No hay luces ni certezas. Nuestro país vive la incertidumbre del presente, que nos lleva a perder tiempo valioso y a dejar de lado la construcción de un mejor futuro para todos. El gobierno con uñas y dientes sosteniéndose del poder, el legislativo, con una efectividad cuestionable, fiscalizando y la ciudadanía en general viviendo la desatención y el olvido de quienes priorizan todo, todo menos a l@s ciudadan@s. ¿Qué pasará? Es la pregunta que todos nos hacemos mientras a algún conocido lo secuestran, mientras a algún familiar le roban, mientras a algún amigo lo extorsionan y mientras nuestr@s niñas y niños crecen en un entorno de terror producto de la inseguridad pública.

¿Juicio Político? ¿Revocatoria del mandato? ¿Muerte cruzada? Tantas salidas, tantos mecanismos que podrían poner freno a la falta de acciones y atención. Que podrían traer consigo la posibilidad de un nuevo gobierno que de norte al Estado y contribuya a que este demuestre solidez y fortaleza frente al combate de una problemática que verdaderamente merece atención prioritaria y no la tiene. El Estado demostrando debilidad y los malos aprovechándose de su ausencia para hacer lo que les plazca.

Si te dan a elegir, ¿a quién sacrificas? ¿Al gobierno o al país? Si analizas esto desde el lado humano, optarías por el país. Un país que hoy se encuentra en el piso y que requiere a gritos ser resucitado. Si analizas esto como un político, al que poco importa el país, disfrazarías de estabilidad democrática e institucionalidad cualquier aseguramiento para mantener la paupérrima realidad que vivimos. ¿Por qué? Porque no es difícil comprender que una débil, obsoleta y derrotada política podría enfrentarse a monstruos que reviven en el acontecer político o a nuevas tendencias que podrían ser más ágiles al ganar en el territorio político. Este gobierno es un candado entre una política inoperante y una política de resultados. Por eso les resulta más conveniente a sus intereses, mantener a este “inerte monigote”, (refiriéndome al gobierno) que entender que la inestabilidad que vivimos merece atención y soluciones inmediatas que dentro de una misma forma de gobierno, no será posible encontrarlas.