Cuando establecemos control parental, nuestros objetivos tienen que estar muy claros y dependiendo de la edad del menor limitar o restringir el acceso a todo lo que consideremos oportuno. En caso de controlar el acceso a adolescentes, sería necesario informar, supervisar y educar en el uso.
Muchas aplicaciones de control parental permiten controlar el tiempo delante del ordenador al día o la semana y establecer la franja horaria permitida.