposibilidad absurda: el mundo puede ser, pues, de otro modo.

2) Descubrir y sentir siempre el rostro concreto del pobre. En toda la gran diversidad de acciones que se desarrollan: comercio alternativo, ollas populares, plataforma del 0,7, trabajo partidario, trabajo en las instituciones municipales, nacionales y mundiales, es fundamental el rostro concreto, las experiencias compartidas, los afectos y los lazos de amistad, sentir y preocuparse por la suerte del otro, mas allá de toda abstracción conceptual de etnia, clase o proyecto histórico. Y es que esta relación humana es un fin en si mismo, independientemente del triunfo o fracaso de cualquier proyecto.

3) Estar dispuesto siempre a revisar nuestras teorías y esquemas mentales. El tiempo que se vive exige, ante todo, una revisión de los planteamientos teóricos que inspiran las acciones que desarrollamos. Y no se trata, de una mera corrección de las ideas del pasado, sino de construir una nueva conceptualización que pueda dar cuenta de la nueva realidad social. Los antiguos esquemas teóricos que inspiraban a la izquierda dependen demasiado de un mundo que ya no existe en su anterior configuración. La claridad teórica sobre lo que constituye el nexo social, sobre el sentido en que hablamos de sociedad mundial, sobre la derivaciones éticas que impone la aceptación del carácter mundial de la sociedad humana, etc. es imprescindible para no perderse en un activismo ciego y desordenado. El momento presente no requiere tan sólo entrega y compromiso con los desfavorecidos, sino inteligencia. Se vive una situación que requiere nuevas respuestas, revisar antiguos procedimientos y estrategias de lucha. Hay que cambiar la manera de hacer política de izquierda, la forma de la lucha sindical, la acción solidaria. Mas pegados que nunca a los desposeídos, atentos a sus intereses mas inmediatos, a sus necesidades reales.

4) Hay que compaginar el estudio, la acción política y las actividades sociales concretas. No podemos caer en la pura gestión de proyectos y mas proyectos. Si bien es cierto que han aumentado los grupos de solidaridad y que quizás hoy hay una mayor sensibilidad en los países ricos hacia el llamado Tercer Mundo, también hay que decir que día a días aumenta la miseria y el número de excluidos. Es fundamental por tanto, no perder el espíritu critico ni dejarse llevar por la relativa facilidad con que las instituciones estatales otorgan subvenciones. No se trata sólo de que a veces la ayuda perjudica, sino de que toda ayuda es siempre el sucedáneo de unas relaciones de justicia e igualdad debidas.

Con este talante se produjeron aquellos debates y se está discutiendo ya en muchos ámbitos de izquierda, organizaciones populares, grupos cristianos. La revista DIAKONIA contribuye con este número, como lo hace habitualmente, a un proceso de reflexión y de diálogo apenas iniciado. Humildemente, consideramos que mantener abierto este tipo de debates que hay que enriquecer con aportaciones de grupos de todas partes del mundo, puede ayudar a roturar caminos que alejen del sufrimiento y de la muerte a las mayorías de la humanidad.

Por ello agradecemos al redactor de DIAKONIA, José María Vigil, y a su director, Ignacio Zubizarreta, el interés con que han recogido, elaborado y divulgado los materiales que aquí presentamos.