Si echo la vista atrás, nunca imaginé que el fútbol me llevaría tan lejos, ni tampoco que el mayor giro de mi vida vendría en el peor momento.
Durante años, trabajé y aprendí en algunos de los mejores clubes y academias de España y del extranjero. Lugares donde entrenadores de talla mundial me enseñaron lo que significa el sacrificio, el trabajo en equipo y la pasión de verdad por este deporte
Pero llegó el COVID, y con él, la incertidumbre, el miedo… y la pausa obligada para replantearme el rumbo. Fue entonces cuando mi madre y mi hermano, mis mayores apoyos desde siempre, me dieron el empujón que necesitaba. “¿Y si empiezas tu propio camino como entrenador personal? Ahora, más que nunca, los chicos necesitan volver a ilusionarse, a moverse, a sentirse parte de algo.”
Sin esa conversación, sin ese apoyo, nada de esto habría sido posible.
Así nació mi proyecto, desde el salón de casa, con dudas pero con muchísimas ganas y la certeza de que podía ayudar a otros a levantarse, igual que yo. Lo que empezó como una idea casera, poco a poco fue creciendo.
Hoy, tras años de trabajo y aprendizaje continuo, puedo decir orgulloso que en la temporada 2024-2025 he ayudado a más de 75 chicos y chicas a crecer, mejorar y disfrutar del fútbol como nunca. Cada jugador que confía en mí, cada historia, cada superación, es un recordatorio de por qué elegí este camino.
He visto de todo: lágrimas de esfuerzo, risas de victoria, familias que se emocionan, amistades nuevas, chicos que han superado lesiones, miedos y barreras. Este proyecto va de personas antes que de deportistas.
He vivido la alegría de ganar partidos y el orgullo de conseguir ascensos y títulos como primer entrenador en clubes, pero la verdad es que ningún trofeo se acerca a lo que de verdad me llena: Veros crecer, reír, levantaros tras cada caída y convertiros en personas valientes, humildes y generosas, dentro y fuera del campo.
La frase “FÉNIX ARMY es pasión, familia, lucha y humildad; las ganas de volver a empezar todas las veces que haga falta” no la inventé yo: la fueron diciendo con cariño todos mis jugadores, y con el tiempo se quedó como nuestro lema.
Si buscas algo diferente, si quieres escribir tu propia historia, aquí tienes tu sitio.