Muchacha corriendo en el balcón (1912) De Giacomo Balla.
Quizás la más conocida y la que mejor capta ese deseo de atrapar el movimiento.
Lámpara. Estudio de luz (1909) De Giacomo Balla.
Es un óleo de gran tamaño en el que se pretende representar el brillo de una bombilla moderna con elementos geométricos.
La ciudad se levanta(1991) De Umberto Boccioni.
Es una obra del futurismo que entronizan a la velocidad en esta vemos formas aerodinámicas que nos remiten al simbolismo del vuelo. Con ello se pretendía reflejar el despegue de la realidad, el cambio, la transformación y la anulación de la tradición.
Las risas (1911) De Umberto Boccioni.
Presenta una imagen femenina distorsionada y sacada de todo contexto en los colores favoritos del movimiento: los rojizos, amarillentos contrastados con los azules.
Los funerales del anarquista (1911) De Giacomo Balla.
Esta obra rinde tributo a un anarquista, se representa con unas líneas paralelas y con la vuelta a la repetición de los motivos de la tela.
Las nadadoras (1910-1912) De Carlo Carrá.
Con un claro simbolismo y con características que adelanta la pintura metafísica, donde, por cierto, daría sus mejores obras este artista.
Estados de ánimo II. Los adioses (1911) De Umberto Boccioni.
Es una de las obras más representativas del Futurismo donde destacan figuras que se nos antojan metálicas y el sempiterno color ocre que tanto gustaba al movimiento.
La revuelta (1911) De Luigi Russolo
Esta obra anticipa la abstracción tanto que solo distinguimos figuras geométricas.
Tuvo una fuerte impronta mental, cerebral y negación de la zona sentimental.