Años después...

Como cada año, hemos venido al pueblo de vacaciones y esta tarde nos hemos acercado a Benavente a hacer unos recados. Cuando hemos terminado, nos hemos sentado en un bar a tomar un café. Todo normal, ¿verdad? Es que lo interesante es con quiénes nos hemos encontrado allí.

En esa misma terraza escuchamos una voz que nos resultaba familiar, una voz que es reconocible a kilómetros. Era el mismísimo Fernando Pernía, jefe de estudios de nuestro instituto. Estaba reunido con Iván, tomándose unas cañas y discutiendo sobre el partido de esa tarde: Atlético de Madrid vs. Real Sociedad. Se les veía alterados. Estaban menos cambiados de lo que nos esperábamos. Nos hizo mucha ilusión encontrárnoslos. En un principio, no nos reconocieron, pero después nos invitaron al café y nos dijeron que no nos fuésemos porque estaban a punto de llegar Silvia y Almudena. Estábamos bastante ilusionadas, no todos los días te encuentras a tus profesores del instituto.

Nos pusimos al día. Les contamos que habíamos estudiado las dos en Salamanca y que habíamos estado viviendo en el mismo piso. Comentamos con Almudena lo que nos había contado sobre el Campus donde se encontraba la Facultad de Traducción e Interpretación y hablamos sobre la idea de Lucía de abrir una clínica dental en Madrid. Nos animaron y apoyaron en nuestras decisiones.

Les dijimos que teníamos planeado hacer un viaje a París, ya que en el 2020 no pudimos hacerlo por la pandemia del COVID-19. Silvia nos hizo algunas recomendaciones sobre algunos lugares especiales que podíamos visitar.

No profundizamos mucho en hablar sobre sus vidas, pero nos imaginamos algunas cosas:

Almudena, seguramente, seguirá hablándoles a sus alumnos sobre el barrio en el que se crió y seguirá haciendo sus rutas en bici con Fernando.

Iván habrá dejado de quejarse porque ya no tendrá que acompañar a su hija a pedir caramelos en Halloween, ya que ahora querrá salir ella sola.

Silvia, probablemente, siga viviendo con su gato Luisete, que, seguramente, siga siendo igual de exquisito que siempre.

De Fernando sabemos que se ha hecho un poco famoso con su último libro.

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Ahora, años después de toda esta historia, seguimos recordando con cariño ese día y podemos contar, aunque desde la distancia, que Lucía consiguió abrirse su clínica dental en Madrid y tener una vida bastante estable. Claudia logró, con mucho esfuerzo, encontrar su trabajo soñado, aunque tuviera que ser en Italia.