Nuestros servicios van dirigidos a hombres y mujeres que voluntariamente solicitan ayuda para dejar de beber y/o drogarse, mediante la práctica de un conjunto de sesiones grupales e individuales, basadas en un programa espiritual conocido como Los Doce Pasos de AA.
Los únicos requisitos que se solicitan para ingresar: es llegar acompañado de un familiar, compromiso a integrarse y colaborar en todas las actividades que se le asignen.
No sólo nos preocupamos por el aspecto físico de los usuarios sino también por la parte emocional y espiritual, porque consideramos que el alcoholismo y la drogadicción tiene relación directa con ellas y terminan afectadas de manera determinante.
El programa de los Doce Pasos se puede sintetizar en los siguientes puntos.
Se celebran sesiones grupales donde, de enfermo a enfermo, se comparten experiencias tanto de dolor como de superación. Éstas estimulan a los escuchas para hacer lo mismo con la plena libertad y total seguridad de que están rodeados de personas que los comprenden. Al mismo tiempo se logra la concientizacion de la enfermedad que padece, al enfrentarse a las causas que originaron sus problemas emocionales y espirituales. Identificando atravez de las mismas sesiones grupales cuales son las metas y plan de vida de cada usuario.
En conjunto con las sesiones grupales e individuales, el usuario concientizara su enfermedad atravez de los siguientes componentes terapéuticos.
Debido a la situación física en la que la mayoría de nuestros usuarios llegan a la granja, fomentamos actividades físicas al interior, no sólo para obtener beneficios en su salud sino también porque éstas permiten que el usuario desarrolle valores, actitudes, habilidades y conocimientos que le ayudan a reintegrarse de mejor manera a la sociedad.
La Granja Chachapa de Alcohólicos y Drogadictos Anónimos A.C. cuenta con un componente para la familia, el cual consiste en juntas especiales, para así poder ayudar a los usuarios en su proceso de rehabilitación, ya que la rehabilitación del usuario tiene que ser integral:
considerando que durante la primera etapa de rehabilitación del usuario, éste debe alejarse del medio en el que se ha desenvuelto y así concentrar toda su atención al programa de rehabilitación que se le ofrece; por ello, se solicita una permanencia de tres meses (90 días) como mínimo.