Mantua ha sido declarada patrimonio mundial de la humanidad por la UNESCO en el 2008 junto a la ciudad de Sabbioneta. La familia Gonzaga, entre 1328 y 1707, construyeron una ciudad-corte de enorme esplendor. La ciudad se extiende como una pequeña península rodeada de aqua. Esta particularidad hace única Mantua que parece casi nacer del agua como una nueva Venecia. Descubra la ciudad donde Romeo fue desterrado y la historia de Rigoletto de Verdi tuvo lugar.
Más que un palacio debe hablarse de una ciudad-palacio, puesto que el complejo arquitectónico está constituido por numerosos edificios unidos entre sí por galerías, patios vastos jardines que se extienden a lo largo de casi 35.000 m2. Los que aman el arte no pueden dejar de visitar las salas de Pisanello, Giulio Romano y los tapices realizados a partir de dibujos de Rafael. Al conjunto del Palacio Ducal apartenece el Castillo de San Jorge que alberga los frescos de Mantegna en la “Camara degli sposi”.
Conjugando la nobleza del Renacimiento italiano con los albores de un manierismo lúdico y desconcertante, esta suntuosa villa fue construida por Giulio Romano para albergar la "ociosidad" de Federico Gonzaga. En los frescos el erotismo más libre alterna con los símbolos políticos. El resultado es un recorrido sincronizado y caprichoso a la vez, que nos reserva todo tipo de sorpresas. Entre las salas destaca la Sala de los Gigantes, la de Amor y Psique y la de los Caballos.
Sabbioneta es la ciudad ideal del Renacimiento italiano. Hay muchas ciudades bellas en Italia pero hay una “ideal”, que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sabbioneta es la creación de un príncipe renacentista que la levantó siguiendo los cánones clásicos de la arquitectura. Una ciudad creada de la nada y olvidada a la muerte de su príncipe. El edificio más peculiar es el Teatro Olimpico que fue el primer teatro en ser concebido como tal, sin estar ubicado en un edificio anterior.