He dedicado gran parte de mi tiempo a «dar clases» de matemáticas, mayormente a estudiantes de matemáticas a nivel licenciatura y maestría. En algunas épocas he impartido clases a ingenieros (civiles, electromecánicos, industriales, etc) y en algunas licenciaturas (contaduría, administración de empresas, etc).
He tenido tiempo para reflexionar y cambiar algunos puntos de vista y acciones que daba por sentado. En algún momento me pidieron que hiciera una «declaración de mi filosofía de la enseñanza» así que ahora la hago pública.
Mi filosofía de la enseñanza:
Tengo alrededor de 30 años impartiendo clases de matemáticas a nivel licenciatura y maestría, he impartido clases a estudiantes de contaduría, administración de empresas, diversas ingenierías (civil, electromecánica, industrial, etc.) y mayormente a estudiantes de matemáticas. Tener esta diversidad de estudiantes me ha permitido ver las distintas expectativas que se crean con un curso de matemáticas.
Tuve la fortuna de aprender matemáticas en la Facultad de Ciencias y en el Instituto de Matemáticas de la UNAM, aprendí a disfrutar el aprender matemáticas, aprendí a trabajar de forma constante, a expresar mis dudas y solicitar apoyo cuando no podía avanzar en algo. Tuve la fortuna de aprender a ser el eterno estudiante.
Creo firmemente que el proceso enseñanza-aprendizaje es un proceso en el que ambas partes deben disfrutar, por tanto, mi principal meta en todos los cursos de matemáticas es: el alumno debe disfrutar el aprender algo nuevo. No me atrevo a decir que siempre lo he conseguido, pero si me atrevo a decir que lo he conseguido con la mayoría de los estudiantes. Las metas secundarias, y claramente relacionadas, son el estudiante debe aprender a trabajar de forma constante, expresar sus dudas y solicitar apoyo en el momento oportuno.
En todos los cursos que imparto se presenta el temario a desarrollar, la bibliografía básica del curso y la forma de evaluarlo, se asignan tareas de forma periódica, se realizan exámenes escritos y se asignan fechas para resolver dudas y exponer avances de los ejercicios trabajados, se hace énfasis en preguntar en cuanto surgen dudas sobre alguna afirmación, sobre algún enunciado, etc. Se busca que el ambiente en clase sea formal en el sentido de que el alumno debe expresarse buscando la corrección en el uso del lenguaje. Predico con el ejemplo, siempre me dirijo a los estudiantes por su nombre y de una forma adecuada, siempre corrijo mis errores en cuanto me los señalan o me doy cuenta de ellos con la intención de mostrarle a los estudiantes que todos nos equivocamos de vez en cuando y que no hay nada negativo en eso. Siempre preparo mis exposiciones buscando la mayor claridad al desarrollar nuevas ideas, busco hacer énfasis en los detalles finos de algunas demostraciones y siempre señalo en donde se hace uso de las hipótesis solicitadas, también trabajo ejemplos para mostrar por qué se pidieron las hipótesis enunciadas. Siempre solicito a los estudiantes que me llamen por mi nombre y siempre escucho sus dudas e inquietudes, cuando no puedo responder de forma inmediata, lo reconozco y pido tiempo para contestar, luego regreso y aclaro lo que me han preguntado. Puedo añadir que siempre me adapto al grupo, no soy de los profesores que dice “esto lo debieron haber aprendido en el curso X”, prefiero exponerlo y dejar trabajo extra.
Todo lo anterior abona de forma positiva en cuanto a que el estudiante se siente en confianza y la mayoría logra expresar sus dudas sin temor.
Creo que he sido exitoso como maestro, he logrado que algunos estudiantes de licenciatura disfruten el aprender y sistematicen ese gozo, he logrado empujar a algunos de ellos y hemos publicado (en revistas internacionales serias) lo que trabajaron en algunos cursos avanzados, en resumen, he publicado dos trabajos de licenciatura y uno más está en revisión en estos momentos, también hemos publicado dos trabajos de maestría. Cinco artículos de investigación generados por estudiantes de matemáticas de licenciatura y maestría. Otra forma de medir mi éxito como maestro es que he dirigido más de 20 tesis de licenciatura y maestría, la conclusión es que he logrado transmitir al estudiante esa sensación de que pueden expresarse y trabajar bajo mi dirección. Puedo añadir que muchos de los estudiantes a los que dirigí su trabajo de tesis de licenciatura decidieron seguir sus estudios, algunos pararon después de obtener el grado de maestro en ciencias y otros continuaron hasta obtener el grado de doctor en ciencias, algunos en México y otros fuera de México (EEUU, España, Inglaterra).
En resumen, puedo decir que mi forma de enseñar matemáticas es la forma clásica de enseñar matemáticas, pero con un alto sentido de empatía y respeto hacia los alumnos. Disfruto enormemente dedicar tiempo a señalarle a los interesados cual puede ser un camino adecuado cuando se quiere aprender matemáticas.