En 1976 se inventó la impresora de inyección de tinta. En 1984, algunas adaptaciones y avances permitieron transformar la tecnología de impresión con tinta a impresión con materiales.
Charles Hull aprovechó su experiencia en una empresa de inyección de plástico, donde tenían que fabricar un costoso molde de inyección, para crear un sistema que les permitiera ahorrar costes y tiempo.
Después de su creación la tecnología de impresión 3D siguió creciendo y muchas empresas se sumaron a la carrera de la fabricación aditiva.
Pocos años más tarde, en 1987, aparece el primer sistema alternativo de impresión 3D. Carl Deckard, inventa un sistema que sintetiza polvo de resina para convertirlo en un sólido. Nace así la impresión 3D SLS. Al igual que la de Hull, la máquina ideada por Deckard funciona con un láser, pero sintetiza polvo en lugar de resina líquida. Sin embargo, aunque es cierto que este método de impresión surgió hace bastante tiempo, la primera impresora 3D SLS comercial no apareció hasta el año 2006.