En el conjunto de grabados que se agrupa en torno a Fronda, el paisje propone al espectador ejercer su autonomía y libertad a la hora de recorrer imaginativamente la imagen, dejando que despliegue con naturalidad sus sentidos.
Fronda conecta estética y filosóficamente con la belleza y delicadeza propias del arte oriental y su ideario, haciéndolas extensible hacia cualquier tipo de paisaje o territorio.