Cuidando al cuidador

El cuidador o cuidadora es la persona que asume la asistencia o cuidado diario de una persona con discapacidad o en situación de dependencia. La Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, define dependencia como “el estado de carácter permanente en que se encuentran las personas que, por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad, y ligadas a la falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, precisan de la atención de otra u otras personas o ayudas importantes para realizar actividades básicas de la vida diaria o (...) de otros apoyos para su autonomía personal.”

Existen diferentes tipos de cuidadores: si la atención se presta por personas del entorno y de forma no remunerada, entonces serán cuidadores informales; si por el contrario reciben un pago, serán cuidadores formales; y por último, si además tienen una formación específica, serán cuidadores profesionales.

El binomio cuidador principal – persona en situación de dependencia es una relación que se perpetúa en el tiempo, siendo necesaria una atención constante las 24 horas del día, lo que acaba repercutiendo en la situación personal de la persona cuidadora, que acaba dejando de lado su vida individual, familiar y/o laboral.

Síndrome del cuidador quemado

Una demanda excesiva de cuidados puede sobrepasar los límites de lo que humanamente puede hacer una persona cuidadora. Es en esta situación de riesgo de colapso cuando se produce el síndrome del cuidador quemado, que afecta a las personas que se dedican a esta tarea, normalmente mujeres del entorno familiar que se ocupan a tiempo completo a cuidar de sus familiares, provocando un deterioro en su salud, principalmente emocional, y que repercute en su vida cotidiana. Entre los síntomas más comunes están el estrés, la ansiedad, la depresión, el insomnio, la apatía, la fatiga, el dolor de cabeza o la pérdida de apetito.

Según datos recogidos en la Encuesta de Discapacidad, Autonomía personal y situaciones de dependencia 2020, los principales problemas en el ámbito familiar y de ocio que afectan al cuidador principal, son la reducción de su tiempo de ocio y que no tiene tiempo para sí mismo. Además, hasta un 64,2 % de los encuestados manifiestan tener problemas económicos y un 36, 5% ha tenido que dejar el trabajo para hacerse cargo de los cuidados.

Es por ello que hay que promover una relación de ayuda sana, preventiva y eficaz, que sea coherente, proporcional y saludable, y en la que el cuidador no se olvide de sí mismo/a. El objetivo es lograr el bienestar físico, mental y social por partida doble.