Los compresores de aire son componentes críticos en muchas industrias. Desde talleres mecánicos hasta plantas de producción, estos equipos operan bajo presión y, por tanto, deben cumplir con estrictas regulaciones de seguridad. Uno de los requisitos más importantes en este sentido es la inspección reglamentaria por OCA (Organismo de Control Autorizado).
Este artículo, dirigido a gerentes de mantenimiento, ingenieros, responsables de seguridad y empresarios, ofrece una guía completa para entender qué implican las inspecciones OCA en compresores de aire, cuándo se deben realizar, qué riesgos se evitan y cómo asegurar el cumplimiento con eficiencia y responsabilidad.
Los compresores de aire forman parte del conjunto de equipos a presión, lo que los sitúa bajo la normativa del Reglamento de Equipos a Presión (RD 809/2021). Esta legislación obliga a realizar inspecciones periódicas para garantizar su correcto funcionamiento y evitar accidentes causados por explosiones, fugas o fallos mecánicos.
Las inspecciones reglamentarias por OCA aseguran que los compresores:
Operan dentro de los parámetros técnicos permitidos
No presentan defectos de seguridad estructural
Cuentan con válvulas, presostatos y dispositivos de seguridad en buen estado
Están documentados correctamente en el registro de la instalación
Cumplir con esta obligación no solo evita multas y sanciones, sino que protege vidas y asegura la continuidad operativa del negocio.
Los compresores están regulados principalmente por:
Real Decreto 809/2021, por el que se aprueba el Reglamento de Equipos a Presión (REP)
Normas UNE-EN ISO 12100 y otras normativas de diseño y seguridad de maquinaria
Guías técnicas del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST)
La instalación de compresores debe cumplir además con aspectos relativos a ventilación, distancia de seguridad, señalización, mantenimiento documentado y formación de personal.
Existen varios tipos de inspección que pueden aplicarse, según el tipo de equipo y su uso:
Inspección inicial: se realiza al instalar el compresor, antes de su puesta en servicio.
Inspección periódica: se repite cada cierto número de años según la categoría del equipo.
Inspección extraordinaria: se efectúa tras una reparación importante, accidente o modificación relevante.
La clasificación de los equipos se hace en función del volumen y presión del recipiente acumulador (expresado en litros y bar), y determina la categoría de riesgo que asigna la frecuencia y el tipo de inspección.
El técnico inspector verifica:
Estado del recipiente acumulador, buscando signos de corrosión, grietas o deformaciones.
Funcionamiento de válvulas de seguridad, presostatos, drenajes automáticos y manómetros.
Integridad de las soldaduras y estructuras de soporte.
Documentación técnica y certificado CE del equipo.
Cumplimiento de distancias mínimas de instalación y condiciones de ventilación.
Si se detectan defectos graves, el equipo se declara no conforme y debe ser retirado o corregido antes de volver a operar.
No cumplir con las inspecciones OCA obligatorias para compresores puede traer consecuencias graves:
Sanciones económicas que pueden superar los 30.000 €
Inhabilitación del uso del compresor hasta regularizar la situación
Responsabilidad penal en caso de accidente laboral con lesiones o daños
Pérdida de cobertura del seguro si no se demuestra mantenimiento conforme a ley
Un informe técnico negativo o la ausencia de inspección pueden ser utilizados en juicios o reclamaciones por siniestros.
Un Organismo de Control Autorizado debe estar acreditado por ENAC o la entidad correspondiente en tu comunidad autónoma. Asegúrate de que cuente con:
Técnicos con experiencia específica en equipos a presión
Procedimientos claros y certificados ISO
Servicio de atención post-inspección para resolver dudas y corregir defectos
Buen historial en el sector industrial
Ejemplos de OCAs reconocidos incluyen SIMECAL, SGS, TÜV, Applus+ y Bureau Veritas.
El coste de una inspección OCA para un compresor varía según el tamaño, ubicación y accesibilidad, pero el rango típico es:
Compresores pequeños (categoría II): desde 200 €
Compresores grandes (categoría III): entre 400 y 800 €
El proceso completo, desde la solicitud hasta el informe, puede tardar entre 5 y 10 días hábiles.
¿Qué compresores están exentos de inspección OCA?
Los que tengan un producto volumen x presión inferior a 25 bar·l, y que no se usen en procesos críticos o de riesgo. Aun así, requieren mantenimiento básico documentado.
¿Puedo hacer yo la revisión sin un OCA?
Solo las inspecciones visuales rutinarias pueden ser hechas por el titular. Las inspecciones reglamentarias deben ser realizadas por un OCA acreditado.
¿Debo registrar el compresor en algún organismo?
Sí. Los compresores de categoría II y III deben estar registrados en la consejería de industria de la comunidad autónoma correspondiente.
¿Qué documentos debo tener disponibles?
Manual del fabricante, certificado CE, declaración de conformidad, historial de mantenimiento y actas de inspección anteriores.
¿Qué hago si el compresor falla la inspección?
Deberás corregir los defectos detectados y solicitar una reinspección. Hasta entonces, el equipo no puede volver a usarse legalmente.
Las inspecciones reglamentarias OCA en compresores de aire no son un trámite burocrático: son una exigencia legal para garantizar que estos equipos, que operan bajo presión, no representen un riesgo para trabajadores, instalaciones ni el entorno.
Cumplir con esta obligación es una muestra de responsabilidad, profesionalismo y compromiso con la seguridad. Elegir un buen OCA, documentar bien el mantenimiento y actuar con previsión puede ahorrarte problemas legales, técnicos y económicos.
No esperes a que ocurra un accidente o una sanción. Verifica hoy mismo si tu compresor necesita inspección, contacta a un OCA acreditado y mantén tu negocio seguro y operativo.