Bajaimequen

David Castro

Voy a narrar una historia de la transformación de la tierra y otro creador.

Nacieron los dos hermanos y el ama “bajameiquen” este nombre quiere decir que no hace nada, flojo, ni trabaja.

Ellos vivían juntos en sus malocas. Ellos fueron quienes transformaron la tierra.

La tierra está sostenida en la especie de un planchón. Si esto no existiera nos hundiéramos. Porque todo es agua por debajo.

Le decían a la ama:

“Vaya. Traiga agua. Porque nos van a mandar dos mujeres”

Entonces cuando fue por el agua. Soltó la tinaja. Se empelotó y se metió a zambullirse en el río. Porque miraba dos mujeres en el fondo.

Volvía y se metía. Pero nada que las podía coger. Entonces resulta que era que las mujeres estaban subidas en un árbol. Y apenas se le reían al muchacho. Hasta que las vio. Y se quedaron con ellas los dos hermanos.

El hermano mayor estaba sintiendo celos. Entonces el pene de él, un día lo convirtió en hilo de chinchorro. Y se le metió por el medio de las piernas.

Cuando la muchacha lo sintió, lo jaló. Y él dijo:

“No, no que es mi pájaro. De pronto me lo arranca”

El hermano pensó en quitarle la vida por medio de las serpientes.

Allá vivía el suegro, que eran espíritus de la tierra. Y son los que hacen maldades. Son los más malos por naturaleza.

Si uno no les cae bien, es un peligro.

Él tenía un zoológico de solo culebras. Pero él las transformaba en muchas especies de loros. Entonces el muchacho dijo:

“Vengo a comprar un loro”

Y el suegro le dijo:

“¿Cual quiere?”

Y él dijo:

“Uno, real”

Esa era una cuatro narices. Mandó a morder al hermano, pero el veneno no le hacía nada.

Así que volvió donde el suegro, y le pidió un guacamayo. Esta era una “Rieca”.

Lo mandó a morder al hermano, y este si lo privó de una.

Pero los compañeros le soplaron la nariz y cogió vida otra vez.

Entonces el hermano dijo:

“Vamos a jugar en la tarde”

Él le lanzaba la pelota para el lado donde estaba la culebra. Pero la alcanzó a ver de reojo. Y empezó hacer bulla.

Pero nadie miró nada. Y el hermano le decía: “Eso no hay nada”.

En ese momento la pelota cayó donde estaba la serpiente. Lo picó y murió instantáneamente.

Las dos mujeres para cobrar venganza hicieron un hechizo y transformaron un comején en un “gurre”,

Entonces ellas le dijeron:

“¡Mire, Mire un gurre!”

Pero mentiras. Era una trampa para que quedara sepultado.

Pero a los ocho días resucitó y llegó donde la mamá.

Y le dijo:

“Caliénteme agua. Porque estaba tomando agua picha. Allá en el paraíso se cagan muchos los pájaros. Y necesito tomar agua. Lavarme la boca”

Él dijo:

“Yo resucité. Para que mis discípulos vuelvan a resucitar”

Pero la mamá no le creía. Y él se fue.

Cuando los hombres sabios estaban en el mundo. El universo era bajitico. Y se escuchaba todo.

Documentación, registro y revitalización manifestaciones culturales ancestrales del pueblo Jiw del municipio de San José del Guaviare