Durante el año 2023 se desguazaron aproximadamente una cantidad de 600.000 Vehículos Fuera de Uso (VFU)* en los Centros Autorizados de Tratamiento (CAT), basándonos en los datos de SIGRAUTO. Y se espera que este 2025 la cifra aumente.
Aunque realmente, no existe una cifra exacta sobre la cantidad de combustible residual en estos vehículos, se calcula que cada vehículo puede llegar a contener entre 5 y 10 litros de este residuo. Tomando un valor medio de unos 7,5 litros, implicaría que en 2023 se manejaron alrededor de 4,5 millones de litros de combustible residual en los desguaces de España.
Durante el desguace de un vehículo es necesario extraer todo el combustible residual del depósito para evitar posibles explosiones y garantizar la seguridad de los operarios. Las herramientas, que se utilizan en los desguaces, que permiten la extracción de estos residuos son rudimentarias o excesivamente caras. Las herramientas rudimentarias solo permiten extraer este combustible hasta cierto nivel, dejando un residuo inflamable en el fondo del depósito y las herramientas excesivamente caras no son accesibles para los desguaces más humildes. Al no poder permitirse estas herramientas tan caras, los desguaces más humildes recurren a romper el depósito con herramientas poco eficientes, generando una pérdida de tiempo, derrames de parte del líquido residual y riesgos de accidentes y contaminación.
¿POR QUE ELEGIMOS ESTE TEMA?
Elegimos este tema debido a que estamos estudiando un Grado Medio en Electromecánica de Vehículos y esta idea tiene que ver con el sector al cual nos queremos dedicar.
Además un miembro del grupo ha trabajado en el sector y ha vivido de primera mano lo difícil que se hace descontaminar un coche sin que se produzcan pérdidas de tiempo ni derrames de líquidos como la gasolina.